El color del cambio

26

Han transcurrido varias horas. No he logrado conciliar el sueño de lo mucho que he pensado en lo sucedido momentos atrás. Angustias y preocupaciones plagan mis pensamientos: Lady Raven, mis amigos, la gente de Croma, y lo que pueda suceder con ellos; sobre todo, me inquieta pensar en lo qué sucederá conmigo en la mañana.

Se ha llegado la hora cero del día, y todavía sigo despierto. Llaman a la puerta y me incorporo sobre mi cama.

—Adelante —indico, y la puerta se abre.

—Buen día, señor Flint —me saluda la joven Caramel al ingresar en la habitación, con una reverencia como suele hacerlo.

—Buen día —respondo.

—Lo veo un poco cansado. ¿Tuvo una buena noche?

—Estoy bien, solo tuve problemas para dormir.

—Le dije que me llamara si me necesitaba. Podía haberle traído una bebida tibia para ayudarlo a relajarse y conciliar el sueño.

—Lo lamento. Tal vez en otra ocasión será.

—De acuerdo. ¿Qué traje es el que usará hoy?

—Esto… No tengo… No estoy seguro.

—¿Puedo hacer una sugerencia? —indica.

—Claro.

Ella sonríe y abre el armario para tomar una de las prendas de vestir.

—Si me permite decirlo, este beneficia mucho su apariencia, señor Flint —expresa ella con una gran sonrisa en sus labios.

Tomo el traje, me coloco detrás de un vestidor que allí se encuentra y paso a colocármelo. Luego de esto me asomo a un espejo y me percato de que, en efecto, jamás había lucido tan bien en mi vida.

El traje consiste en una prenda muy larga que llega poco más abajo de la rodilla, similar a un largo abrigo de cuello alto y con una división en la parte inferior trasera, una chaqueta ligera, una camisa de cuello alto y mangas largas y pantalones de corte algo entallado. El conjunto incluye un par de zapatos estilo botín, y un lazo de corbata que tengo problemas en anudar pues es la primera vez que uso algo como eso en mi vida, por lo que Caramel acude en mi ayuda. El traje se vuelve de tonos distintos según mi color de piel: el largo abrigo, la corbata y los pantalones se vuelve de un tono de gris bastante oscuro, la camisa se torna de un gris muy pálido, y la chaqueta se vuelve de un tono intermedio.

—Venga conmigo; lo llevaré al comedor. Allí lo esperan para el desayuno —solicita Caramel.

Yo asiento y entonces pasamos a dejar la habitación. Descendemos dos pisos y llegamos hasta el mencionado sitio. Allí se encuentran todos reunidos, entre ellos Umber, el hombre al que se refieren como Gran Jefe, Admiral, y varios oficiales del ejército Marrón. Hay otros asistentes que no tienen el aspecto de militares, pues su indumentaria es muy formal, un poco similar a la mía aunque menos ostentosa.

—Damas, caballeros; Flint hijo de Pitch —me presenta un sirviente Marrón de apariencia joven.

Todos los presentes se ponen de pie, y una de las jóvenes de la servidumbre me prepara un asiento para que lo tome. Al sentarme, lo hacen los demás, y comienzan a servir el desayuno.

El alimento no es muy ostentoso, compuesto por platos sencillos pero exquisitos y abundantes. A los Marrón los caracteriza su gran apetito, razón por la que hay tantos alimentos a la mesa.

Mientras ellos comen, pues yo apenas si he tocado un poco mi plato, conversan sobre temas comunes, trivialidades del día a día. Es curioso cómo ninguno de ellos averigua sobre mi vida en Croma, sino que me ven como uno más y me conocieran de toda la vida. Parece ser que Admiral les ha contado todo lo referente a mi persona. En lo personal me parece un alivio, pues no tengo intenciones de hablar con esa clase de personas.

Terminado el desayuno, todos ellos se dirigen a sus respectivas actividades del día. Entonces Admiral se acerca a mí y comienza a hablar.

—No voy a estar muy ocupado este día. ¿Hay algo que desees hacer? —inquiere.

—De hecho, sí: quiero saber dónde se encuentran las princesas Negro, y espero que puedas llevarme donde ellas —respondo.

—Interesante petición.

—Una de ellas es mi amiga, y quisiera volver a verla.

—Entiendo —sonríe—. De acuerdo, ven conmigo —invita, entonces me levanto de la silla y entonces acompaño a Admiral fuera de lugar donde nos encontramos.

Avanzamos hasta un edificio de grandes dimensiones que se asemeja a una mansión. Allí, Admiral llama a la puerta, y una mujer Marrón de edad avanzada es quien le responde.




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