El comienzo de Ameli

Un conocido, muy conocido

Después de ver a Emma hablando con Andrew, la llevé a la guardería. Me entró la curiosidad por saber que estuvieron hablando pero no pregunte nada, iba a esperar a que ella me contara. 
Habían pasado ya tres semanas y el no daba el brazo a torcer me seguía invitando a salir o incluso me traía café a la mañana con medialunas, no me quejaba pero tampoco me iba a comprar tan fácil con comida. 
Augusto iba a llevar a Emma a comer y al parque, ya que hoy el no trabajaba. Salgo del hospital para ir a comprarme el almuerzo y volver, compro una tarta de jamón con queso, una pepsi y vuelvo al hospital. Cuando entro me quedo quieta al ver al hombre de ojos grises, cabello negro, alto, con un jeans negro, una chomba blanca que le resaltaba los músculos.
Me puse pálida al reconocerlo, el me observo y se fue acercando a mi, sin darme tiempo a reaccionar o irme para otro lado.

-¿Daian, sos vos? Me dice mirándome detalladamente

-¿Marcos, que haces acá? Pregunto

-¿Así tratas a los viejos amigos? Me contesta guiñandome un ojo.

-Vos y yo somos conocidos, no amigos. Digo ya en tono de molestia

-Tenes razón, aunque hubo un tiempo que fuimos algo más. En fin, vine con mi mamá y mi hermana de vacaciones y justo mi hermana se enfermó, pero nos olvidamos el documento en Buenos Aires y quería hablar con alguien para que la atendiera y pagar aparte. Me comenta

-Uh pobre camil (la hermana), bueno mándale saludos a Carla (madre) y a camil. Digo para retirarme.

-Espera ¿vos no podrás hacer nada? No por mi, si no por mi hermana, ella te adoraba.

- Dejame ver que puedo hacer y marcos, acá solo me conocen por Ameli, no por mi segundo nombre daian, te agradecería que solo me digas Amel o Ameli. Me voy sin darle tiempo a que me responda.
Voy directo a mi piso, dejo la comida a un costado y voy al piso de Salomé a pedirle el favor a ella.
Al llegar la encuentro con sus internas.

-Salome. La llamo y ella viene con una sonrisa

-Ame, que paso?. Me pregunta

-Necesito pedirte un favor. Le comento lo que estaba sucediendo, no toda la historia simplemente que era un conocido y la hermana era como mi amiga y bueno.

-Me encantaría ayudarte, pero el único que puede ayudar es mi papá o mi hermano, pero mi papá está de viaje así que solamente queda el. Me dice con una sonrisa.

-Salome, sabes que con tu hermano no nos llevamos del todo bien, pero tenes razón..

- Ame sabes que le caes bien, que a vos te caiga mal es otra cosa. Aunque todavía no termino de entender el porque.

- Algún día te lo voy a contar, pero ahora tengo que ir al piso de tu hermano. Digo poniendo los ojos en blanco.

Me despido y salgo para el piso de Andrew, al llegar veo a Oviedo muy tranquila sentada en el escritorio de el, ya que estaba la puerta entre abierta. 
Toco la puerta y sale el un poco despeinado, ella sale detrás. Genial y así quería que yo saliera con el, digo para mí misma.

-Hola dr, disculpe que lo moleste necesitaría hablar con usted y Oviedo creo que este no es su piso,¿ quiere que le llame la atención y lo deje en su expediente? Le digo a ambos.

-Si dígame que necesita, pase al despacho. Paso y el se despide de Oviedo, veo que ella se va hecha una furia.

- No quería molestar pero necesito pedirle un favor. Le comento todo lo que estaba pasando y si el podía antenderlos sin el documento, ellos iban a pagar aparte.

- Esta bien, con dos condiciones. Genial y yo que pensaba que me iba a ayudar porque tenía una pizca de bondad, me digo a mi misma.

- Dígame. Le respondo cortante.

-Una cita, este viernes a la noche esa es mi primer condición y la segunda es que no podes decir que no. Salio recién Oviedo del despacho y me esta pidiendo una cita, Que hombre más egocéntrico, me digo y lo miro con enojo.

-Esta bien, solo una, ahora acompañeme así los presento. Digo cortante. 
Bajamos a recepción, empiezo a buscar y lo encuentro sentado esperando, al verme se levanta y viene hasta mi.

- Señor marcos, le presento al doctor Andrew el se va a encargar de atender a su hermana. Les digo mientras ambos se saludan.
Empiezan hablar entre ellos, cuando estoy por irme Andrew me llama.

-Ameli así como yo me voy a encargar de este caso, necesito que vos estés conmigo en el también. Genial y yo que no quería verlo, hasta el viernes murmuró para adentro.

-Esta bien doctor. Marcos se acerca a mi sin importarle que Andrew esté a mi lado.

-Dejame invitarte un café y ponernos al día como antes, me guiña el ojo.

- Que oferton Marcos, pero no gracias no tengo tiempo. Le digo mirando para otro lado.

-Dale Daian como los viejos tiempos, ¿el sabe que estás acá?. La pregunta me dejó pálida, no sabia que responder, se me había olvidado hasta de hablar. Miro a Andrew que me mira con una ceja levantada esperando a que responda.
Tomo del brazo a Marcos y le pido disculpas al doctor, me corro a un costado junto a él.

-Marcos te dije que no me llames Daian No el no sabe que estoy acá, y tampoco lo va a saber, porque si no, tu hermana se queda sin atención. le digo hecha una furia.

-¿ Porque no sabe que estás acá?, el quedo afectado después de que te fuiste y más sabiendo de la pérdida de Emma, tan chiquita pobrecita. Me dice fingiendo lástima.

Andrew interrumpe y dice que no tiene mucho tiempo que si ya podíamos ir a ver a la paciente, al llegar le digo al doctor que lo esperaba afuera, pero el se niega y me hace entrar. Camil y Carla me quedan mirando como si fuera un fantasma. Carla se acerca

-Mi pequeña Daian estas bien, como estas después de la tragedia. Me dice y automateciamente miro a Andrew el me queda mirando. En un susurro le repito lo mismo que le dije a Marcos pero de mejor forma, que no me llamen Daian y que no le digan a nadie que me vieron en este lugar. 
Después de un rato que la reviso le dio el diagnóstico y todo, nos despedimos y fuimos a tomar el ascensor. 
Eramos nosotros dos adentro de este




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