El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Juntos

  • Claro cariño. – Responde para girarse hacia Lorena con una gran sonrisa. – Sera todo un placer acompañarte, mi esposo y yo estaremos más que encantados de estar allí. – La expresión de triunfo que muestra Sofia es suficientemente evidente para que Lorena lo note aun así no se rinde ni lo hará, siente que, si lo logró una vez, ahora con el poder que tiene será más fácil.
  • Genial, entonces no los distraigo más. – Dice Lorena mientras se levanta para acercarse y extender su mano hacia Maximiliano en forma de despedida, sin embargo, Sofia es más rápida y es ella quien la toma manteniendo su sonrisa y expresión victoriosa.
  • Nos veremos allí, adiós. – Se despide Sofia con lo que a Lorena no le queda otra opción que corresponder la sonrisa para dirigirse a la salida lo más rápido posible, pues no cree que pueda mantener la falsa alegría por más tiempo.

Maximiliano por su parte solo se despidió con un asentimiento de cabeza sin decir más, en ese momento él estaba más concentrado en otras cosas más importantes, como la sensación de tener a Sofia tan cerca sujeta por su brazo, preguntándose, ¿por qué eso lo hacía sentir tan bien?

En cambio, una vez Lorena salió del edificio para entrar a su auto pudo golpear el volante con gran fuerza y expresar toda su ira contenida, buscando rápidamente su teléfono celular con el que envió un mensaje urgente.

  • Necesito que actúes, lo que vi no son buenas noticias. Ese matrimonio no está para nada cerca de acabarse, por lo menos no por su cuenta – Escribió rápidamente mientras se enojaba cada vez más con toda la situación. Cada segundo allí odio mucho más a Sofia y se juró hacerle pagar caro esa humillación, pues así lo sintió Lorena humillante.

Mientras del otro lado del teléfono Saul solo chasqueaba la lengua al leer el mensaje, pues no eran para nada buenas noticias, su padrino que estaba con él en ese momento se percató del gesto que hizo, por lo que supuso sin temor a equivocarse que algo andaba mal con el tema de Sofia y su matrimonio.

  • ¿Todo bien? – Pregunto, aun sabiendo la respuesta.
  • Tal parece que la situación no esta tan a nuestro favor como pensamos, pero no te preocupes padrino te aseguro que encontrare la forma, Industrias Villareal será solo nuestra. – Promete Saul mientras en su mente se promete así mismo que tanto la empresa como Sofia serán suyas y ya empezó a trabajar en ello.
  • Se cuidadoso, no puedes olvidar que los Montenegro tienen mucho poder, así que lo que sea que hagas, actúa con cautela. – Le recuerda Fabricio, no quiere tener una guerra directa con ellos al menos no por ahora, primero necesita afianzar su poder.
  • Tranquilo padrino sé que hacer. – Se compromete Saul, mientras en su mente traza el primer paso de su plan.

Por su parte Maximiliano y Sofia se han quedado solos en la oficina, una vez que están seguros que Lorena ya se fue, Sofia rápidamente se suelta del agarre de Maximiliano quien parecía muy cómodo con la situación para ponerse rápidamente de pie. Lo que hace que él sonría por lo cómico de la acción.

Sofia que se percata de la expresión de su muy poco estimado esposo, reclama inmediatamente.

  • ¿De qué demonios te ríes? – Pregunta cruzándose de brazos, no le gusta para nada su gesto.
  • No me estoy riendo. – Responde Maximiliano sin poder borrar la sonrisa de su rostro, misma que Sofia llevaba años sin ver.
  • Parece que estas muy contento de haber visto a Lorena, si es así me hubieras dicho y los habría dejado solos. – Exclama Sofia con un tono más alto de lo que pretendía y sin disimular ni un poco su molestia además del sarcasmo de sus palabras, lo que solamente logro que la sonrisa de Maximiliano se extendiera aún más, pues recuerda claramente cuando años atrás Sofia le hacia las mismas escenas y todas eran por Lorena.

Maximiliano en ese momento recuerda la razón por la cual inconsciente o más bien conscientemente él se acercó a Lorena creando así otro gran malentendido entre ellos, que hasta hace unos días para él no era importante pero que ahora le gustaría aclarar sin embargo siente que no es el momento, antes de eso deben prepararse para mudarse a la mansión Montenegro con su abuelo, por lo que decide que ya más adelante habrá tiempo para lo demás, por ahora lo principal es retrasar lo más posible el divorcio, ¿Por qué? Maximiliano en su interior lo sabe, pero aún no quiere admitirlo, no obstante, la vida tiene una maravillo forma de enfrentarnos a nuestros más profundos temores de lo cual el será fiel testigo más adelante.




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