El Congreso

Capítulo 16


 

HADES ÖZDEMIR PRIDE

—¡Si!

—Sólo un poco más sigue así.

—Cierra la boca que no me concentro.

—Dale duro, por la izquierda ¡Si! ¡NO, MIERDA!

—Cierra la boca que el que terminará con un K.O. de verdad serás tu Egan.

Comente apretando los dientes mientras presionaba las teclas del mando con fuerza, está era la cuarta vez que estaba perdiendo contra el menor de los D'Alessandro y yo nunca perdía no cuando se trataba de juegos de pelea.

—¿Qué te pasa Hades? Tu nunca pierdes —comento Jason detrás de nosotros mientras apoyaba mi cabeza sobre la cabecera del sofá— ¿Quién está haciendo perder no sólo el sueño a mi amigo?

—Si, habla ahora. Y no me mires así, se que es una chica la que te trae ido.

Afirmó Egan, miro a los tres chicos que se han puesto alrededor mio expectantes por mi respuesta, suspiro negando y sonrío.

—Sólo les diré que es una bella mujer,  castaña, de unos ojos hipnotizantes, una sonrisa... —y lo siguiente que siento es una almohada del sofá impactar en mi rostro.

—¡Demonios hermano! ¿estas seguro que la quieres solo para follar?

Pregunto Egan muy persuasivo haciendome caer en cuenta algo, yo nunca insisto mucho a una chica, ellas ruegan por mi.

—Bienvenido al club Hades, estas enamorado —palmea mi hombro un Jason divertido, Egan me mira horrorizado - divertido y Caos sólo niega mientras se levanta del sofá para atender una llamada.

—Enamorado no creo estar, me gusta pero ¿te puedes enamorar de alguien en un para de días?

—Para cada quien es diferente, a mi me tomo cuatro horas a lado de Fiorella Kusnetzov para saber que la quería para toda la vida —Jason suspira como si hubiera vuelto a ese momento donde conoció a la única chica que supo cargar con nosotros cuatro y se robó el corazón de uno— Y así por como tu hablas creo que estas en sus manos sin saberlo o admitirlo en tu caso.

—Y  en menos  de eso Fiorella D'Alessandro se roba hasta tu billetera.

—Hombre, que exagerado eres —finge horror sabiendo que es cierto lo que digo

—Es verdad, educa a tu hija, primo —acota Egan.

—Educarla yo ¿por qué? —resopla levantado de la mesa central pequeña los vasos sucios— Si ustedes la consienten sin escatimar gastos.

—Punto para Fiorella, dejen de hacerse las víctimas ustedes par de zopencos —comenta Caos guardando su celular en su bolsillo— Papá dijo que si no llegamos dentro de media hora para el almuerzo que preparó  nos cortará las pelotas.

—Mueve el trasero Egan tu también vas, ella estará con nosotros.

Miro a los tres idiotas y ruedo los ojos, se que se refieren a la pequeña no tan pequeña D'Alessandro que hasta ahora no tengo el placer de conocer, soy como de la familia y aún así no le dan el derecho, ¿la razón? No se.

—Supongo que no estoy invitado.

—Así es, pronto tendrás el gusto de conocerla. —dice Jason como descifrando lo que pensaba hace unos segundos.

—Saluden a los señores D'Alessandro  de mi parte.

—¿Algo más desea su corazón?

—Que me presenten a su hermana y me casé con ella —les giño un ojo a los tres y lo que recibo es un zape de Egan.

—Dile a tu castaña que te ayude, mi prima no se prestará para eso.

—Ya váyanse, van 15 minutos de atraso.

🔥🔥🔥🔥🔥

Hace más de una hora que estoy en la empresa revisando proyectos y leyendo los informes semanales de la mina que tenemos en Izmir, al parecer va todo en orden.

Algunas pérdidas por los días lluviosos, pero nada que no se arregle con más trabajadores.

—Señor acaba de llegar la correspondencia.

—Pase señorita Yilmaz —le hago una señal con la mano y entra trayendo los sobres, dejándolos a un lado de mi escritorio— ¿Alguna novedad?

—En media hora tiene reunión con el ministro, el señor Arslan y su hija.

—No recuerdo haber agendado cita con ellos.

—Su abuelo está mañana pido que fuera urgente.

—Cancela esa cita ahora, inventa cualquier cosa —hablo fuerte y serio mirando a mi secretaria— Y si mi abuelo llama dile que... No mejor hazle saber que estoy preparando los papeles para irme de esta empresa.

—Pe... Pero señor...

—Sólo has lo que te digo y que nadie me moleste, salvo el señor Black y D'Alessandro. Ahora puede retirarse.

Sale a paso apresurado cerrando la puerta detrás suyo.

Paso ambas manos por mi rostro cansado de esta situación, me levanto de mi silla y doy unos pasos hasta llegar al mueble de las bebidas, sirvo un poco de coñac en un vaso mientras comienzo a revisar las diferentes cartas donde una resalta en especial.

Cassidy M.

Escritas en cursiva de color negro, sobre la tarjeta roja.

Estoy por abrir el sobre pero como en todo momento importante no falta interrupciones.

—Hades... Aquí estas ¿sabes por qué se canceló la junta con los inversionistas?




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