FAMILIA D'ALESSANDRO
El almuerzo familiar al fin se podía dar, muchos años intentaron hacerlo pero les fue imposible.
Los señores D'Alessandro, en sí toda la pequeña familia estaban felices de recibir a su pequeña.
Helga D'Alessandro veía entrar a la joven de la misma edad de su hijo por la puerta principal de la casa, a pesar de ser el resultado del engaño por su esposo en un viaje de negocios, ella quería mucho a la muchacha. Le hacia recuerdo del hijo que perdió el día de su parto, al cual nunca le dejaron conocer.
—¡Helga! ¿Cómo estás hermosa mujer? —Cassidy abrazo la con fuerza, sentía un lazo especial estando a su lado y de esa misma manera lo sentía Helga mientras llenaba de besos las mejillas de la muchacha ambas riendo con diversión.
A lo lejos estaban sus medios hermanos y primo. Este último las miraba con diversión y con una duda que lo perseguía desde la primera vez que vio a la castaña en aquel colegio donde hizo intercambio, sólo para ayudar a su tío.
Una duda que pronto iba a tener solución afectando a muchos en el camino.
Pasaron hasta el jardín las dos mujeres abrazadas mientras los cuatro hombres iban por detrás renegando que ellos también querían mimar a la pequeña de la casa y así lo hicieron.
El almuerzo fue un Risotto Italiano junto a un delicioso vino dulce de las cosechas de la familia.
—Vamos, se que un idiota debe de estar detrás de ti —hablo Caos disfrutando el olor que desprendía aquel vino en su copa.
—Dinos quien te gusta, el trabajo de protegerte será fácil —dijo Jason haciendo tronar sus dedos divertido, su madre los miraba negando mientras su padre parecía serio esperando que Cassidy suelte el nombre del muchacho y lo mandaba a investigar hasta por la nasa y que el FBI lo tenga 24/7 vigilado.
—Es un chico de la Universidad, se llama Marcus y nos hemos besado —cubrió su rostro con ambas manos para que no viesen como mordia su labio, Marcus si le gustaba pero Hades le atraía como un imán a pesar de conocerlo poco y no veía bueno hablar se eso con ellos.
—¿Marcus, Marcus el director de tu grupo? Y no cubras tu rostro el que tendrá que hacerlo es él si no tiene buenas intenciones con nuestra princesa.
—Para que preguntas si ya sabes Egan —Cassidy ahora llevo las manos a su boca, se había vendido sin proponérselo.
—¡Bingo! —gritaron los cuatro causando la risa de las mujeres que los miraban y negaban a lo que sea que sus cabezas maquinaran.
El celular de Egan comenzó a sonar de manera insistente, pidió una disculpa y se retiró para contestar la llamada, nadie le tomo importancia. Egan camino a la puerta contestó la llamada y lo que le dijeron era lo que menos esperaba, del otro lado de la puerta estaba su investigador secreto que el había contratado para quitarse la duda que lo estaba consumiendo.
—Aquí está toda la investigación y las pruebas que pediste hace unos meses, tuve que hacer mucho trabajo para que me hicieran la prueba de ADN al final el resultado está aquí.
—Gracias, sabía que podía contar contigo —palmeo la espalda de su amigo de la infancia, Egan estaba ansioso y a la vez tenía una punzada de que todo lo que está ahí escrito traería grandes cambios y fuertes dolores.
—No fue nada amigo, sabes que estoy a tu disposición quieras —comento el investigador con una sonrisa giñando un ojo para disipar el momento tenso, Egan rio y golpeo con el folder el brazo de este.
—Lo se guapo —le siguió el juego acercando su rostro al investigador.
—Sabía que eras puto pero no hasta el punto de tirarte a un chico —alejo el rostro de Egan con un manotazo, divertidos ambos recordando las veces que hicieron tal drama sólo por alejar a una chica que no querían— Te recomiendo que lo leas sólo y en un lugar privado, si tienes duda sólo llámame.
El investigador subió a su Rubicón cuatro por cuatro y se marchó de allí dejando a un Egan hecho un lío de emociones.
El siguiente par de horas lo paso junto a sus primos y tíos, contando anécdotas, cosas del trabajo, grabando y tomando fotos para sus historias y cuentas de Instagram sin dejar ver el rostro de Cassidy.
A eso de las cuatro cada uno tomo su camino, Egan después de haber dejado a Cassidy en el hotel, fue a su casa apenas llegó entró a su despacho con el folder en sus manos quería saber todo y que tan malo o bueno era el resultado de aquellas investigaciones.
Comenzó a hojear las páginas, miraba los resultados de una investigación por años, que esperaba que todo lo que sus ojos leían fuera falso.
21 de agosto 2015
Hoy visite el hospital donde la señora D'Alessandro tuvo a los mellizos, buscar información fue como buscar una aguja en un pajar, hablar con el jefe de médicos casi me cuesta un bisturí en la yugular.
Las siguientes actas de nacimiento que verás dan a demostrar que fue falsificada la que le entregaron a tu tía.
Paso la siguiente hoja y comenzó con su lectura.
Editado: 09.09.2020