Parte 1: Introducción al Nuevo Mundo
Los ciudadanos de bajo nivel eran personas no profesionales que lograron entrar al Nuevo Mundo antes de que se restringiera el acceso únicamente a personal esencial y cualificado. Como no podían ser expulsados, el GNM los utilizó como mano de obra en todos sus proyectos de construcción de ciudades. Todas las industrias necesitaban de ellos, ya fuera para recolectar frutas, talar árboles, trabajar en las minas, entre otros. Cualquier trabajo, por duro que fuera, era preferible a regresar a su antiguo hogar, del cual no sabían si aún existía.
El GNM organizó a estos ciudadanos por familias; aquellos que pertenecían al mismo continente del antiguo mundo serían agrupados como una sola unidad:
• Familia Cenak (Europa): presentes en todas las empresas.
• Familia Cautos (América): presentes en todas las empresas.
• Familia Kuyusuki (Asia): presentes solo en la empresa NewHope.
• Familia Unida (África, Australia y Oceanía): la mayoría en la empresa Metalbell y el resto en Mader Union.
Entre los ciudadanos de bajo nivel había una joven que destacaba por no dejarse doblegar tan fácilmente. Su nombre era Anyela, hija de Filok de la familia Cenak. Era una chica firme en sus ideales; no estaba de acuerdo con el GNM y luchaba por la igualdad. Cuando era adolescente, vio cómo llevaban a su padre a una expedición a la que él no quería ir. Tiempo después, se enteró de que su padre había muerto y juró vengarse de la familia de la persona que lo había llevado.
Continente de Estheriun, tres años atrás...
Un grupo de personas se encontraba frente a un edificio, llevando a cabo una manifestación pacífica.
—¡Igualdad, igualdad! —gritaban todos.
En ese instante, llegaron los KAENU junto con su Supremo Líder, quien era el segundo al mando después del Mega Líder (el número 7). Todos guardaron silencio al verlo, y él preguntó:
—¿Qué está pasando aquí? ¿Alguien puede explicarme?
En ese momento, una persona levantó la mano para hablar. El Supremo Líder me miró y me hizo una señal para que llevara a la persona ante él. La busqué y la conduje hacia él.
—¿Usted sabe cuál es la razón de este alboroto? —preguntó el Supremo Líder.
—Supremo Líder, aquí estamos los ciudadanos de bajo nivel, leales al GNM; sin embargo, necesitamos un cambio —respondió la persona.
—¿Cuál es el cambio que necesitan? —inquirió el Supremo Líder, mirándolo con indiferencia.
—Queremos que en los Siete haya una persona que nos represente, que luche por nosotros y se preocupe por nosotros. Queremos que la Aurora sea parte de los Siete —al terminar de hablar, todos comenzaron a gritar llenos de júbilo:
—¡Sí, sí! ¡La Aurora nos representará!
El clamor se detuvo abruptamente cuando se escuchó el sonido de un disparo. El Supremo Líder había disparado a la persona que estaba intercediendo por los ciudadanos de bajo nivel. Cuando el cuerpo cayó al suelo, todos quedaron perplejos, yo incluido.
—La Aurora es una rebelde que está en contra del GNM y todos los que se opongan a nosotros sufrirán el peor castigo: la muerte o el destierro, que en las circunstancias actuales es casi lo mismo. Cualquier otro que vuelva a hablar de la Aurora o le siga el camino enfrentará el mismo destino que esta persona que yace en el suelo —declaró el Supremo Líder.
Me miró y dijo:
—Noah, ven aquí y llévate esta escoria.
Cerré los ojos un momento y luego me dirigí a recoger el cuerpo. Al cargarlo, sentí entre la multitud a dos niños llorando abrazados a su madre. En ese instante recordé a mi madre, a mi hermano y a mí mismo el día en que desapareció mi padre.
Después de que todo se calmó y las personas regresaron a sus hogares, me acerqué al Supremo Líder y le pregunté:
—¿Era realmente necesario matarlo?
—Noah, Noah, Noah, ahora no lo entiendes, pero dentro de unos meses, cuando ocupes mi lugar, verás que hay que hacer cosas que no queremos hacer para cuidar nuestra posición en la sociedad. Hice eso para sembrar el miedo en ellos, para que no sigan a La Aurora, que nos está generando problemas y alborotando a este pequeño sector de la sociedad que son los ciudadanos de bajo nivel. ¿Sabes también por qué lo asesiné? Porque vi que tenía una esposa y dos hijos. Así genero más terror en todos y que piensen que si no me he aguantado para matar a un padre de familia, no me aguantaré para matar a cualquiera de ellos.
Cuando me dijo estas palabras, me quedé aún más perplejo; tenía un nudo en la garganta y no sabía qué decir o hacer. Lo peor es que pronunció esas palabras y luego se fue como si nada hubiera pasado. En unos meses, él se jubilaba y yo era su sustituto.
Dos años antes de estos sucesos, surgió el primer rebelde del Nuevo Mundo cuando una explosión en una industria dejó 19 muertos y 45 heridos, todos ciudadanos de bajo nivel. Cuando estaban en el hospital, no fueron atendidos con rapidez debido a que no tenían mucho dinero. Las tarifas de los hospitales del Nuevo Mundo eran de 5 Rafit por tratamiento, pero los ciudadanos de bajo nivel solo ganaban 20 Deliras por un día de trabajo. Esto les alcanzaba para sobrevivir, pero ahorrar era complicado; por eso casi ninguno podía pagar los tratamientos, lo que provocó que algunos de los heridos murieran en el hospital. La madre de Anyela estaba en la fábrica el día de la explosión; llegó herida al hospital y murió porque no tenía el dinero para pagar el tratamiento. A raíz de este suceso comenzó su lucha, utilizando como sobrenombre el nombre de su madre: Aurora.
Se dio a conocer cuando pintó con sangre de animal en la pared de la fábrica donde trabajaba su madre:
—Todos tenemos derechos; el GNM debe cambiar... firma La Aurora.
Esto enfureció a Los 7; sin embargo, no le prestaron mucha atención porque no representaba un gran problema en ese momento. Aunque dos años después ya era bien conocida y apoyada por los ciudadanos de bajo nivel. Muchas personas se identificaban con ella y decían ser ella para protegerla.