El club de los fracasados malditos

Neutro y Minerva. Hay que salvar la princesa. Las figuras están en el reinado. Vamos todos por ella.

Neutro y Minerva. Hay que salvar la princesa. Las figuras están en el reinado. Vamos todos por ella.

Desde el primer momento que la vi supe que era de la realeza, pero una que solo se esconde en el corazón. -

Minerva no contestaba los mensajes y realmente era preocupante. Mientras escribía en mi notebook mi novela, cavilaba las posibilidades de que por ciertas razones no podría dar con su paradero. Era simple. El secuestro del duque, el secuestro de su familia, el secuestro de ella misma para escapar, ¿El secuestro de una de las figuras? No eso es una tontería.

Aunque luego de una hora de escribir sobre mi ordenador la casilla de email tenía un correo sin remitente.

  • ¿Qué será? Un virus…con cuidado Gaspar
  • ¿Qué hace señor? – la voz del más allá
  • ¡¡Ahh!!..no me hagas eso Anna. Ya sabes que produce escalofríos
  • Buenooo…Perdón – Se ofende ella.

Coloqué el antivirus y no captó nada el análisis al comprobar el mensaje.

  • ¿Supongo que está bien?
  • ¿Qué hace? – Curiosea Anna
  • Son mis correos.
  • Ah…¿esos como misivas? – Titubea.

Al abrirlo había una frase de Chejov.

Querido..sé que me extrañarás, pero debo cumplir mis deberes. Espero que sigas tan bien y alegre como lo eres. Y sarcástico.

Hice una pausa. ¿Quién será? El remitente desconocido. El email era viejo. Como si nunca lo hubiera leído

Recordé…algunas palabras de Minerva. Fue luego del accidente. Esa misma noche por mensaje

Gracias por darme alegrías. Quería hacer mi último colsplay y lo pude lograr gracias a ti. Te quería mencionar. Tengo sueños extraños. Un tanto, reales. Tu, y yo en medio de un campo y un monstruo nos ataca. Tal así que despierto y presiento que realmente pasó. ¿Hay algo que está mal?

  • Si - me dije – No deberías recordar nada. Ese es un problema

No importa. Lo que importa es que deseaba con muchas ansias escribirte. Eres como mi príncipe. Solo que aquí no tiene final feliz en lo referente a mi vida.

Y allí termino.

Regresando al email…

Ojala en otro momento nos crucemos. Otra vida, mejor, con más libertades y solo tú y yo. Otro planeta alejado del universo mundano que conocemos. Mi escritor favorito…plásmame en tus palabras e inventa una vida en la que estemos unidos. Eternamente para ti…..alguien para ti.

Minerva se encontraba descansada en el palacio. Abrazaba a su lado un oso que adquirió gracias a una persona especial, y no lo soltaba por nada en el mundo.

  • Ojala vinieras a salvarme – Se dijo entre susurros. -

Allí concluía la carta. ¡Rayos! ¡Rayos! Esto no está bien – me remordía el sentimiento de desazón. –¿era Minerva? ¿Había regresado a su patria? No era como debía concluir. No la forma que quieren. Para nada. ¿O seguramente un desconocido? ¿Quién?

Mensaje de Pandora

  • ¿Sabes algo de Minerva?

No sabía cómo contestar. No creí necesario narrarles sobre las cartas que ella enviaba por email. Era absurdo. Del pasado y la historia de Minerva yo sabía algo. Ellas no saben nada de nada. ¿Si les dijera tendría sentido?

Ahora el mensaje es de Iris.

  • Estuve revisando su web social. No ha posteado en tiempo nada de nada. ¿Estará bien?

Luego Pandora de nuevo

  • Fui a su casa. No atendía nadie.

Nos habíamos armado un grupo para ella, entre nosotros.

Y luego un mensaje particular. Pero esta vez era de Mikonos.

  • Muchacho…tenemos una misión
  • ¿No tienes una vida qué llevar?
  • Deja de quejarte niño. Por cierto es en otra ciudad. Te daré detalles en adelante.
  • Gracias por la comprensión.
  • ¡¡No seas llorón!!

Coloqué el móvil en la mesa de living y fui directamente a prepararme un té para calmar la ansiedad. Debía pensar. Me tenía preocupado Minerva. ¿Y si realmente es cómo supongo?

Fui de la cocina al ordenador y me dispuse a escribir algo. Una historia más de esas que no concluyen. Una dama en apuros. Un casamiento trunco. Y un héroe que no es héroe, sino un asustadizo individuo que queda atrapado entre el rescate y la princesa.

  • Es un argumento bello – Se aparece Anna
  • ¡¡Ahh!! ¡¡No hagas eso!! Me asusta
  • ¿Qué esto? ¡¡Y me susurra al oído!!
  • Eres fastidiosa. ¿Podrás decirme cuando te irás?
  • ¡¡No seas malooo!! Claro…seguro, prefieres a tu amiga de cabello violeta.
  • No prefiero a nadie.
  • ¿Por qué estas escribiendo sobre ella?
  • No estoy..aguarda.. – Fruncí el ceño – No tiene nada que ver con ella, esta historia.
  • ¿No? – Se cruza de brazos irónicamente
  • Estas totalmente equivocada
  • Nunca me equivoco…escribes muy bien el destino.
  • Deja las tonterías.
  • No importa…¿Qué hay de cenar?
  • ¿Solo piensas en comer? ¡¡Me sales caro!! Aparte.. ¿Estás segura que eres un fantasma? Me es increíble que puedas hacer comer como si estuvieras viva.
  • Soy una entidad…no un fantasma
  • Pero Lucius y William. -
  • Ellos no saben nada…¿Y por qué ya no me lees?
  • Léete tú. Allí tiene todos los libros – Sería una biblioteca. -
  • ¡¡Quiero que tú me leas!! – Y me abraza. De inmediato suena el timbre. Hoy tenia día libre en el trabajo.




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