Neutro. El club y algunos de sus secretos, conociendo a las perdedoras. Prioridades son prioridades. -

Neutro. El club y algunos de sus secretos, conociendo a las perdedoras. Prioridades son prioridades. -

                                     ¿Primero no entiendo que hago aquí? Estoy socializando con tres damas, que no se si son diosas o demonios, y el club parece un culto sectario…nada por aportar…

Cuando ingresé al recinto, fue la primera impresión. El sitio era un lugar un tanto lúgubre. Había dos estantes grandes llenos de libros. Posiblemente no todos en el idioma característico, más bien parecían del Medioevo. Las paredes contenían cierta humedad, pues al ser un subsuelo, era lógico que todo el perímetro estuviera remarcado por caños de agua vetustos. También se oían ruidos de chillidos. No quería alarmar a nadie, pero podrían ser ratones, ratas, lagartijas, y lo que sea. No me sorprendía la cantidad de ácaros, y arañas. Cucarachas no habría debido a los depredadores. En definitiva éramos bastantes. Es lo bueno de la sociedad, uno nunca esta solo definitivamente. Para concluir, había varios poster de dibujos alquimistas, y de figuras extrañas. Esto no me gusta nada..muy sectario para mi gusto, pero no tengamos que concluir en un suicidio en masa por alguna razón estrambótica de esas que un orador con su falacia suele aplicar. La habitación era muy amplia, y todavía teníamos otro cuarto, cuya puerta estaba cerrada. Supongo que es el altar de sacrificios, comenté con ironía absoluta.

• Ya deja de pensar tanto y siéntate – Expresó la chica de cabello naranja. Pandora
• No me extraña, siempre con esa simpatía – susurré
• ¿No te oí? –
• Chicas, chicos. Vamos a dar una clase introductoria y luego pueden retirarse
• ¡Perfecto! Ya tuve suficiente
• Gasparin, ya te agendé – Comenta Iris
• Oh ..bien … mmm – Bueno mientras no sea pesada
• No olvides enviarme mensajes – Expresa Minerva
• Veo que estas ocupado ¡Je! ¡Je! – Manifiesta Pandora
• Ya callense – Dije sin en mi mente
• Bueno … ya terminen los comentarios
• Profesora – Levanta la mano uno de los diez que éramos. Un hombre podría decirse de unos treinta años - ¿A qué se refiere este grupo de club?
• Si quisiéramos saber – Manifiesta otra dama de unos veintitantos años 
• Bien.. éste grupo es el grupo de los Fracasados malditos
• ¿Fracasados malditos? -. Fruncí el ceño – ¿Qué tonterías dice?

Todos la observaban de la misma manera con cierta causticidad. Era tan evidente que nadie levantaba la mano siquiera, para proseguir con las preguntas

-Bien..primero me presentaré..Soy la profesora – Mientras hablaba tomó una tiza y escribía con un ruido asqueroso que lastimaba los dientes – ¡¡Shiishsihsih!! – ¡!Por favor deje eso!! Envié la información por celular. Todos ante el arcaico uso del pizarrón vetusto se quejaban por el sonido incipiente.  – Soy la profesora…Alanna Dos Santos.. y desde hoy ustedes fracasados, van a ser que otros fracasados salgan adelante.

- ¿Fracasados? ¿Nosotros? – Nos dijimos mirándonos sin sabes que mencionar. –

- Si ustedes, están aquí porque son unos fracasados. Fracasados en la sociedad, en las relaciones amorosas, en los trabajos, en la amistad, y en todo lo que corresponda a esta vida. Los fracasados.. y comienza a escribir.. fueron malditos desde tiempos antiguos, por los poderes de los demonios desde la antigüedad.

- Oiga..  – Dije- ¿Es en serio? – Pregunté con cierta mueca burlona

- Aguarda…Una cierta población de la humanidad ha sido condenada al fracaso, la perdición. A ser inútiles desde que vienen a este mundo hasta que se van y luego reencarnan. Maestros de la alquimia como Rubert Molnar y Farkas Balogh, fueron los precursores desde la baja edad media en la vieja colonia de Dacia y Panonia, la gente Árpad hasta los sucesores de Carlomagno, y Matías Corvino. Estos alquimistas difundieron el club hasta llegar a las tierras de Escocia, y desde allí, España, lusitana, y todo el virreinato de América, desde el rio de la Plata hasta la capitanía de México.

- Espere –Comenté ante la locura de la historia y nuestra ignorancia –

- ¡Shh! – Dijeron todos

 - ¡Bueno! 

- El culto se expandió tratando de ayudar a esos fracasados a modificar su vida, su existencia. Resulta que aquellos están como les he dicho malditos de nacimiento, y deben ser purificados. Sin embargo hay mas en esta historia. Aún existen quienes precisan de esos fracasados. Entes que actúan desde la clandestinidad, ya que la masa de estos perdedores equilibra la sociedad de los ganadores que son ellos. Y los clubes por diferentes causas fueron desapareciendo del mapa mundial y universal, a través de maldiciones. Magia negra que destierra a los fracasados condenándolos aún más a la derrota.

- Estem… profesora – Quise decir unas palabras

- Y también…