15. Paleta

Ashly Pov.

Es extraño no ver a los chicos pues desde que llegue  no me encontré a ninguno pero por alguna razón ya me acostumbraba a verlos en la entrada pero es lógico todos tienen sus vidas y nos los puedo obligar a quedarse conmigo, estoy algo aburrida en la sala de computo se supone que tengo que hacer un ensayo para antes de que acabe la clase que es como en 10 minutos y solo llevo el titulo.

—Chica —susurra alguien a mi lado— ¿Cómo hiciste la conclusión?

—Llevo nada mas el titulo.

— ¡¿Qué?! 

La maestra nos voltea a ver y nosotros nos escondimos detrás del monitor.

— ¿Te lo paso? 

—Serias un amor de persona, gracias.

Me empezó a dictar su archivo y en el proceso pensaba en la conclusión, dan los 10 minutos y nosotros todavía no terminamos. — Salen cuando me llegue su correo.

Nos miramos preocupados, faltábamos nosotros y un chico de una mesa mas atrás por lo mismo ya no había tanto ruido dificultando un poco el copiar, él tenia mejor vista de mi monitor así que el copiaba la conclusión mientras yo la escribía rápido. Mandamos el correo casi al mismo tiempo que el chico de atrás por lo que nos despedimos y salimos rápido del salón.

—Gracias por la ayuda.

—No, gracias a ti porque realmente estaba perdida.

Cada quien se fue a su salón, me causo ternura que el chico me ayudara aunque en todo este tiempo no lo he visto. El viento levanta un poco mi falda me sorprende que aun sigo usando faldas a pesar de clima tan bipolar.

A lo Dylan.

Me rio y siento en mi lugar buscando algún dulce en mi mochila, pero pareciera que ya no tengo por lo que necesito hacer compras. Tengo el suficiente dinero para empezar a hacer mi cajón de dulces, aunque debo de encontrar la forma de que los gemelos no se enteren, empiezan a entrar y Dylan se sorprende al verme estar ya sentada.

Se sienta a un lado de mí y siento mucha vergüenza como para mirarlo a la cara, no entiendo la relación que nosotros llevamos peor ayer estar entre sus brazos se sintió tan bien pero al mismo me da miedo porque conociéndolo no se volverá a repetir.

Es la segunda vez que te abraza…

Tienes razón, pero aun así me da demasiada pena mirarlo a la cara, siento su mirada sobre mí al mismo tiempo que siento un ligero calor en mi cara.

Ábrete tierra y escúpeme en Júpiter.

La maestra está explicando, pero mi cerebro solo piensa en el chico junto a mi provocando más mis nervios por lo que empiezo a jugar con mis dedos, una costumbre que tengo desde pequeña, pero en un intento de prestar atención siento como pasa su mano por mi brazo como si estuviera pidiendo permiso, al ver que no lo rechazo toma mi mano entrenzándolas haciendo círculos con su pulgar en mi dorso.

Me quedo asombrada mirando nuestras manos y lo veo a él, luce tan tranquilo y no tiene la misma cara de siempre me mira de reojo dándome una pequeña sonrisa.

Creo que acabo de dejar de funcionar.

Miro mi cuaderno, algo de mi quiere salir corriendo de aquí pero sé que será difícil pues estoy a mitad de una clase.

—Empiecen con la actividad, necesito avances para hoy —ordena y yo ni siquiera sé qué tengo que hacer.

Dylan acomoda su silla para mirarme de frente sin soltar mi mano. —Tenemos que dibujarnos entre nosotros —explica al darse cuenta de mi rostro.

— ¿Cómo retratos?

—Exacto pero con un fondo que represente al otro.

Que lo dibuje con un fondo de limones dice…

—Empecemos el boceto.

Suelto mi mano lentamente porque la necesito para hacer el trabajo mientras en lo que pienso que puedo poner de fondo, no pueden ser personas debe ser algo más personal. Termino haciendo espacio para un árbol de limones y una cámara en la que podría ser la posición del sol, no es un dibujo de cuerpo completo solo de la mitad del torso para arriba.

Dibujo la cuadricula para tener todo más proporcionado, miro la hoja y recuerdo las fotos en el campo, podría intentar hacer un campo de fondo junto a los limones aunque podría poner las cosas que usa para tomar sus fotos y un pequeño peluche representando a Cathi.

— ¿No me quieres dar pistas para saber que poner? Por favor —ruego haciendo pucheros.

Le echa una mirada a la idea en mi hoja. —Solo diré que falta alguien más por representar y no es de mi familia.

—Me vas a dar una pista, ¿Verdad?

—No.

—Bueno puedo ver el tuyo.

—No, se lo tienes que mostrar al otro hasta el final.

—Pero… Tu… ¡Oye! Eso no es justo tu viste el mío por lo tanto merezco ver el tuyo.

—Eso no será posible —cubre su hoja con su brazo y sigue haciendo su dibujo.

Me lleva la que me trajo.

Hago los trazos para hacer su cara aunque todavía no sé cómo hacerlo a él creo que empezar por el fondo será más sencillo y también podre pensar en cómo dibujarlo. La maestra pasa por todos los lugares minutos antes de que la clase termine para que cuando el timbre suene podamos salir todos sin ningún retrasó.

(…)

Estoy platicando con las chicas mientras vamos de vuelta a la cafetería.

—Nuestro fin de semana de chicas tendrá que esperar —habla Cinthya sacándome de mi burbuja.

—No me pueden echar la culpa ahora si hice mi espacio.

—Lo digo por la fiesta de Simón.

— ¿Es este fin de semana? —cuestiono sorprendida, se supone que sería después o bueno eso es pensaba.

Amy niega divertida. —Ya te lo habíamos dicho.

—Pues no me acordaba.

—Te mande un mensaje en la mañana con su dirección y me dijiste que pasara por ti —me regaña Cynthia.

— ¡Las mañanas no cuentas! Ahí no hago uso de mis cinco sentidos.

— ¿Enserio estas en tus cinco sentidos? —pregunta burlona Amy.

— ¡Amy! —la miro— Usualmente no hago uso de mis cinco sentidos y mucho menos en las mañanas.