El chico que por amor vendió su alma al diablo

Hay predicciones amargas en los sueños de los perturbados.

Anteriormente comenté lo de predecir cosas con los sueños, y creo que a veces es verdad, creo que depende mucho del tipo de sueño y del contenido, además de qué tan supersticiosa sea la persona, creo recordar leer que el significado del sueño que tuve de los dientes era que iba a morir pronto de una forma violenta, y luego otro parecido era que me esperaba una vida larga, ¿tú qué opinas de los sueños? Yo ya dije lo que pienso, a continuación, te cuento un par de sueños a lo largo de una agria noticia, que era predecible pero cada quien se engaña como gusta ¿no crees? 

 

Hoy no ha estado tan en orden el día… Bueno, a quuién quiero engañar, hoy el plan ha salido mal, terriblemente mal.  

¿Nunca te ha pasado que empiezas a sentir algo que no habías sentido en mucho tiempo, comienzas a salir de la soledad y un pozo sin fondo y sin salida y de repente te tumban el ascenso y caes de nuevo? A mí sí, han sido varias veces, es curioso que te sientas feliz y optimista y la vida te ponga las nalgas en la cara diciéndote que no.  

Sí, esto tiene que ver con María, quízas últimamente estoy hablando mucho de ella pero es algo que no puedo evitar aunque lo intente, pero niégame que cuando tu corazón empieza a latir por alguien no puedes sacar de tu cabeza a ese alguien, seguramente a más de uno le ha pasado, y, si lo piensas, es algo genérico, ya que es un dicho común de las familias y abuelas que si alguien no come o no duerme es que está enamorado; siempre había escuchado ese decir, pero creo que nunca lo entendí hasta ahora. 

Hace una semana que pasó lo que pasó con la hipnotista, hablamos un par de veces María y yo, ella me dijo que no vio nada interesante, me dijo que se había dormido con lo que nos había puesto la mujer, entonces cuando la hipnotista se dio cuenta de que María estaba dormida y no estaba en un estado “más profundo” (supongo), la despertó, y se estuvieron diez minutos viéndome mover los ojos y respirar de forma profunda y agitada; me dijo que le dio risa ver mi caja torácica subir y bajar.  

Salimos una vez más un día entre semana, fuimos a jugar billar y a un parque, en el parque se encontró un muchacho que siguió caminando con nosotros hasta que llegó la hora de irse a casa, el muchacho se llama David, me di cuenta de que lo miraba del mismo modo que me miraba a mí, solo que con un poco más de brillo y como si se perdiera más profundo; sentí extraño en el estómago pero no le di importancia, después de todo, los ojos de una persona no mienten, pero se suele equivocar la interpretación de quien los mira. Regresé a mi casa de noche, cansado, por lo que no pude hablar con ella hasta el día siguiente; o sea hace dos o tres días. 

Esa noche había soñado algo…, interesante ahora que lo pienso; pero en ese momento me asustó mucho. 

Sueño 6: Soñé que estaba en casa de la abuela, era una casa grande en un vecindario tranquilo, la casa no era de dos pisos, pero tenía bastantes cuartos, una sala grande y un comedor donde podía cenar una familia sin problemas. Estaban de visita unas primas y unas amigas a las cuales no veía hace bastante tiempo. 

Recuerdo soñar que la comida se estaba preparando y mientras esperábamos decidimos salir a pasear un poco, llegamos a un parque que tenía la reputación de ser refugio de vagos y drogadictos (típico y casual de cualquier barrio tranquilo). Ahí encontramos una muñeca de porcelana, de esas antiguas con las que nuestras abuelas jugaban, venia en una caja con muy bonita decoración y forrando la cajita había un trapo que hacía de manta de la muñeca; tenía un bonito diseño de encaje. Mis primas la recogieron puesto que les agradó bastante, a mí, sin embargo, no me dio buena espina, para empezar por la naturaleza del lugar en donde la encontramos, y en segundo lugar porque podía sentir que la muñeca emitía una energía bastante negativa, no estoy seguro de si es cosa de la última sesión de hipnosis, o son cosas de los sueños que pasan porque sí, o simplemente hay algo malo tras de mí, quiero pensar que es la más lógica, o sea, la segunda opción. Les rogué a mis familiares que la dejaran ahí en donde la habían encontrado explicándoles la mala espina que me daba, no me hicieron caso... Es triste que ni en mis sueños me hagan caso. 

Ya en la casa seguí discutiendo con ellas que era una mala idea llevar esa muñeca a la casa, pero parecía que mientras más intentos hacía por persuadirlas de conservar la muñeca, les daban más ganas de conservarla y jugar con ella.  

A partir de aquí sonará como cliché de película de terror, pero a mis primas y amigas se les ocurrió que para jugar mejor con la muñeca era necesario sacarla de su caja, en ese momento, decidí salir de ahí, el resto de la familia decidió salir a pasear y para despejar mi mente los acompañé, mientras mis primas quedaban con la muñeca; me sorprende que no me hayan puesto a cuidar que no quemaran la casa. Regresamos tarde, ya entrada la noche o la madrugada, y cuando revisé cómo estaban mis familiares noté que a la muñeca la trataban como si fuese un bebé de verdad, la alimentaron, la bañaron, incluso recuerdo que utilizaron mi ropa para fabricarle vestimenta nueva a la muñeca. Tras sentirme indignado y más incómodo, me quedé despierto hasta tarde para tomar la muñeca y regresarla a su lugar mientras todos estaban dormidos. Tomé a la muñeca del cuarto en el que se estaban quedando mis familiares y sin hacer ruido salí la casa en dirección a donde la habían encontrado, en cuanto la dejé sentí como si un peso muy grande hubiese sido quitado de mis hombros, me sentí así durante todo el camino de regreso a casa, hasta que entré al cuarto de mis familiares para ver cómo se encontraban, pero al abrir la puerta una de mis primas estaba de pie, mirándome con sus ojos bañados en un color negro, comenzó a caminar hacia mí, entonces sin pensarlo y a pesar de ser de mi familia, le di un buen derechazo en la mandíbula que la dejó tirada, después de eso me percaté de que la muñeca estaba en la cama de mi prima, entonces la tomé junto con una botella de alcohol que había en otro cuarto, la llevé al parque donde la habían encontrado, le rocié el alcohol encima y le prendí fuego, me quedé viendo cómo se calcinaba y cuando terminó de quemarse desperté. 




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