Capítulo 10

Hades Özdemir Pride

Tengo una tarde y cuatro días para conquistarla y hacerla mía la noche del Congreso.

Y hoy comencé con el trabajo haciendo que me extrañe ya que no aparecí en todo el día por el hotel y las salas de conferencia.

En la mañana le envíe un muffin de chocolate, hace una hora antes de que acabe la conferencia envíe a su habitación un paquete del cuual su contenido me tiene distraído y divertido por querer saber su reacción ya que al abrir el paquete encontrará una nota muy candente y luego ropa interior de encaje rojo y una rosa debajo de ello está la verdadera sorpresa, ropa deportiva de parejas.

Si Egan me viera diría que estoy perdiendo la cabeza.

La verdad diría que soy un completo GILIPOLLAS, sí en mayúsculas por que ¿qué chico queriendo conquistar una chica le regala ropa interior de encaje?
O ¿en la nota que le envía de manera indirecta dice que la quiere follar?

Correcto, sólo yo.

Dejo caer mi cabeza hacia atrás sonriendo estúpidamente hacia el techo de mi oficina recordando como sonaba mi nombre en sus labios.

Eres estúpido ¿o qué? Hades...

Podría haberle respondido de otra manera una manera que a ambos nos deje sin respiración y con ganas de más pero no podía asustarla.

《Claro que no, sino le darías razones para que de verdad piense que eres estúpido》

Tengo 27 años, deja de molestar consciencia.

-Esa sonrisa sólo la vi en tu padre y fue cuando supo de tu existencia.

Miro hacia delante y veo a mi abuela Fatma Özdemir entrando a mi oficina a paso firme a pesar de ser una mujer de 75 años se mantiene hermosa e implacable.

-En mi caso no seré padre, abuela, no todavía -niego haciendo una mueca de asco, por que limpiar pañales sucios y para aguantar berrinches no estoy listo antes me encierro en una manicomio- ¿Qué te trae por aquí hermosa abuela?

-Lo se, porque siendo así ya estuvieras casado y con una esposa a tu altura -comenta y se sienta en el sofá del pequeño living de la oficina- Así que la respuesta correcta es que alguien te atrae.

-No te equivoques abuela, para mi la mujer perfecta será como mi madre la señora Pride y si alguien me atrae pero no para casarme con ella.

Bufa molesta por mi comentario, ella odia a mi madre biológica por destruir el matrimonio de mi padre cuando la verdad era que papá amaba en secreto a Athena Pride la mujer la cual no pude conocer pero escribió una enciclopedia sobre ella y mi crecimiento desde el vientre con papá hasta que estuvo viva.

-Ella destruyó el matrimonio de tus padres Hades ¡que tienes en la cabeza! Una mujer como ella te traería dolor.

-Mas dolor del que ya tengo no lo creo -murmuro con una sonrisa llena de sentimientos- Y aunque tu digas amarme mientes, hubieras preferido que muera con mi padre y madre allí.

-Eso... Eso ¡es mentira! Como te atreves a difamarme así -se levanta molesta del sofá con los ojos llenos de dolor y rabia contenida- No voy a negar que al comienzo no te quise, tampoco te quise luego de escuchar como sucedió el accidente pero aprendí amarte Hades cada día por que era apenas un niño cuando sucedió todo aquello. Y si jodo tanto es por que quiero verte bien, se que sigues sufriendo aquellos ataques de ansiedad depresivos cuando llueve demasiado fuerte y tienes fobia a manejar un auto en pleno tormenta -se acerca hasta mi lentamente se sienta a mi costado y me envuelve en sus brazos- Se que no he sido la mejor abuela mi niño, perdóname por hablar así de Athena a veces suelo olvidar como era Eda contigo en ciertas ocasiones.

Asiento dejando caer algunas lágrimas por mis mejillas, es la primera vez que la abuela me habla de esta manera, ya que siempre a sido exigente y frívola en cuanto a mi trato.

-No llores a tus padres mo les gustaría ver al gran Hades Özdemir Pride así o ¿quieres que te tome una foto y la muestre a los periodistas?

Dice burlona y niego riendo limpiando mis mejillas con lágrimas ya secas.

-Contigo no se puede abuela, hasta el abuelo se hace pipi cuando te ve -edurece su mirada y me da un golpe el el brazo- Auch! Me lástima abuela.

-Tienes 27 años Hades madura, ni que fueras de gelatina para morir por el golpe que te he dado.

Levanto las manos en forma de rendición y me quedo con la abuela hablando, me siento como una vieja chismosa al hablar con ella pero que va, mientras Egan no lo sepa yo feliz.

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Por fin!
No pude pegar un bendito ojo en toda la noche, pensar en ella con la ropa interior de encaje en su cuerpo hizo que pierda el sueño.

Entró a la sala de conferencia detrás de algunos estudiantes, tuve que ponerme lentes de sol a causa de las ojeras, a lo lejos puedo ver a un Egan con ganas de salir corriendo de aquí lanzarse al mar y nadar hasta una isla desierta, me acerco lentamente a ellos, la chica, una rubia con ojos grises azulados.

-Hermano -palmeo el hombro de Egan y este me mira pidiendo socorro- Te estaba buscando... necesito tu ayuda en unas cosas.

-Claro, podemos ir a mi oficina aquí en el hotel -comenta y gira su rostro hacia la chica diciendo que no va a tardar mucho. Salimos del lugar en dirección a los ascensores subimos y el presiona el número de su oficina que se encuentra en el último piso al igual que una suite donde ambos nos quedamos luego de una borrachera.