El color de la Luna proximamente

Prologo

—Y entonces, la joven mujer salto sobre el ardiente fuego— El anciano hizo un sonido algo raro y luego, incorporándose de golpe, estiro sus brazos como queriendo agarrar algo inexistente. Logrando así, asustar a sus nietos.

Tres de ellos varones, y una de ellos, la mas pequeña, una joven.

Los cuatros reunidos al rededor de su abuelo, quien les contaba siempre la misma historia.

Sobre la joven mujer que hizo de todo para poder restaurar el apellido de su familia, el mismo apellido que esos jóvenes portaban.

Pero siempre había algo que pasaba, la mujer nunca llegaba al final de su misión.

Aún así, un día, una de ellas llego al final...

Doce años después...

Annabelle se encontraba inclinada intentando observar que sucedía abajo. No se animaba a bajar allí, pero sabia que tarde o temprano la curiosidad le ganaría.

—Vamos Anna, baja—Le grito una fuerte voz varonil.

Ella rodó los ojos, sabiendo lo que abajo le esperaba.

Sus primos podían ser mayores a ella, pero no dejaban de ser tan estúpidos como lo eran cuando niños.

Abajo se escucho movimiento, algo que caía y se hacia trizas. Tras eso, pasos apresurados subiendo las escaleras del sótano.

Luego, el rostro preocupado de sus primos.

—Necesitamos ayuda—Hablo el menor de los tres.

La curiosidad de Annabelle siempre fue mayor a ella, por lo que no se siguió resistiendo, bajo con cuidado las escaleras, sintiendo los pasos de sus primos detrás.

El cuarto era enorme, había tan solo una amarillenta luz iluminando el lugar. Algo llamo la atención de la chica, un brillo.

Tanteando en las paredes, los chicos la miraba con curiosidad, no sabían que estaba haciendo, hasta sintieron un clic y mas luces se encendieron.

¿Cómo fue que ellos nunca se dieron cuenta?

La habitación estaba cubierta de polvillo, tierra y apestaba a humedad.

Había cajas de todos los tamaños y formas, artefactos extraños, libros y Dios sabrá que otras cosas mas.

El mayor de los primos, Jason camino buscando lo que se había roto. No tardo mucho en encontrarlo, había cristal por todos lados.

—Ayúdenme con esto—Llamó a los otros.

El primero en aparecer fue Felix, el mas chico de los tres varones. Miraba todo con aburrimiento.

Luego apareció Oliver, el del medio. Él parecía mas emocionado que Felix.

Y tras ellos, Annabelle. A ella solo le interesaba que diablos habían roto y el poder abrir esas cajas.

Los cuatro miraron el suelo, un cristal color violeta estaba esparcido por todos lados.

Oliver se inclino para recoger uno.

Pasó rápido, primero el chico chillo, después un vapor surgió del pequeño crista, y por ultimo, la yema del dedo del chico se puso roja.

—¿Qué diablos...?—Esta vez fue Felix el que imito el acto de su hermano.

Y todo se repitió, ambos chicos quedaron en el suelo, gimiendo por el ardor.

Annabelle sentía que podía llegar a explotar, demasiadas preguntas, ninguna respuesta.

Hizo ademan de imitar a sus primos, pero la fuerte mano de Jason la detuvo.

—Ni se te ocurra— Le advirtió.

Ella se zafo de su agarre, se inclino y observo el cristal. El violeta era su color favorito, no pudo evitar sentirse atraída ante la belleza que emanaba de un simple pedazo de cristal.

Estiro sus dedos, preparada para sentir lo que sus primos. Pero cuando el cristal fue tocado, nunca llego a sentir nada. Solo sintió el hecho de que eso que sus primos habían roto, contenía algo adentro. Debía de encontrarlo.

Sin saber como, sabia lo que buscaba.

—Busquen un collar—Le ordeno a sus primos, que aun seguían estupefactos al notar lo que había sucedió.- Tiene que tener una gran piedra Amatista, tiene que tener este color-Añadió enseñándoles el cristal.

Esa tarde, los cuatro primos se la pasaron buscando el collar, mientras, sentado sobre el pasto, su abuelo observaba ,desde la pequeña venta, orgulloso la escena que se daba frente a sus ojos.

Sonriendo, lo supo. Ella lo lograría.

Entonces se incorporo, guardando el pequeño collar con la gran Amatista en su bolsillo.

Annabelle, desde adentro, vio a su abuelo guardar el collar.

Se pregunto que diablos estaba pasando, pero no lo sabría.

No hasta dentro de un par de meses.




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