2. ¿Un buen comienzo?

Ashly Pov.

Acomodo mi cama para dormirme aunque siendo sinceros todavía no tengo sueño pero los nervios me obligan a acostarme ahorita, abren la puerta entrando los gemelos en pijama y con una mochila cada uno.

— ¿Hola?

— ¡Pijamada de bienvenida! —exclaman entusiasmados.

— ¿Qué? —cuestiono confundida y con risa.

Los gemelos me ignoran sentándose en mi cama e invitándome a imitar su acción.

—Mamá no sabe de esto y no tiene que saber —dice Rayan mientras saca unas botellas que claramente tienen alcohol.

—Nunca he tomado.

—Bueno será nuestro deber emborracharte.

Nos juntamos un poco más en la cama pues podríamos caernos si nos quedamos en la orilla. Puse un poco de música para que no hubiera tanto silencio y no se escuchara mucho lo que hablemos.

—Jugaremos yo nunca —rompe el silencio James.

—Si, así les sacaremos sus trapitos sucios.

No es como que allá hecho muchas cosas malas…

—Claro, a ver que trapitos sacan.

En unas tazas sirven el alcohol. —A falta de materiales debemos improvisar —habla James repartiendo las tazas.

Después de explicarme sobre cómo se juega y establecer el orden, empezamos con las preguntas.

—Yo nunca he besado a alguien.

Beben ambos gemelos y se quedan mirándome a que lo haga.

— ¿Qué?

—Pues debes de beber si ya lo hiciste, mocosa.

—Pues por eso no bebí.

Luego de una mirada de horror Rayan pensaba en alguna pregunta para hacerme beber.

—Yo nunca he respirado.

Me rio y le doy un pequeño trago a la taza.

—Tómale bien —me regañan.

Me vuelvo a acercar la taza y me la empinan para que no haga trampa.

—A este paso haremos preguntas muy tontas y obvias para que bebas.

(…)

No tengo la menor idea de que hora es ni mucho menos de las tazas que llevo bebidas pero si estoy segura que en mis 5 sentidos no estoy y mucho menos los gemelos aunque James se quedo dormido hace como media hora.

—Vamos a seguir jugando.

—Tu si me das miedo —hablo mirando mi taza medio vacía.

Se ríe. — ¿Qué te hice para que me temieras?

—No sé.

—Está bien, no preguntare nada solo hablaremos.

—Tampoco.

— ¿Por qué? —exclama dramático.

—Porque voy a decir tonterías —empino mi taza.

—Okey —suspira— Terminemos la botella y nos dormimos.

Asiento, cantábamos la música que sonaba mientras mirábamos por la ventana.

—Si algún día planeas escaparte, solo avísanos a nosotros y te cubrimos pero también es por si necesitas irte del lugar sepamos donde ir a buscarte sin problemas.

—Gracias.

Empujamos a James a un lado de la cama pues se había apropiado de ella por completo, me acosté en el medio de ellos y no pasaron ni cinco minutos cuando me quedé totalmente dormida.

(…)

Hoy a primera hora sin faltar tenía a la señora Elizabeth despertándonos, los gemelos se fueron a su habitación y yo bajé a desayunar pues no mentía con lo de comprarme ropa para el primer día de clases.

—Podemos comprar primero tu ropa y después tus útiles —dice sacándome de mis pensamientos.

—Claro —asiento siguiéndola.

Entramos a una tienda llena de ropa de mujer, Elizabeth me dijo que escogiera la ropa que más me gustara y me la probara para así vernos en las cajas pues ella también iba a comprarse algo. Hay demasiadas chicas, unas con sus parejas y otras con sus amigas, verlas me hacen sentir tan sola que prefiero volver por donde vine.

Este sentimiento nos acompañará mucho.

Fui al área de faldas y vestidos, son de mis prendas favoritas no importa si hace frío me los pongo con unas mallas o red por debajo, tome algunos junto a unas blusas para ir al probador. Tuve que esperar pues hay demasiadas chicas, supongo que quieren lucirse para regresar a clases, tras unas cuantas miradas y que casi me tiren la ropa llegue a donde la Señora Elizabeth.

—Disculpe la tardanza Señora Elizabeth —habló apenas me acerco a ella.

—Nada más dime Eli o mamá si así gustas.

—Está bien, Eli.

— ¿Nada más eso?

—Son mis prendas favoritas —señaló encogiéndome de hombros.

—Estoy tan acostumbrada a comprar pantalones y shorts que el tener que comprar esto para mi es algo nuevo —habla mirándome con ternura.