El chico que nació de las constelaciones

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— ¿Sabías que todas esas estrellas que hoy siguen alumbrando el cielo hace miles y miles de años que desaparecieron? Es asombroso como su luz sigue viajando en tiempo y espacio hacia nosotros.
Dije con la voz entrecortada por la increíble visión del cielo nocturno tan cerca de mi. Leo había traído consigo un telescopio y me había convencido de subir al techo para probarlo. Aparté la mirada del cielo al percibir su silencio.
La expresión de sus ojos tan intensa y amorosa hizo que mi corazón latiese más rápido y unas molestas mariposas aletearan en mi estómago. Y tan rápido como la luz lo próximo que supe es que me estaba besando y yo no respiraba, no oía, no sentía, no olía a nada que no fuera él. Fue como una explosión, como el Big Bam destrozando y reconstruyendo mi mundo a la vez. Nada nunca se sintió tan perfecto.
Alejándose de mi con una tímida sonrisa en los labios preguntó:
— ¿Te apetecería ver las Leónidas conmigo?
— Si. — fue lo único que pude decir.

 



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En el texto hay: romance luzdeestrellas amor

Editado: 25.09.2020

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