Prologo

Una noche oscura con la luna llena en pleno cielo nocturno. Los arboles se movían con miedo al ver a un hombre paseando alrededor del bosque.

El hombre cubierto con una capa negra, tenia ojos que parecían rubíes y el cabello rubio como si de oro se tratase. Ese hombre era el más temido de su clan, un hombre cuya venganza era más fuerte que cualquier otra cosa. Su nombre era… Morgon.

—No me cuente más, ya he tenido suficiente por hoy.

—Tú me has preguntado.

—Le he preguntado quien era el de la fotografía, con tan solo su nombre habría bastado.

—Meiga ¿Sabes por qué te cuento esto? Morgon era un brujo de magia negra rendido ante la venganza.

—¿Por qué?

—Alguien mató a su amada, la venganza ciega a aquel que tiene algo a lo que vivir, un amor, la familia, un amigo, el amor nos hace vulnerables, pero también fuertes, siempre depende de cómo lo mires.

El anciano pasó por su lado después de tocarle el hombro. Estaban en una tienda de magia, una tienda que llevaba años en la misma localidad, pero que al parecer, la gente no le hacía mucho caso.

Meiga tenía una expresión de preocupación. Tenía 23 años y estaba dispuesta a seguir aprendiendo magia bajo cualquier circunstancia. El significado de su nombre se podía describir como hechicera en la mitología gallega. Meiga proviene del término latino “magicus” es decir “mágico”.