Para ese momento Sofia tampoco estaba feliz con la situación, entiende porque su abuela le pide que haga esto, pero el saber que Maximiliano podría renunciar a lo que más ama que es su empresa para no casarse con ella fue un golpe demasiado fuerte por lo que ese día decidió tomar las riendas de la conversación y dejar las cosas claras, de esa manera serían más fácil los dos años que les esperaban juntos
Solo era un contrato así de simple, por lo que nada tenía que cambiar para ellos, unos años atrás Sofia hubiera estado absolutamente feliz saltando en un pie con la idea de ser la esposa de Maximiliano Montenegro, pero para ese momento realmente era más un pesar que otra cosa, así que decidió hacerlo practico.
Diciendo aquellas palabras sentía que podía dejar tranquilo a Maximiliano con respecto a su matrimonio y por otro lado ella también se evitaba volver a caer en ilusiones falsas sobre su relación con Maximiliano, lo mejor era mantener una distancia segura y simplemente vivir como si el otro no estuviera tan cerca, eran socios comerciales y nada más, en los eventos solo debían fingir un poco y ya, no es como que fuera tanto tiempo de esa forma los dos años pasarían volando y todo terminaría.
Para Maximiliano eso debería ser perfecto, pero por alguna razón solo se enojó de escucharla y peor de que lo dejara allí hablando solo, por lo que ordeno que nada de lo relacionado con su esposa era de su interés, así que sus empleados de confianza sabían perfectamente que cada uno hacia su vida independiente.
Ellos solo se encontraban en la empresa únicamente en las juntas importantes ya que Sofia es la vicepresidente de Corporación Montenegro así lo establece el contrato, pero fuera de allí la única forma de verlos juntos era en eventos importantes, cenas de negocios o galas benéficas donde asistían como una hermosa pareja, lo que se les daba muy bien, pues nadie tenía la menor duda que el matrimonio Montenegro Villareal era la imagen única de la perfección, juntos derrochaban poder, belleza e inteligencia, sin duda una gran unión, claro nadie sabía que a puerta cerrada estas dos personas ni siquiera se miraban.
Ahora dos años habían pasado el día anterior se cumplieron, dejando sin validez su contrato por lo que Sofia había tomado sus cosas y dejado la mansión, instruyo todo para que no hubiera problemas, ella conocía perfectamente a Maximiliano así que dejo especificado cada cosa con respecto a su ropa, comida y espacios, para que todo siga marchando perfecto para él.
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Editado: 03.03.2025