El contador

Las fuerzas especiales del Centro SJ y la visita del Centro TEC

Ya habiendo pasado dos semanas desde el inicio oficial de las clases, se les fueron asignados los rangos de cada estudiante. Como todos eran de primer año, los rangos se encontraban en el "1". Para bien o mal, eran pocos los que se obtuvieron el rango "2".

Como cada uno de ellos demostraban diferentes habilidades y, para poder explotarlos al máximo, tuvieron que ser anivelados en la semana de prueba. Este sistema permitió que todos estuvieran al tanto de cada clase y lo que aprendían. Pero algo que nunca habían pensado era que cada cosa que podían hacer dependía mucho del rango que poseían.

En el caso de Eduardo, que su rango era el "1", no podía hacer más allá de ir al área de práctica. Sin embargo, al ingresar al SJ se les fue otorgado un compañero. Este compañero era elegido conforme un sorteo. Según se decía que debían de tener cierto tipo de compatibilidad entre ellos para poder hacer que funcione. Pero Eduardo era uno de los pocos que no se les fue asignado nadie como compañero.

Al parecer ellos no tenían compatibilidad con los demás compañeros. Los que no contaban con este requisito eran llevados a otro lugar para poder corregir esta falta. Pero no digamos que era algo bueno. En el salón donde debían de recibir clases, a parte de las normales, era demasiado aburrido. Al no tener tiempo para poder dirigirse al área de práctica, debían de pasar su tarde ahí recibiendo clases extras.

Eduardo, que se estaba cansando de ir cada día al mismo lugar y no contar con más tiempo para hacer algo diferente. Sólo podía pensar en buscar alguna forma de conseguir algún compañero y así salir de esta prisión, como lo miraba él. Pero el problema era que debía de encontrar a alguien con quien fuese compatible.

El tiempo seguía pasando sin poder encontrar la respuesta. Pero, un día, se dio cuenta de que sólo quedaban dos en la clase. En cuestión de tres días más únicamente era él. Esto no podría ser peor de lo que parecía. El simple hecho de que lo dejaran atrás era una señal decepcionante de la realidad.

El maestro, que lo siguió viendo por una semana más, le dijo – Creo que es tiempo de que hablemos – Eduardo, decepcionado, contesto – sí – el maestro – no puedo decir el motivo por el cual eres el último de la clase. Pero tampoco te puedo echar la culpa por lo que está sucediendo – tomo asiento en un escritorio a la par de Eduardo – sabes una cosa – Eduardo no contesta ni levanta la mirada – hay ocasiones en la que debes de ser paciente y otras en las que deberás de tomar una decisión rápida y aventarte a un resultado incierto – Eduardo – y eso ¿qué tiene que ver conmigo? – El maestro – lo que quiero decir es, que a pesar de que seas el último, no debes de bajar la guardia nunca. Eres un estudiante del Centro SJ y, como profesor, no puedo dejar que mi estudiante termine sin saber lo que le espera tan pronto. Sé y he visto a muchos subir y bajar, pero no a muchos recuperarse de estas terribles tormentas – lo miró y, con una idea, continuó diciendo – ven, a partir de hoy iremos al siguiente nivel de la clase – Eduardo, levantando un poco la mirada pero todavía sin ánimos, dijo – ¿al siguiente nivel maestro? – El maestro – así es. Sabes, esta clase se hizo para llevarlos al siguiente nivel y hacerlos a la vez compatibles consigo mismo. En sí, se podrían considerar como un escuadrón especial. Pero nadie había tardado lo suficiente como para ir al siguiente nivel –.

Entre un pasillo y otro terminaron llegando al parque donde todo inicio para Eduardo. El maestro, acercándose a la fuente que estaba en el centro, sacó su carnet de identificación y este se deslizo hacia un lado dejando ver unas gradas. Llamando a Eduardo con un ademan de manos, entraron por aquel lugar.

Estas gradas eran algo largas, ya que estuvieron bajando por unos veinte minutos sin poder conocer si estaban bajando o subiendo. Esto se debía a que había varios caminos y gradas que iban de arriba para abajo. Era más bien como un laberinto del que, a no ser que conocieran el lugar, terminarían perdidos y sin rumbo por bastante tiempo.

Al llegar por fin a su destino, el maestro abrió una puerta. Al ver lo que estaba detrás de aquella puerta, Eduardo pudo contemplar a varios estudiantes que vestían de diferentes formas. Además de su forma de vestir, los idiomas que se escuchaban eran variados. Por lo que Eduardo llego a la conclusión de que se encontraban con personas que dominaban diferentes idiomas y también podrían ser personas un poco importantes, aunque no lo fueran. Bueno, Eduardo no lograba deducir con precisión lo que podría ser este lugar pero, si estaba en el SJ, debía de ser parecido al área de práctica.

Al llegar frete a una de las oficinas de aquel lugar, el maestro toco la puerta. Eduardo, que veía de un lado a otro, fue sorprendido cuando el maestro le dijo – vamos –. Al regresar su atención, la puerta estaba abierta y el maestro ya estaba casi dentro.

Al estar dentro, la oficina parecía más a una casa por dentro. No se podía considerar una oficina, después de ver su interior, pero parecía que sí lo era. Enfrente de él se encontraba dos personas, una mujer y un hombre, con quienes lo dejo su maestro antes de retirarse. El maestro había hablado con ellos dos para que Eduardo se quedara un rato antes de que llegase la hora de regresar a su habitación.

Estas dos personas, que parecían un poco relajadas y con ropa un poco informal, comenzaron a hablar entre ellos antes de dirigirle alguna palabra a Eduardo. Pero, por cómo podía ser considerada su visita, Eduardo era como un estorbo para ellos o por lo menos así lo veía él. Sin embargo, luego de una larga charla, los dos decidieron poner a prueba a Eduardo. Esto fue con la intención de ver si era lo suficientemente capaz como para ser considera por ellos de permitirle ser parte de lo que hacían. En caso de que él fracasara, que era lo que se esperaba de alguien de primer año con tan sólo dos meses, sería descalificado de su oficina y regresado con el maestro sin dejar que repitiera la prueba por segunda vez o, por lo menos, hasta que consiguiera el rango "2".



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En el texto hay: aventrua

Editado: 22.12.2020

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