Dulce Matrimonio
Ante la reacción de Maximiliano que más allá de la sorpresa por ver a alguien que hace muchos años no ves, no mostraba ninguna otra emoción, Lorena tomo la palabra, no quiere que Sofia se sienta ganadora y crea que su presencia no es importante para ese hombre, después de su conversación le queda claro que Maximiliano no se tomó el tiempo de aclarar la situación con ella, aunque no valdría la pena hacerlo Sofia no lo creería, así que siente que todavía puede ejecutar su plan.
- Max que alegría verte, pasaba cerca y me percate que desde mi regreso no te. – Se detiene un segundo y corrige. – No los había visto, ni siquiera pude asistir a su boda por lo que quise pasar a saludarlos, espero no molestar. – Sonríe apenada Lorena.
Sofia solo la observa manteniendo su postura tranquila además de despreocupada, sin embrago no desaprovecho la oportunidad para acercarse a Maximiliano poniéndose detrás de él, mientras se recostaba en el espaldar de la silla colocando sus manos a los lados de los hombros de su esposo en lo que pareciera una con natural de una pareja enamorada, lo que no pasó desapercibido para Loreno y mucho menos para Maximiliano que cada vez estaba más desconcertado con su linda esposa.
- Cariño sé que estas muy ocupado, pero me dio pena que Lorena perdiera su venida hasta aquí, es por eso que personalmente la acompañe a tu oficina, no te molesta ¿verdad amor? – Pregunta Sofia acercándose su rostro a la mejilla de Maximiliano desde su espalda, dejándolo sin reacción, pero pudo sentir como ella presionaba un poco su hombro en una sutil acción con la que sin palabras le decía que reaccionara.
- Amor para ti nunca estoy ocupado. – Sonríe Maximiliano para seguirle el juego a su esposa, pues puede sentir que de no hacerlo es hombre muerto aun así de pronto su corazón late muy rápido con la situación y en el fondo de su ser agradece profundamente la visita de Lorena, en algún momento deberá aclarar con Sofia lo sucedido en el pasado con ella, sobre todo porque él es más que consciente de que Sofia la detesta profundamente.
- Pasa Lorena toma asiento. Como dice mi esposa estoy muy ocupado, pero ya que ella se tomó el tiempo de saludarte no puedo ser grosero – Dice Maximiliano, para darle la razón a Sofia y sobre todo marcar su lugar como su esposa, algo que irrita a Lorena pero no lo demuestras pasando así a sentarse al mueble donde poco después ellos la acompañan, Maximiliano aprovecha para pasar su brazo por la cintura de Sofia es lo más cerca que han estado en los últimos años, acción que Lorena observa detenidamente con odio, pensando en que quizás los rumores no son tan ciertos como creía, se lo venia preguntando desde que se encontró con Sofia al ver como ella simplemente entro a la oficina de Maximiliano y este no le dijo nada pero quería saber más, para saber en qué punto están las cosas.
- Me alegra mucho verlos llevándose tan bien, parece que llevan un feliz matrimonio. – Menciona Lorena con toda la hipocresía de la que es capaz tratando de sacar alguna información valiosa acerca de su relación.
- Claro que sí, Max es el amor de mi vida. – Responde Sofia sin titubear, haciendo que el corazón de Maximiliano de un vuelco, si está mintiendo lo hace demasiado bien, pero su silencio hace que las dos mujeres lo observen como esperando sus palabras y así era, Sofia esperaba que no fuera a salir con alguna estupidez, porque ahí si la conocería, mientras Lorena tenía la esperanza de que como en el pasado expresara su desprecio por ella y negara ser feliz a su lado. Sin embargo, las palabras de Maximiliano fueron un golpe directo a su ego.
- Es un amor para toda la vida. – Dice Maximiliano con firmeza casi como un voto o una promesa, lo que sorprendió a las dos mujeres por diferentes motivos. Los ojos de ambas se posaron en el con sentimientos encontrados, sin embargo, Lorena se obligó a sí misma a reaccionar para seguir con el objetivo de su visita, pensó en que el juego apenas comienza y aun cuando Sofia parece llevar ventaja ella todavía tiene puntos a su favor.
- Ya veo, estoy muy feliz por ustedes. – Sonríe Lorena con una falsa alegría. – Bueno siendo testigo de que están muy bien, debo admitir que además de saludarlos, el motivo de mi visita es contarles que oficialmente me hare cargo de Constructora Álvarez. – Anuncia con emoción. – Mi padre planeo una velada y personalmente vine para invitarlos, saben que allí se llevarán a cabo varios negocios que estoy segura serán muy beneficioso para todos. – Asegura Lorena pasándole la invitación a Maximiliano.
- Felicidades. – Dice Maximiliano tomando la invitación en sus manos. – Allí estaremos. – Sonríe abrazando más a Sofia. – ¿Verdad amor? – Pregunta con una sonrisa, a lo que Sofia abre mucho los ojos, pero no puede salirse de su papel, por lo que mira a Maximiliano con la mirada más dulce del mundo mientras responde.