El chico que por amor vendió su alma al diablo

Historia I

          Advertencia: Sueños de por medio 

     Ahora si vamos al grano. 

Ahora conoces más o menos lo relevante de la introducción a mi persona. Quizás muy a grandes rasgos, pero espero que a partir de ahora vallan saliendo más cosas que puedan resolver tus dudas… Si las tienes. 

Este va a ser mi día a día hasta que muera, o me aburra, o me ocupe en alguna otra cosa.  

Por el momento me encuentro de vacaciones, igual que el año pasado, recuerdo que cuando niño, me quejaba porque las vacaciones duraban muy poco. “En la televisión sale que los niños tienen 3 meses de vacaciones, nosotros solo tenemos dos” Me quejaba yo. “Uno y medio” Terminaba de eliminar mis ilusiones mi madre. Ahora, en efecto, tenemos tres meses libres, y la mayor parte del tiempo no tengo la menor idea de en qué ocuparlo. Entonces, a falta de algo más productivo que hacer que no sea estar con mis amigos haciendo nada, me pondré a escribir. No sé si ya te lo dije antes, pero me expreso mejor escribiendo que con las palabras que salen de mi boca, siento que salen más organizadas de mi cerebro y es por eso que quedan mejor en el papel que en mi lengua. Me imagino que mi lengua es una hija de puta que lo que busca es hacerme quedar mal frente las personas con las que estoy tratando de expresar mis sentimientos o tratando de tener una conversación seria, y lo hace reacomodando las cosas que salen en orden de mi cabeza. Mis manos se comportan bien conmigo, supongo que será por eso de que la mano derecha lava a la izquierda y viceversa y que es mejor que tus manos no te hagan daño.  

Hoy he salido con María, ella es bastante agradable, es un poco inquieta, pero supongo que eso compensa y complementa de cierto modo mi… ¿Seriedad? Vivimos cada quién en una punta de la ciudad, por lo que es un acontecimiento raro que nos veamos. La mayoría del tiempo lo desperdiciamos hablando, y la otra parte del tiempo la utilizamos comiendo. Cuando no nos estamos viendo lo que nos queda pendiente por conversar lo charlamos por mensajes o por teléfono, hablamos de todo y de nada al mismo tiempo, casi siempre alguno de los dos está platicando qué fue o qué está siendo de su día, mientras el otro escucha o lee aprendiendo y entendiendo lo que se dicen. Por algún motivo el tiempo se detiene. Estoy empezando a ponerme empalagoso, así que cambiaré el tema. 

Por mi barrio hay un vagabundo que se llama Pedro, tiene la barba crecida casi siempre, anda con una mochila, y un saco viejo color caqui, unos pantalones de mezclilla azul rotos de las rodillas que se sostienen a su delgada humanidad gracias a un cinturón hecho con un pedazo de cuero reciclado. Pedro es buena persona, cuando puedo le doy una moneda, cuando no; lo saludo. Gusta de sentarse a pedir dinero en un parque de por ahí, a veces trae un acordeón viejo con un vaso de plástico pegado, y toca canciones de todo tipo. El viejo es talentoso, aunque no esté muy dotado de bienes. Él parecerá que no lo tiene, pero tiene un propósito perfecto y muy admirable: Sobrevivir.   

Hoy he visto a Pedro tirado en el piso, estaba atravesando un mal viaje o un muy buen viaje. El pobre (o afortunado) estaba revolcándose en el suelo, abrochando y desabrochando el pedazo de cuero que juega como su cinturón, estuvo quince minutos así hasta que desapareció entre las casas y los arbolitos del parque, algo se repetía para sí mismo, pero no logré escuchar que era. Cuando llegué a mi casa le platiqué a María sobre Pedro, ella se rio bastante. Maldita sea regresé al tema… 

Me dormí un rato por la tarde, y tuve un sueño. No te he platicado ningún sueño ¿verdad?  

Los sueños son solo proyecciones del subconsciente, cosas que pasaron en el día o simplemente recientemente y ese es el modo en el que el cerebro y el organismo lo procesan, eso es lo que me gusta pensar, sin embargo, me he topado con toda clase de sueños. Están los sueños normales, las pesadillas, los terrores nocturnos, he tenido incluso sueños sarcásticos y otros tantos proféticos, también están los que olvidas en cuanto despiertas, y los que recuerdas incluso años después de haberlos soñado. Mucho depende del significado que les quieras dar a tus sueños. Hay quienes dicen que soñar con determinadas cosas tiene un significado sumamente profundo para la vida de la persona; soñar con un bebé o un embarazo para algunas personas es algo así como miedo al cambio o a la maternidad, o también pueden proyectar un deseo inconsciente de un bebé. Y más cosas que a unos les parecerán sin sentido y que a otros les parecerán la panacea y encontrarán a su Nostradamus en sus sueños. 

¿Te has preguntado con lo que sueña una persona que obviamente está mal de su estado mental? El de hoy ha sido una especie de sueño sarcástico, rayando la pesadilla. 

Sueño 1: Hoy he soñado con la muerte de un buen amigo, estábamos en la escuela en la que ambos estudiábamos, sucedió así: Nos encontrábamos en clase de filosofía, una clase relleno, platicábamos acerca de tonterías de siempre, básicamente los temas que reinaban en nuestra conversación era: ¿A qué personaje famoso se parecía nuestro maestro?, ya que el profesor tenía un aspecto parecido a Beethoven; a causa de su peinado un tanto despeinado (valga la redundancia), aunque por su estatura parecía también un Hobit, incluso había quienes decían que se parecía a Isaac Newton y otros que decían que no tenía el cabello de Beethoven, sino el de Einstein. Acabó su clase y nuestro debate quedó a medias. Decidimos continuarlo en la clase siguiente, aunque para eso primero teníamos nuestro descanso para comer. Eran 20 minutos en los que podías hacer varias cosas; jugar un partido de cartas, comer algo, tomar algo, pasear, estirar las piernas, terminar tareas pendientes en un tiempo récord y a veces rayando la taquicardia por los nervios y la angustia de no poderla acabar o incluso había quienes ese espacio entre clases lo dedicaban para salir a fumarse un cigarro o recorrer la escuela buscando muchachas atractivas.  




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