Los siguientes días la Muerte o Caín como lo llamaba Altaïr se seguían encontrando en ese desolado parque hablaban por horas, La muerte cuidaba al niño y le daba obsequios, pues se había propuesto hacer todo lo posible porque el niño fuera feliz.
En verdad era una extraña relación
Los demás niños ya no se acercaban a molestar a Altaïr, porque siempre que lo intentaban sentían una aura muy oscura y peligrosa y por el miedo se alejaron de Altaïr.
La Muerte lo había prometido no dejar que nadie lastimara al pequeño y lo estaba cumpliendo, a la gente mayor que lo molestaba como algunas cuidadoras del orfanato simplemente les llegaba un paro al corazón o accidentes, la muerte sabia que estaba rompiendo las reglas al llevarse a humanos que todavía no estaban en la lista pero con tal de proteger al pequeño mortal estaba más que dispuesta a infringir cada una de ellas.
Altaïr por primera vez era feliz en su corta vida, conocer a Caín fue lo mejor que le paso, era un niño bien lo sabia pero eso no evitaba que sintiera algo dentro de su pequeño corazón por el mayor.
Poco a poco su corta vida empezaba a mejorar.
En el transcurso de su vida había sufrido mucho.
sus padres...
no entendía porque pero un día sus padres lo llevaron a ese lugar con la promesa de que volverian por el, cosa que no había sucedido, Altaïr se preguntaba que había hecho para terminar en ese lugar.
Cuando vivía con ellos aveces no había comida y su padre le pegaba, su madre...
Ella casi nunca estaba en casa, solamente en las noches la veía llegar e ir directamente a su habitación, aveces escuchaba las discusiones de sus padres, cuando su padre no estaba su madre traía a la casa amigos y se encerraban por horas en la habitación Altaïr jamas entendía porque, solo escuchaba ruidos.
Fue un día que sus padres habían discutido por largas horas en su habitación, Altaïr no comprendía porque discutían.
Fue a la habitación haber que sucedia...
Grave Error...
—estoy harta, jamas quise a ese niño, todo es tu maldita culpa—
—Mi culpa!!! No me eches la culpa solamente a mi, yo tampoco quería un bastardo, me arruino la vida—
—te odio a ti y a ese maldito mocoso—
Esa fue la primera vez que Altaïr lloro
Jamas había llorado, ni cuando su padre lo golpeaba, pero acababan de romperlo.
Jamas olvido esas frías palabras.
«Bastardo»
«me arruinaste la vida»
«te odio»
Se encerró en su habitación y lloro como nunca.
Había cambiado su perspectiva de ver las cosas.
Se odiaba.
Y sus padres lo odiaban
Lo único que no entendía era porque lo habían tenido si en primer lugar jamas lo quisieron.
A sus cuatro años lo habían roto...
Las personas que el mas amaba...
Y cuando lo llevaron a ese lugar y prometieron volver por el, no lloro Altaïr ya se lo esperaba, sabia que tarde o temprano lo abandonarían.
Y desde ese día el se había autoproclamado como un
Huérfano.
Y eso no fue más que el inició de su infierno...
El orfanato no fue muy diferente, las cuidadoras lo golpeaban, los niños lo molestaban.
Las cuidadoras más viejas cuando lo vieron por primera vez, el rostro de horror y temor que pusieron le dieron a entender que los golpes seguirían, nadie lo quiso adoptar por su inusual color de cabello y ojos, los demás niños lo llamaban fenómeno.
Se sentía un Monstruo...
Pero llego
Caín...
El joven hombre lo había tratado tan bien, que por un momento había olvidado todo su odio por si mismo, por fin despues de tanto tiempo había alguien que mostraba preocupación por el.
Pasaban los días hablando por horas, jugando.
Altaïr no le contó nada de sus padres jamas tocaba ese tema.
Al fin...
Alguien lo había Salvado...
Fueron días felices para Altaïr...
~•~•~•~
Pero como saben el tiempo pasa...
Y Altaïr fue creciendo como todos los mortales...
4 junio de 1770...
Altaïr había despertado emocionado pues ese día era su cumpleaños y había esperado mucho por el, espero ese día para compartirlo con Caín.
Así que desde muy temprano se vistio y salio al patio a esperar al mayor,pero pasaron las horas y Caín nunca llego.
Al siguiente día Altaïr lo volvió a esperar y como vio que la mañana avanzaba, solito se encaminó al viejo parque a ver si el mayor se encontraba ahí pero tampoco llego y con resignación y tristeza Altaïr volvió al orfanato.
Y así pasaron los días
Altaïr esperaba la llegada de Caín pero nunca llegaba...
Se había ido...