El Chico Menos Probable

Cuando Karlie perdió el control

 

Hoy es el cumpleaños de Adam.

Las vacaciones de invierno comenzaron hace dos días y mis padres, como siempre, organizaron una cena especial para Adam en el restaurante. Ellos cerraron temprano y ahora el lugar queda solo para las dos familias.

Realmente no quiero estar aquí pero nadie sabe que ocurrió entre nosotros, me refiero a los miembros de nuestras familias, así que no me puedo escapar de todo esto.

Y, menos porque estoy ayudándoles desde hace media hora a colocar todo en la mesa mientras esperamos a que los Brien lleguen.

Antes solía intentar verme mejor durante el cumpleaños de Adam, usaba ropa nueva y era de las pocas veces que recogía mi cabello para parecer un poco mayor pero siempre fallé en el intento.

Ahora no me importa, tengo mis trenzas y mis gafas, una sudadera verde y unos pantalones oscuros.

Nada de ropa nueva, solamente una actitud llena de amargura.

—Creo que ya vienen —anuncia Hannah, asomándose por la ventana.

Yo me muevo hacia el fondo, desearía estar con Brenda tomando chocolate caliente o con Anabelle y Miranda, viendo alguna película.

O con Mason, como cuando fuimos al parque de diversiones. Me la pase muy bien con él, tan solo recordar ese momento me hace sonreír.

— ¡Feliz cumpleaños! —grita mi familia cuando Adam entra.

Yo no.

Adam sonríe. —Muchas gracias —se acerca a mi mamá quien le da un fuerte abrazo—. Muchas gracias por esto, de verdad.

¿De qué se sorprende? Sucedió lo mismo el año pasado.

Papá es el siguiente —Felicidades Adam, ya tienes dieciocho.

Y sigue siendo inmaduro, que sorpresa.

Asiente. —Estoy listo para ser legal.

Los demás ríen, yo ruedo los ojos.

— ¡Felicidades! —Hannah lo abraza—. Oficialmente eres un anciano, mi hermana lo será pronto.

Hannah, prefiero que no me relaciones con Adam, gracias.

Adam bufa. —Gracias, Hannah —ambos se sueltan.

Allie se acerca y lo abraza rápidamente. —Felicidades.

Adam asiente, un poco nervioso. Después de varios años, incluso cuando tiene novia, aun se pone nervioso por mi hermana.

¿Cómo es que él podía gustarme tanto? Realmente estaba mal.

Adam se mueve a la izquierda y quedamos de pie frente al otro. Veo a un lado, la tarde está llegando a su fin pero el sol aun ilumina lo suficiente para dejarme ver como los árboles se sacuden con el viento de la temporada.

Preferiría estar afuera que en este lugar, fingiendo que no he estado ignorando a Adam por semanas.

Papá se aclara la garganta y volteo a verlo. Mi familia me observa, esperando que me acerque a él. Veo también a su familia que igualmente, está expectantes.

Dejo salir un suspiro y me acerco, resignándome a esto. —Feliz cumpleaños —murmuro.

Adam y yo nos abrazamos, de una forma muy incómoda. Casi como si fuera toxico que hiciéramos esto.

Los demás nos veían confundidos, nosotros no éramos así. Yo era la primera en desearle feliz cumpleaños, la primera en arrojarme a sus brazos, en hacer miles de bromas y en permanecer a su lado por el resto de la celebración. Ahora solo quiero salir corriendo de aquí.

Todo eso, quedó en el pasado.

—Bueno —la señora Brien sonríe—, muchas gracias por esta fiesta para Adam, son tan dulces.

Mamá le asegura que no es nada, que Adam es como un hijo para ella. Bajo mi rostro para evitar que me vea poniendo los ojos en blanco. Mi humor hoy está muy mal.

Yo regreso a la cocina, donde está Luke y lo ayudo a terminar de servir todo en los platos. Hoy se ofreció a trabajar sin paga pero mis padres se negaron, le pagaran horas extras y aunque lo invitaron a que se sentara con nosotros, avisó que después de aquí tenía que irse a estudiar.

Luke me mira con el ceño fruncido. —Qué raro, ¿Por qué me ayudas? Es el cumpleaños de Adam, pensé que te gustaba.

Lo miro sorprendida. — ¿Qué?

—Karlie, eres bastante obvia —levanta un dedo—. Bueno, al principio cuando llegué parecía que te gustaba, ahora no estoy muy seguro, ¿te gusta?

Genial, todo el mundo sabía sobre mis sentimientos por Adam excepto él. En realidad, estoy segura que él sospechaba algo y por eso tomaba ventaja de mi enamoramiento por él.

—No —le respondo, empujando una papa frita al basurero—. Antes sí, ya no.

Luke sonríe satisfactoriamente. —Lo sabía.

Lo fulmino con la mirada. —De todas formas prefiero estar aquí que con ellos.

Suspira, colocando sus manos sobre las caderas. —Pero si te quedas aquí te regañaran, no creo que a tus padres les guste la idea que te escondas en la cocina —baja la voz—. Tus padres y Allie hablan sobre ustedes, que ya no se juntan como antes. Yo también lo he notado.

Me encojo de hombros. —Las personas cambian, ¿no? Es lo más normal, no puedes estar siempre en un lugar con una persona.

—Tienes razón —responde Luke, lavándose las manos.

Yo hago una mueca. — ¿Puedes poner veneno en mi comida? —él suelta una carcajada—. No, mejor a la de él, así todo se acaba.

Luke entrecierra sus ojos. — ¿Te hizo algo malo? ¿Qué pasó?

Niego, sonriéndole para que comprenda que no fue “tan malo” a nivel ilegal, solo me rompió el corazón muchas veces.

Lo cual debería ser ilegal también.

—Nada que mis puños no puedan arreglar —contesto.

Luke suelta otra carcajada. —Karlie, me caes muy bien.

—Tú también a mí, amiguito —tomo un plato que ya está listo—. Lo llevaré yo.

—No, está bien —me lo quita de las manos—, están pagándome extra por esto.

Y seguramente no confía en mí, puedo apostarlo.

Asiento. —Bueno, te pagaré más si los distraes ahora para que yo pueda escapar.

Luke rueda los ojos. —No tienes dinero Karlie, aún me debes muchas propinas.

—No es cierto —quito una papa frita del plato—. No te debo nada.




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