El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

¿Cariño?

  • Es cierto, perdóname no pude asistir a su boda, estaba afuera por negocios, aunque creo que hubiera sido un poco incomodo debido a nuestra historia. – Menciona Lorena, para luego poner expresión avergonzada como si no quisiera decir lo que dijo. – Lo siento, a veces digo cosas de más, ¿para qué hablar del tema?, obviamente éramos más jóvenes ahora el pasado es pasado, ¿no es así? – Consulta Lorena amable.

Sofia solo sonríe respondiendo a su falsa amabilidad sabiendo que no podrá librarse de ella tan fácil.

  • Por supuesto, el pasado es pasado, ni siquiera vale la pena mencionarlo. – Dice Sofia manteniendo su sonrisa tan así que está segura que en cualquier momento le van a doler los labios por tanta hipocresía.
  • Pero querida veo que vas de salida, así que no te quito más tiempo, pasare a saludar a Maximiliano. – Anuncia Lorena divertida. Esas palabras sin que Sofia lo quiera, logran tocar una fibra en ella que pensaba ya había controlado, pero al parecer estaba muy equivocada, pues un gran fuego inundo su pecho al imaginarse a Maximiliano solo en su oficina con Lorena, por consiguiente, su boca se movió antes que su cerebro.
  • Me daría pena que Maximiliano no te reciba con lo ocupado que esta así que personalmente te acompañare con él para que se tome un momento, sígueme. – La guía Sofia, mientras Natalia ya no entiende nada, ¿acaso no iban a almorzar?
  • Natalia por favor encárgate del asunto, me informas más tarde. – Indica Sofia a lo que Natalia entiende y se despide. – Vamos. – Se dirige hacia Lorena que quiso refutar, pero Sofia no le dio oportunidad, no quedándole más opción que seguirla.
  • De verdad que no era necesario, puedes ir a hacer tus cosas, me da pena interrumpir tu apretada agenda. – Intenta nuevamente Lorena cuando esta la guía hacia el ascensor.
  • No te preocupes, mi asistente es muy eficiente, ella se puede encargar bien, además, ¿qué puede ser más importante que recibir a una vieja “amiga”? – Sostiene Sofia tranquila, aunque esa última palabra casi no logra pronunciarla.
  • Tan linda como siempre. – Menciona Lorena con todo el sarcasmo del que es capaz a lo que Sofia sonríe de la misma forma.

Una vez llegan al frente de la oficina de Maximiliano, Erick y todo el piso se sorprende la vicepresidente nunca va allí, pero ese día ahí está sonriente acompañada de otra elegante mujer que camina resuelta mostrando su seguridad y porte. Las personas solo la saludan llamándola señora Montenegro o vicepresidenta.

  • ¿El presidente está en alguna reunión o llamada? – Le pregunta Sofia a Erick, sabiendo que él tiene perfectamente memorizada la agenda de Maximiliano.
  • No señora, ¿quiere que la anuncie? – Pregunta respetuoso además de muy sorprendido Erick.
  • No es necesario. – Sonríe Sofia, debe mostrarle a Lorena su poder, muy pocas veces lo ha hecho pero esta vez siente que es algo que se debe a sí misma. Erick no sabe si debería detenerla, pues justamente Maximiliano le ordeno que nadie lo interrumpa, además que tiene prohibido que alguien ingrese a su oficina sin anuncio, sin embargo, es la señora Montenegro la que lo ordena, así que solo reza no meterse en ningún problema, Sofia también es consciente de ello, pero no se puede permitir demostrar la más minina debilidad, así que se dirige hacia la oficina de su todavía esposo con paso firme.

Lorena solo observa todo con un toque de molestia, ese debería ser su lugar, la mujer que puede ingresar a la oficina de Maximiliano cuando quiera y a la que todos llamen señora Montenegro. Pero se recuerda que no es tarde, por lo que sonríe siguiendo a Sofia.

Por su parte, Sofia con toda seguridad abre la puerta de la enorme oficina, distrayendo a Maximiliano de su trabajo, lo que causa su enojo de inmediato haciendo que se gire con toda la intención de gritar al que se haya atrevido a entrar sin tocar, pero antes de que pueda hacerlo su mirada se conecta con la de Sofia que ingresa con una sonrisa y lo siguiente que escucha lo paraliza.

  • Cariño, lamento mucho interrumpir tu trabajo. – Sonríe Sofia mientras Maximiliano se desconcierta, quiere preguntarle, ¿qué le sucede?, hace menos de quince minutos le hablo completamente indiferente y hasta se puede decir que con molestia, pero ahora está allí llamándolo “cariño”, cuando jamás lo ha hecho antes, si se había vuelto loca que al menos le avisara con tiempo pensaba mientras que Sofia no lo deja hablar ya que rápidamente agrega. – ¿A que no sabes quién nos visita? – Dice mirando a la puerta por la que ingresa Lorena sonriendo intentando ocultar su molestia por las palabras cariñosas que utiliza Sofia para con Maximiliano.

El pobre hombre se siente en la luna por lo que solo puede fruncir el ceño, sin embargo, al escuchar a Sofia y seguir su mirada a la puerta ve a Lorena Álvarez ingresando allí, Maximiliano se sorprendió, ¿Qué hacia ella ahí?, se preguntó, hace años que no la veía.

  • ¿Lorena? – Pregunta incrédulo.

MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO, NO OLVIDEN DEJAR SUS COMENTARIOS SON MUY VALIOSOS PARA MI.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.