El Contrato

~3~

Aisha dejo pasar aquella noche para que ambos lograran calmar un poco los ánimos y de paso reunir valor para lo que le tocaba hacer.
Para la mañana del día siguiente, su humor no había cambiado mucho pero si estaba con la mente mas fría y razonaba mejor, Richard le había sugerido el modo de hacerlo pero para Aisha era imposible ser acomedida y servicial, ella no era así y nunca podría serlo, su mente era enteramente comercial y en ese plano se sentía confiada, así que ahí era donde pondría el asunto.

― Buenos días ― le dijo cuando lo vio entrar por la puerta principal, vestido con ropa deportiva.

Aisha se aclaro la garganta para llamar su atención cuando el la evito y se dirigía hacia la escalera, pero regreso sobre sus pasos y se la quedo mirando con una sonrisa de costado.

― ¿Tienes alguna cosa que decirme? ― pregunto divertido.

― Si, toma asiento... yo... prepare el desayuno, no soy buena en la cocina pero, espero que te guste.

William observo la mesa y se dijo mentalmente que se notaba a la legua que no sabia ni tostar un pan, porque todos estaban quemados, los huevos revueltos parecían haber estado en una guerra y el café no se veía tan confiable, por lo tanto se limito a tomar una manzana y le dio un gran mordisco.
Aisha espero pacientemente a que el terminara con su análisis del desayuno y al ver que tomaba una manzana apretó los dientes conteniendo el enojo, se había pasado una hora completa en la cocina y ni el café probaba.

― Surgió un inconveniente.

― ¿Un inconveniente?

― Si. ¿Recuerdas a Demian, el que estaba en la puerta del registro civil?

― ¿Tu amigo tan simpático que enfatizo lo tan suya que eres?

Aisha se puso en pie con enojo y lanzo la servilleta con brusquedad sobre la mesa.

― Ese cretino asqueroso no es mi amigo, que eso te quede claro.

― Calmate... solo fue una broma... ― replico Will sorprendido por su reacción.

― No me gustan las bromas y menos las que implican a ese bastardo.

Will asintió sonriendo y le ofreció la manzana que estaba comiendo colocandola frente a sus ojos, lo cual descoloco a Aisha.

― Que... ¿Que haces?

― Te convido. ¿Quieres?

Aisha pestañeo repetidas veces y negó con la cabeza.

― No, gracias... toma asiento por favor para que podamos hablar.

― Esta bien.

― Como decía... ― continuo Aisha cuando ambos estaban sentados cómodamente ― ... Demian descubrió lo del contrato matrimonial, claro no puede comprobarlo pero esta al pendiente y ayer en la tarde dejo entrever, que interpondrá una demanda por impugnación si no demuestro que la boda es... real.

William miro el anillo que llevaba en el dedo anular, levantándolo a la altura de los ojos de Aisha.

― Yo creo que es bastante real ¿No te parece?

― Claro que lo es, legalmente somos esposos pero sabes que al mismo tiempo es ficción.

― Solo falta la intimidad ― contesto William sonriendo con picardia, mientras se apoyaba sobre la mesa para acercarse mas a Aisha.

La chica desvió la mirada un segundo y luego se retiro un poco para poner distancia.

― Por todo lo demás somos como todos los matrimonios, me ignoras, me aburro aquí, pienso para que me case. ¿Acaso no te pasa lo mismo?

― No pienso mucho en eso, para mi es como si jamas me hubiera casado.

― Haz herido mi orgullo masculino. ¿Ni un poco piensas en mi?

― ¡Claro que no! Solo eres... ― se detuvo en seco y se mordió los labios ― lo que quiero decir es que...

― Si, eso ya quedo establecido, dime como resolverás tu nuevo problema y que tengo que hacer yo.

― Por supuesto todos los cambios e imprevistos te los abonare al final del año ― aclaro Aisha.

― Me parece bien... ¿Entonces...?

― Tendremos que comenzar a salir y frecuentar a mis amistades, demostrar a todos que estamos casados y...

― ¿Enamorados?

Los colores subieron al rostro de Aisha tiñiendolo por completo, incapaz de decirlo con palabras, solo se limito a asentir.

― ¿Es decir que debo besarte en publico y mostrarme como un esposo amoroso ante tus amistades?

― Bueno... supongo que...

― Los recién casados son muy expresivos lo sabes ¿Verdad?

― No hace falta tampoco exagerar... solo que los demás se crean que somos un matrimonio real...pero solo seria fingir por supuesto ― aclaro Aisha cada vez mas incomoda― te pagare extra.

― Eso ya me lo dijiste.

― Solo quería dejarlo bien claro por las dudas.

― Todo es negocios para ti.

― Si.

― Ya veo... lo pensare.

Aisha estaba por decirle que no tenia mucho que pensar, el era parte del negocio y había un contrato de por medio, el tenia la obligación de aceptar pero cayo porque recordó lo que le dijo la noche anterior Richard, el abogado.

"Intenta ser sutil y mantén el control de ti misma Aisha, porque si el no acepta entonces estarás en problemas serios."

― Te daré 50 mil dolares mas si aceptas ― ofreció cuando el ya se retiraba.

William se detuvo en el primer escalón de las escaleras que iban a la parte superior de la casa, y aun de espaldas a ella respondió.

― Esta bien, acepto.

Aisha asintió y suspiro aliviada.

― ¡William!

― ¿Si? ― pregunto deteniéndose nuevamente pero a mitad de las escaleras esta vez, escuchando los pasos de Aisha al acercarse.

― Gracias.

William giro apenas para sonreír con una media sonrisa de costado y guiñarle un ojo con picardia.

― Por nada, creo que podría ser muy divertido después de todo.

Aisha resoplo, tomo su portafolios y salio de la casa antes de enviar a William al demonio por siempre burlarse de ella.

*
― ¿Hablaste con William?

― Si, dijo que aceptaba pero tuve que ofrecerle otros 50 mil para fin del año de contrato.

― Aisha medio millón mas 50 mil es mucho. ¿No te parece?

― ¿Acaso tengo alternativa Richard? ¿Sabes lo difícil que es todo esto para mi?



#207 en Detective
#222 en Thriller

En el texto hay: violencia, drama accion, amor dolor

Editado: 30.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.