El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

¿Obligado?

  • ¿Puedes parar de reírte? – Pregunta un exasperado Maximiliano que ha estado escuchando como Rafael se ha estado riendo de el por más de media hora.
  • Perdón amigo, pero es que, dime a ti, ¿Quién te entiende? – Se trata de excusar Rafael, mientras intenta con todas sus fuerzas contener la risa que le produce escuchar lo que le cuenta Maximiliano a su parecer todo eso es muy divertido, es de no creer el señor Sebastián.

Maximiliano solo niega ante los intentos fallidos de su amigo por no seguir riéndose, pero a decir verdad es que él tampoco se entiende, de verdad que por un momento estuvo muy agradecido por la repentina y justa llegada de su abuelo a la mansión, sin embargo, después de decirles el asunto importante que lo llevo allí, ya no supo cómo reaccionar, lo peor de todo es que aun en contra de su razonamiento, esa noticia lo hizo feliz.

  • En fin, Max no fuiste tu quien me dijo antes que aun cuando ya ibas a ser libre de ese matrimonio y de toda responsabilidad con Sofia o tu abuelo, no te sentías así. Bueno, esta es tu oportunidad. – Expresa Rafael ya seriamente, pues siente que es la única forma en que su testarudo amigo lo entienda.
  • Si, se lo que te dije, pero entiendes que el abuelo quiere que Sofia y yo nos mudemos a su mansión hasta su cumpleaños que es dentro de dos meses, con la excusa de que ella lo ayude con toda la preparación y obviamente según el yo como buen esposo no podría dejar ir a mi esposa sola, pero claro no conforme con ello, también quiere que viajemos juntos al congreso nacional de empresarios, que dura quince días. – Repite Maximiliano como si Rafael no lo hubiera escuchado ya unas 5 veces en lo que lleva de la mañana.
  • ¿A que le tienes miedo? – Cuestiona de pronto Rafael, lo que toma por absoluta sorpresa a Maximiliano que aun cuando entiende completamente la pregunta se quiere hacer el desentendido.
  • No sé a qué te refieres. – Responde rápidamente, pero Rafael lo conoce bastante bien.
  • Se perfectamente que entiendes lo que te estoy preguntando, sin embargo, no es necesario que me des una respuesta a mí, más bien quiero que lo pienses para ti, puedes engañar a todo el mundo incluso a Sofia, pero jamás podrás mentirte a ti mismo, así que te recomiendo que empieces a pensar detenidamente lo que quieres hacer, porque la vida y tu abuelo te están dando una oportunidad que sinceramente puede ser la última, tú decides que hacer con ella, yo por ahora debo irme a trabajar, piénsalo bien. – Es lo que aconseja de todo corazón Rafael, pues sabe que Maximiliano en este momento está al borde de un precipicio al que el mismo se ayudó a llevar.

Maximiliano guarda silencio por un momento para luego sorprender por completo a su amigo que no se esperaba esa noticia

  • De todas formas, ya acepté. – Confiesa Maximiliano en voz baja, lo que deja a Rafael sin palabras.
  • Dime, ¿Cómo es que sucedió eso? – Pregunta Rafael intentando contener su risa nuevamente. Pues toda la charla que acabaron de tener para que al final le salga con esas.
  • Bueno. – Inicia Maximiliano, pero se detiene pensándolo mejor para solo decir. – Me vi obligado, el abuelo no dejaba oportunidad a negativa y Sofia estuvo de acuerdo casi de inmediato, así que no me dejaron más opción, me vi totalmente forzado. – Declara Maximiliano con seguridad, haciendo que Rafael lo observara con las cejas levantadas y una seria sospecha en su mente.
  • Ya veo, así que te obligaron. – Repite Rafael con un toque de ironía, pero ignorando su tono Maximiliano afirma.
  • Exacto. – Dice seguro. Con lo que Rafel solo sonríe, mientras niega, su amigo bien puede ser una causa perdida.

Después de eso Rafael se despide pues en realidad tiene mucho trabajo que hacer, solo que no podía perderse la historia de lo sucedido a su amigo el fin de semana, pues él estaba enterado que Maximiliano hablaría con Sofia, lo que no sabía es que las cosas se pondrían aún más interesantes de lo que él creía y todo gracias a la intervención de Sebastián Montenegro, algo que Rafael sospecha fue totalmente premeditado por el abuelo. Sin embargo, antes de que salga Maximiliano lo detiene.

  • Rafael. – Lo llama.
  • ¿Sí? – Voltea Rafael para quedarse mudo con lo siguiente que escucha.
  • Gracias amigo. – Declara Maximiliano con una expresión indescifrable, por lo que Rafael solo sonríe y asiente, puede entender que en este momento todos los pensamientos, sentimientos y emociones de su amigo son tan contradictorios como consecuentes, lo que lo debe tener más que confundido.

Como lo prometido es deuda aqui les dejo un capitulo adicional en agradecimiento a su apoyo, sigan dejando sus comentarios y me gustas, cuando lleguemos a los 20 comentarios habra otro capitulo extra, muchas gracias.




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