Lunes 23 de julio. Siguiendo a Dalton y a Mirela. A las 15:30 de la tarde.
Dalton y Mirela siguieron el túnel de la izquierda, llegando no muy lejos a un espacio grande, con dos guardias y una persona en el centro la cual, se parecía bastante a Álvaro.
—¿Lo tienen capturado? No es posible, por eso desapareció.
—¿Para qué lo quieren? Hay que sacarlo de ahí— Dijo Dalton.
—Espera— Dijo cogiéndole de la camiseta. —Si vamos de golpe, esto se vendrá abajo, hay que tener un plan.
—¿Y cuál es el mejor plan?
—Esperar y observar. Esos guardias tienen una mega X. Por tu cara veo que no tienes ni idea de lo que es.
—No lo sé ¿Qué es una mega X?— Las armas de esas personas eran azules.
—Saca un cable eléctrico, dependiendo de la potencia te puede matar o simplemente te puede dar una descarga que te desmaya. No es una pistola normal. Creía que solo la policía especial tenía derecho a utilizarlos.
—Pues ya ves que no.
—¿Quien anda ahí?
—Nos han escuchado, saben que hay alguien, vamos a tener que improvisar. Salimos del escondite, lo sacamos de ahí y salimos rápido.
—Salir de donde estéis o tiro tierra a bajo.
—No serias tan idiota de tirar la tierra abajo, tú estás aquí— Dijo Mirela saliendo del escondite.
—No os tengo miedo, avisa a los demás, tenemos compañía.
—El destino es previsible— Dijo Mirela.
—Si tú lo dices— Dijo Dalton.
—¿Solo sois vosotros dos?
—¿Te parece poco?— Dalton miro a Mirela y ambos sabían lo que tenían que hacer, aunque Mirela sabía que lo caerían abajo. —Dalton hizo que los guardias sintieran la sensación de que toda la tierra temblase, así podían ganar tiempo. Uno de ellos dejo caer una mega X en el suelo antes de salir corriendo, como si se le fuera la vida en ello. —Me encanta mi poder.
—Tranquilo, te sacaremos de aquí— Dijo cogiendo una mega X. Rompió el cristal que estaba envolviendo a Álvaro. —De hecho, creo que, mi visión se ha hecho realidad por mi culpa.
—¿Quienes sois vosotros?
—¿Sabías que lo ocasionarías tu?— Álvaro utilizó su piedra tele transportadora para subir.