~6~

Todo el día domingo llovió y no parecía que quería pasar, aunque en la noche se detuvo un par de horas e intentaron salir, tuvieron que regresar porque el acceso a la cabaña estaba completamente cubierto por el fango y el agua.
Mojada, enojada y temblando Aisha regreso a la cabaña y clavo la mirada en Will, con los brazos cruzados y moviendo el pie con impaciencia.
Will se sacudió las gotas de lluvia del rostro y sonrió encogiendo los hombros.

― No controlo el clima, admite eso al menos.

Aisha estaba por replicar cuando un fuerte estruendo se escucho y las luces pestañearon.
La chica se tenso y se abrazo a si misma encogiéndose cuando un relámpago surco el cielo, iluminándolo por completo antes de que la luz se fuera y ella gritara de manera inconsciente.
Will se acerco, la abrazo a el y susurro junto a su oído.

― Calma, tenemos lo necesario para sobrevivir por unos días y de ser necesario buscare el modo de sacarte de aquí, lo prometo.

Aisha no respondió, desde siempre le causaba terror las tormentas. Cuando estas llegaban, siempre se encontraba sola en su gigantesca y solitaria habitación, su padre había prohibido que la niñera o las mucamas fueran a acompañarla, ella debía ser fuerte, debía dormir sola con o sin tormentas.
Cualquiera diría que eso la ayudo a superar su temor pero la verdad era que no, que la aterraban mas que cuando era niña.
Aferrada a la cintura de Will, con la cabeza hundida en su pecho sollozo por primera vez en muchos años, temblando de pánico cuando las ventanas golpearon con violencia debido al viento.
Extrañado y al mismo tiempo afectado por el modo en que ella reaccionaba ante el clima, Will hizo lo único que pensó podría distraerla de lo que sucedía fuera de la casa, tomo su rostro entre ambas manos y la miro a los ojos fijamente.

― No estas sola pequeña, aquí estoy contigo.

― No me gustan las tormentas.

― No pienses en eso.

― No puedo evitarlo.

― Te ayudare ― se inclino y la beso, con ternura, acariciando con gentileza su rostro, mientras la sentía temblar de frio junto a el.

Quizás estuviera volviéndose loco pero la verdad era que no podía evitar lo que estaba por hacer.
Deslizo las manos por su cuerpo despacio, comenzando a desabrochar los botones de la camisa que usaba y estaba pegada al cuerpo debido a la lluvia, deslizándola por sus hombros despacio hasta sacarla por completo, en tanto sus labios continuaban saboreando los de Aisha que parecía estar en trance sin oponerse a lo que el hacia.
La separo un poco de el y la miro.
Ella se mordía los labios con intensidad y lo miraba angustiada. Entonces Will lo comprendió, Aisha no se oponía porque pensaba que era un precio que debía pagar para que no la deje sola... ¿Que clase de cosa horrible le hicieron de niña que era capaz de entregarse a un hombre solo por temor?

― Debes vestirte ahora Aisha ― recomendó Will.

― No... hay... luz... ― murmuro Aisha castañeando los dientes.

― Ahora definitivamente eres una niña ― comento Will tomándola en brazos, para llevarla a la habitación, la sentó en la cama, fue por una toalla, la envolvió en ella, se saco la ropa con rapidez pero en el baño para que no imaginara cosas que no eran y luego la ayudo a meterse en la ducha para que entrara en calor, una vez que ambos estuvieron secos y tibios, Will la obligo a meterse en la cama junto a el, la abrazo con fuerza y la mantuvo allí...

Los truenos y relámpagos continuaron por varias horas, tiempo que Aisha permaneció entre los brazos de Will, callada y aferrada a el como si su vida dependiera de eso.
Horas mas tarde sus temblores fueron cesando hasta que se quedo profundamente dormida casi al amanecer, en tanto Will acariciaba su espalda con gentileza hasta que también quedo dormido.

Llego el nuevo día, continuaban sin luz pero Will tenia un sistema de apoyo para tener luz en caso de emergencias, no les duraría mas de unos días pero si se sabían administrar quizás un poco mas, pensaba también el tema de la comida, no había mucha porque no compro para mas de unos días, no le quedaba mas opción que administrarse con prudencia, Aisha continuaba durmiendo, lo abrazaba y estaba con la cabeza sobre su pecho, la lluvia continuaba pero al menos los truenos y relámpagos se habían terminado, estaba seguro de que eso la mantendría en calma. Se preguntaba que diría al despertar ya que la noche anterior estaba terrada, en shock y suponía que ahora con la relativa luz del día y en mas calma su mente volvería a funcionar de manera racional... y no tuvo que esperar mucho para conocer esa reacción.
Aisha movió la cabeza y suspiro, se puso tensa y luego comenzó a respirar con rapidez, pero después de unos minutos se calmo y se alejo de el con sutileza, cosa que lo hizo sonreír.

― Will, yo... lamento como me comporte anoche... las tormentas me ponen así...yo no se ni que...

― Tranquila, ven, aun es muy temprano, no tenemos luz y sigue lloviendo, regresa al calor de mis brazos, ya comprobaste que puedo tenerte pegada a mi sin que corras riesgo alguno ― insistió cuando la vio dudar.

En realidad no le agradaba la sensación que le quedo en el cuerpo cuando ella se alejo, el frio y el vacío fueron demasiado intensos por unos minutos, tanto que incluso se le olvido que el mismo se quería mantener alejado de ella.

― No volverá la luz. ¿Verdad?

― No lo creo.

― Quiero regresar a casa ― murmuro Aisha regresando lentamente a su lugar junto a el, sin saber bien como hacer. Will paso la mano bajo la nuca de Aisha y la atrajo de nuevo contra su pecho manteniendola fuertemente abrazada a el.

― En cuento podamos regresaremos, lo prometo.

― No pude saber que me querías mostrar al final ― comento Aisha cambiando de tema, necesitaba poner un puente de distancia entre ellos.

― Es verdad... quizás en alguna otra ocasión ― dijo al azar.

― No lo creo ― rio Aisha bajo y escondió la cabeza en el cuello de Will cuando comenzaron los truenos una vez mas ― porque esta tan malo el clima... que sucede ahí afuera.