— ¡Karlie! —Rossy y Melanie gritan cuando me ven.
Antes de venir aquí con todos, les pedí a los chicos que me dejaran unos minutos a solas. Necesitaba mentalizarme para este momento, tengo que hacerlo bien. Cuando ya me sentía preparada, me dirigí hasta aquí.
— ¡Te ves hermosa! —Rossy celebra—. ¡Karlie, eres como en esas películas! Esto es genial, sin duda Adam caerá a tus pies.
Mi corazón celebra. —Mírate chica —Mel me abraza—. Te ves genial, la mamá de Oscar es asombrosa.
Sin duda lo es, ha hecho magia en mí. Estoy segura que esto es lo que sentía cenicienta cuando la transformaron para su gran baile, toda la magia alrededor y la promesa silenciosa de una historia de amor perfecta.
Me encojo de hombros. —Siento que esta es la noche, chicas, finalmente tendré mi final feliz.
Rossy asiente varias veces. — ¿Dónde está Adam? ¿Vas a ir a verlo? Tienes que impactarlo.
Niego, acomodándome el cabello detrás de la oreja. —Creo que cuando salgan de los vestidores, mientras calientan o como sea que se le diga, me acercaré a él.
Melanie entrelaza su brazo con el mío. —Vamos con los chicos, guardaron nuestros asientos, se morirán al verte.
Las sigo hasta las gradas con una gran sonrisa en mi rostro. Ahí me reúno con los chicos que ya estaban en la casa de Oscar, pero también me encuentro con Nick, Henry y Bobby quienes abren la boca un poco cuando me miran.
—¿Karlie? —Nick suelta una risa—. Santo Cielo Karlie, ¿Eras una chica?
Me inclino para golpearle el brazo. —Que gracioso.
Bobby sonríe, acomodándose las gafas. —Karlie, te ves muy bien.
Arthur, sentado a su lado, extiende su mano debajo de su barbilla. —Bien, no babees por ella.
Bobby lo fulmina con la mirada. —Cállate.
Henry niega. —Debo admitir que te quedan bien los vestidos —se lleva la mano al mentón—. Bastante bien.
También me acerco para golpearle el brazo sintiendo el calor en mis mejillas. —Tienes prohibido verme.
Henry se soba el brazo. —Karlie puede que te veas bien hoy pero sigues siendo muy ruda.
Arthur asiente, cruzando sus brazos. —Chicas como ellas son peligrosas, se ven bien por fuera pero pueden matarte si lo quisieran.
Ruedo los ojos. —Como sea, ¿Dónde están Guido y Jason?
—No quisieron venir al partido, llegarán a la fiesta más tarde —dice Bobby—. Tampoco quería pero bueno, participar en un evento deportivo no matará mis neuronas.
Erick suelta una risa al escucharlo.
Rossy y Melanie me miran con expresiones divertidas, creo que es la primera vez que me ven interactuando con tantos chicos al mismo tiempo —Ah, lo siento —las señalo—. Ellas son mis mejores amigas, Rossy y Melanie, son las mejores chicas del universo pero si les hacen algo yo soy su defensora, ¿bien? Así que si escucho algo negativo de ellas, los asesino.
Nick niega. —La misma vieja Karlie, ya se me olvidó que te ves bien hoy con esa actitud —mira a mis amigas—. Y sí, ya nos habíamos presentado antes.
—Ah, cierto, a veces olvido que todos estamos en la misma escuela. —Me encojo de hombros, —y no me importa, amiguito, tendré esta actitud hasta que muera.
Veo a los chicos detenidamente dándome cuenta que Mason no está aquí, me inclino hacia Erick — ¿Dónde está Mason?
Se encoje de hombros. —Creo que fue al baño, o no sé, me dijo que ya venía —afirma.
Erick y Mason se fueron en otro auto, pensé que Mason se ofrecería a traerme hasta aquí pero propuso que me llevara Arthur porque él tenía que ocuparse de algo. No me dijo qué.
Aunque llegaron antes que yo, aparentemente.
Doy una última mirada esperando verlo mientras me siento guardándole un lugar.
Diez minutos después salen los jugadores al campo y algunas personas gritan emocionados. He estado aquí varias veces, con Mel y Rossy. Normalmente vengo para apoyar a Adam así que este ambiente no es extraño para mí pero si lo es estar con un vestido y maquillaje.
Este vestido no es demasiado elegante o algo así, es como cualquier vestido que usarías un viernes por la noche. Pero para mí es algo significativo.
Adam gira su rostro hacia las personas entrecerrando sus ojos, me está buscando con la mirada, lo sé. Siempre hace eso, quiere asegurarse que yo esté aquí, siendo su fan número uno.
Melanie levanta la mano para saludarlo, él la reconoce y saluda a Mel, luego a Rossy y luego me encuentra con su mirada. Sus ojos se abren, y luego, una sonrisa.
Está sonriendo.
¡Por mí!
Mi corazón se acelera como nunca, esta vez no reaccionó como aquella vez, esta vez se ve sorprendido y encantado con cómo me veo. Él finalmente me está viendo como suele ver a cualquier otra chica linda de la escuela.
¡¡¡Finalmente!!!
Yo sonrío y levanto la mano. Adam me hace una seña para que baje y Rossy me empuja la rodilla para que me apresure, como si estuviera en un trance lo hago. Me muevo a través de las personas y bajo con cuidado de no tropezarme para llegar al campo.
Adam, con su uniforme y su rostro sonriente, se acercan. Adam y yo nos encontramos dejando unos centímetros de distancia. —Karlie, ¡Te ves hermosa!
Hermosa. Me veo hermosa para Adam.
Puede que por fuera me veo de una forma pero por dentro sigo siendo yo y me toma varios segundos ordenar mi cerebro para responderle. —Ah, gracias… yo…
—Hablo en serio —me toma de los hombros—. ¿Por qué te ves tan linda? —Recorre mi rostro con sus ojos—. Luces genial.
Me encojo de hombros evitando decirle que es por él, que todo este tiempo he luchado por obtener este tipo de impresiones de él. —Solo quería cambiar de estilo durante mi último año.
—Te ves hermosa, Karlie —acaricia mi mejilla—. Hablo enserio.
Respiro profundo. Este momento podría ser el final perfecto en una historia de amor adolescente. La chica ignorada por el guapo chico popular finalmente se encuentran antes del juego y frente a las miradas de todos, se dan su primer beso.