Aunque el universo se creó en solo siete días, la humanidad tardó milenios en desarrollarse. Sin embargo, detrás de la historia que todo individuo conoce, todo tipo de enigmas también se han desarrollado. Con ese planteamiento, la historia en turno da sus primeros pasos.
Milenios atrás, un meteorito colisionó sobre un desolado páramo, imbuyéndolo de una abundancia de recursos. Tal efecto fue posible gracias a los minerales que el cuerpo rocoso portaba, minerales que tenían la peculiaridad de poseer vida propia. Al mismo tiempo, las civilizaciones daban sus primeros pasos, y su encuentro con esas criaturas los motivó a hacer algo especial. Tras conocer sus similares ideales, los humanos y los seres de cristal forjaron una coexistencia.
En tan solo cuestión de años marcados por alianza, construcción y evolución, aquella simbiosis resultó en la formación de un reino que llevaría por nombre Gama, debido a la diversidad de habilidades que los humanos desarrollaron, gracias a quienes bautizaron como Toelumas. Aquella información estaba siendo compartida por la reina Raisa, emperatriz de Gama. La mujer deseaba que su joven hija, la princesa Romani, desarrollara ese interés en saber más sobre sus raíces, cosa que no funcionaba del todo, pues la niña no era muy amante de las clases de historia.
—Hija mía, ¿estás poniendo atención?
—Perdón ¿Me decías?
—Romani, tengo que decírtelo. Como princesa, es tu deber conocer sobre nuestra historia, ¿cómo pretendes convertirte en reina sin conocimiento alguno sobre todo esto?
—Es que es aburrido pasar horas leyendo sobre esos relatos.
—No se trata de simples cuentos, se trata de la razón por la que tú y yo estamos aquí.
—Está bien, ¿podemos ver una última lección antes de almorzar?
—De acuerdo, hija. Pero de verdad quiero que pongas atención.
—La reina tiene razón en lo importante que es conocer la razón por la cual nuestro poder como Toelumas ha sido traspasado a ustedes —comentó Howl, un lobo de cristal dorado. Era nada menos que un Toeluma monarca.
Así como Howl, también había más Toelumas monarcas, reliquias bindadas a individuos encargados de proteger a los llamados doce dominios, sectores debajo de los tres clanes que hicieron posible el avance de Gama. Uno de esos clanes eran los Sombríos, quienes tenían un aspecto que recordaba a la frialdad de la muerte, pero que contaban con una plena inteligencia. Por otro lado, estaban los Amginos, guerreros encargados de custodiar a los denominados Primordiales, quienes no recibían poder de los Toelumas, pero fueron los encargados de unificar a cada dominio, razón por la que ellos fueron reconocidos como la joya de la corona.
No obstante, los Primordiales descubrieron un cristal peculiar, con un tono majestuoso y feroz, el Bestiazulli. Dicho recurso tenía el poder de replicar toda habilidad, y también resguardaba un poder de creación y destrucción. La Toeluma de esa piedra era un pavo real de nombre Plumette, quien, junto a Howl, pasó a manos de los futuros reyes de Gama, encargados de mantener el equilibrio del poder y la sabiduría en el reino. O eso creerían.
Buscando más respuestas, los Sombríos realizaron un experimento que les condenó, pues cuando los Amginos y Primordiales se enteraron de tales actos, desterraron a los Sombríos, siendo su más grande error. Debido a que sus sueños le advertían de una posible venganza, la reina Raisa deseaba que su hija se interesara en la historia de los dominios, pero al ver que no resultaba, recurrió a algo más adaptable a la edad de la niña. Cada noche, la reina solía narrar varios cuentos sobre un personaje peculiar, quien no tenía un nombre como tal, solo coloridas ilustraciones.
—Y así fue como el caballero del anillo los salvó a todos —eran las líneas de la reina, mientras concluía su lectura.
—¿Y cómo se llama ese hombre? —cuestionó su pequeña hija.
—No veo problema en que tú lo escojas.
—Hmm, se ve muy colorido, apuesto y elegante... !Ya sé!
—¿Cómo te gustaría llamarlo?
—El Conde elegante.
—Oh... es un nombre peculiar, pero muy lindo.
—¿Algún día lo conoceré?
—Créeme —concluyó la reina— algún día lo verás en carne y hueso.
Todos esos cuentos correspondían a otro plan de la reina, pues ella buscaba fabricar un arma, o, mejor dicho, una nueva gema. Y así se creó un anillo con una perla de Bestiazulli, recurso que contendría los poderes de los doce dominios de Gama. A su vez, el resultado fue el nacimiento de una nueva Toeluma, una mariposa llamada Dame.
Era necesario que el anillo absorbiera los poderes uno por uno, y luego al mismo tiempo, para lo cual la reina necesitaba la ayuda de los doce dominios. Sin embargo, el conjuro no se completaría, pues la venganza de los Sombríos había llegado a Gama, obligando a la reina a usar el anillo sin terminarlo, cosa que trajo devastadoras consecuencias, no solo para ella y sus enemigos, sino para su propio dominio, Amgine.
Editado: 12.10.2024