Secuelas de un accidente

Despierto en lo que parece una sala de hospital No me puedo mover, no puedo hablar, básicamente no puedo hacer nada. Lo único que se me ocurre ver es mi cuarto de hospital, y ver la solitaria que esta, ya que mis padres están sabe dónde y soy hijo único. A mi alrededor solo hay cables y aparatos de hospital, no hay nada que sea diferente de la típica sala de hospital.

Es imposible aburrirme después de esperar que suceda algo por más de tres horas seguidas, así que decido dormir un poco, no es tanto por cansancio o una fatiga, más bien por el gran aburrimiento; la mala noticia es que no puedo dormir por más que cierro los ojos esperando que caiga dormido, aunque si pudiera dormir sería probable que tenga terribles pesadillas por lo que sea que me pasó, digo, desperté tras dormir sin soñar absolutamente nada por desmayarme en esa habitación con esa máquina rara, si durmiera ahora volverían los sueños buenísimos y lo que no lo son en ninguna manera. Decido no dormir para evitar la horrible tortura de la culpa falsa. La culpa falsa es sentirse culpable de algo que no se pude ayudar de ninguna manera, por haber podido hacer algo y que no se hizo por simple miedo o no interceder o ayudar por otro problema.

Todo termina cuando un doctor entra y coloca una rara máquina, de seguro de aluminio, cerca de mi cama y no se molesta en hablarme ni yo con él por no poder moverme, conecta la máquina sin siquiera preguntarse o fijarse en mí, como si no pudiera notar que él está ahí, entonces sale tras terminar de instalar la máquina en el cableado que seguramente está detrás o debajo de esta cama, que es muy cómoda, y me deja otra vez solo.

Con la vista trato de encontrar mis lentes sin logro alguno. Lo que apenas noto es mi visión, puedo ver bien. Es casi un milagro Antes tenía una mala visión al punto de no poder ver a más de 5 metros de distancia sin mis lentes, y eso era en la última visita con el oculista, con el que no voy muy seguido. Tal vez sea un efecto colateral del accidente, tuve una operación aprovechando que estaba dormido o simplemente… no, no sería posible que me hubiera convertido en un contingente, en todas las pruebas que me han hecho resultan en que tengo una muy baja probabilidad de ser uno, tal vez sea un efecto colateral, es la opción más lógica para mí. Con mi buena vista trato de inspeccionar la maquina rara cerca de mí, cuando se escucha un chirrido.

— Sedante desactivado —dice una vos femenina y metálica de una bocina bien oculta en mi habitación, pues al revisar todo el cuarto con la visión que tengo no logro encontrar una.

Quién diría que al cortar el sedante se siente un gran hormigueo por todo el cuerpo, como si tuviera un calambre. Imitando a una película donde a la protagonista le pasa algo similar, inicio tratando de mover los dedos poco a poco, moviendo mi cuerpo cada vez más para acostumbrarme, por lo que veo estuve mucho tiempo dormido, me toma casi una hora sentarme en mi cama, y eso que no he intentado caminar, tardaría mucho más. Al parecer tengo un pantalón y playera color blanco de algodón quizá, esto sí es un lujo, no a comparación de las túnicas verde menta que te hacen usar. Me levanto de la cama, aunque no tan fácil porque me caigo 5 veces. ¿qué tanto tiempo he pasado dormido? Apenas puedo mover el brazo de la manera que quiero. tardo 2 minutos en poder mantener el equilibrio y es entonces cuando me levanto y voy a la máquina y en su pantalla solo veo manchas y círculos en color azul y un código en la parte de abajo que dice:

 “VR— 500— DMLC_AC”

 Es el código de RedCell. Tal vez sea nuevo, de este año o mes por lo que veo. Busco un calendario para saber qué día es, pero no hay nada para saberlo, ni un reloj digital siquiera, se supone que todos los hospitales tienen uno por varios motivos, es raro que en mi habitación no haya nada de nada. Tal vez encuentre alguno en los cajones que hay. De repente, escucho claras pisadas de alguien en tacones resonando desde lejos que se hacen cada vez más fuertes, es posible que se dirija a mi habitación, supongo que tendré que dejar mis exploraciones de la habitación del hospital para otro momento. Evitando hacer demasiado ruido, me acuesto en la cama y, tras cobijarme de la misma manera en como estaba antes, finjo que estoy dormido cerrando los ojos y me quedo totalmente quito sin poner esfuerzo alguno. Primero pienso que la persona no va a llegar o solo pasó cerca de mi habitación, pero después entra una mujer por su tono de voz.

— Según los registros oficiales, fue de los pocos sobrevivientes, de los estudiantes —menciona la mujer dando vueltas por la habitación con sus pasos ruidosos por los tacones que lleva, obligándome a no ponerme nervioso cuando siento su respiración en mi cara—. Tengo entendido que en sus análisis se menciona que ha presentado una mutación celular, aunque no se ha manifestado físicamente. Es un buen candidato para el proyecto.

¿Qué ha indicado? Lo único raro es que ahora pueda ver perfectamente y que esta persona me quiera para una misteriosa prueba. De lo demás no he cambiado en nada, solo espero que este delirando. Aunque lo preocupante es lo del “sujeto de pruebas”, toda mi experiencia en videojuegos y libros me dice que al ser un sujeto de pruebas ya tienes la muerte más que asegurada, te vuelves un psicópata en ascenso, en una criatura mitad humana y mitad monstruo que agoniza en todos los sentidos o te conviertes en un monstruo asqueroso y sin consciencia.

— Hay otro paciente en el mismo estado, pero está en rehabilitación restringida por una serie de ataques de ira.

Está hablando con alguien más, pero tal vez lo hace por el teléfono. Abro los ojos cuando escucho sus pasos cerca de la puerta y veo que es una mujer muy alta y con una melena negra y larga, no logro ver su rostro ya que se voltea.