El club de los fracasados malditos

Neutro. Compañera de trabajo. Ciber. Dos fracasados, mas todos nosotros. Iris y su temor. Las figuras.

Neutro. Compañera de trabajo. Ciber. Dos fracasados, mas todos nosotros. Iris y su temor. Las figuras.

 

                                Nos piden que busquemos fracasados, ¿Sin embargo si estamos nosotros para ello?

  

- A ver si comprendí? – Reformulé la pregunta masajeándome la cien con los dedos de ambas manos – Tú,...si tú...¿Eres mi compañera de trabajo?

- Es simple. Como no me esperaste. Edgardo me hizo unas preguntas y quería salir a tomar una cerveza. Le dije que en otro momento. Y no estabas. Recordé el nombre del ciber que Alan mencionó que frecuenta y fui directo. Había una marcha por lo que tomé un atajo simple.

- Conozco todos los atajos..Bueno no importa

- Déjame concluir. Mientras revisaba donde quedaba el sitio, estaba el aviso de se busca empleado-atención al público. Cuando llegué Horacio estaba fuera. Envié mi curriculum de camino al Ciber. Y él lo recibió por móvil. Y retomando. Ingresé, pregunté. Mi perfil le pareció agradable. Y ahora soy tu nueva compañera. ¿Así que éste es el sitio que frecuenta Alan? Se llena de muchos Gamers. ¿No?

- See..- Fui a la mesa de maquinas – ahora Pandora es mi compañera de trabajo. ! Agradable noticia! Solo dos días de conocerla. O mejor dicho no querer conocerla.

- ¿A qué horas suele venir?

- Generalmente es en éste turno. ¿Puedo preguntarte algo?

- !Qué sea algo importante! ¡Por favor!

- ¿Por qué tienes tanto empeño en Alan? Hay muchos hombres y eres una dama linda – Expliqué – Lastima el verdadero carácter – Susurré

Ella se contuvo impoluta cuando le dije linda. Y colocó un rostro de vergüenza.

- ¿Alguna vez te has enamorado?

- Nop..que yo sepa

- Es difícil. Pero el amor te produce n sentimiento increíble sobre esa persona a la cual encuentras. Y no existe más nada alrededor que ella. A Alan lo conozco desde hace tiempo. Unos años en la secundaria. Pero siempre por vergüenza tuve un contacto efímero. Luego de tiempo me propuse conocerlo más. Por casualidad Marín mi amiga también lo conoció, sin embargo supongo que ella es más valiente.

- ¿O sea que el amor te vuelve estúpido?

El rostro de Pandora se volvió como una máscara demoniaca, a punto de estallar.

- ¿Me llamaste qué?

- Aguarda! – Coloqué mis manos para pausar la situación – Lo exprese literalmente hablando. Genéricamente.

- Bueno en ese sentido. ¿Comenzamos a trabajar?

- No empiezas mañana

- Me quedaré. Ya que estoy aquí

- Genial! – Confesé con ironía. No tenía muchas opciones más que aguantarme los reproches y problemas psicológicos de Pandora.

A medida que se iban sucediendo las horas ella se adaptaba con las tareas laborales. El ciber se compone de dos pisos con maquinas  con su respectivo CPU dentro de cubículos para los que deseen privacidad. Pueden ordenar comida y estar hasta altas horas como si fueran a vivir. De hecho algunos alquilan el espacio y van y trabajar y regresan. Está destinado aquellos a los cuales la vida les pegó duro por una u otra razón. Aquí como en cualquier parte podíamos ver innumerables facciones de fracasos.

Tenía uno en vista, pero Pandora lo detectó primero.

- Encontré – Nos dijimos en coordinación – Un fracasado.

- Yo lo vi primero.

- Dedícate a trabajar es tu primer día.

- No seas molesto. Puedo hacer las dos cosas

- ¿Ah sí? ¿Y la orden de pizza que te pidieron?

- !!Ay!! Se me olvidó completamente

- !Je je! – Sonreí de manera malévola

Nuestro fracaso era William. Unos veinticinco años, metro setenta. Trabaja en una tienda de celulares. Su novia lo abandonó hace poco tiempo. No tiene familiares que se le conozcan el ciudad. Su semblante data de una perdona mayor. Eso significa estres, angustia...desesperanza.

Claro que sabemos estos datos, debido a la información que proveen cuando alquilan ese mini cuarto con computadora. El problema no es tanto laboral, lo que puede que sea amoroso. ¿No sabemos de hecho el por qué de alquilar un sucucho reducido? Cuando podría entrar en un departamento con las condiciones dignas que requiere un ser humano.

- !Mensaje en mi móvil! Un emoji de un rostro molesto. Y la palabra “Te odio”

- !Veo que te aman! -  me expresa alguien detrás de mí dando un susto terrible

- Ahhhh – Me di la vuelta era Pandora

- !No seas ridículo! – Expresa ella, tampoco es que hayas visto un monstruo

- Como si no lo fueras!!! ¿Por qué husmeas detrás?

- Te estaba llamando y estabas inmerso en tu público que mucho no te quiere.

-  ¿No sé quién es?

- No me importa. La maquina dos se ha apagado.




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