El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Relaciones del pasado

El largo silencio por parte de Maximiliano solo hace que cada vez Sofia se enoje más con el simple hecho de pensar que sus conjeturas son ciertas y el de verdad está feliz de verla además que si quería quedarse a solas con Lorena sin imaginar que los profundos pensamientos que pasaban por la mente de ese hombre estaban todos dirigidos a ella y su extraña situación.

Aun así, Maximiliano después de un momento se da cuenta que Sofia lo está observando con una mirada fija de odio puro que si pudiera lo atravesaría en dos, con los brazos cruzados en clara expresión de molestia, lo que le parece muy divertido, pero para evitar un asesinato en su oficina decide responder a sus preguntas.

  • ¿Por qué querría estar a solas con ella? – Cuestiona rápidamente en tono tranquilo.
  • Pues es lo que parece, estas muy feliz después de verla. Nunca sonríes tanto o por lo menos no en mi presencia – Alega Sofia intentando sonar desinteresada, pero sale todo lo contrario pues el tono de reclamo es más que obvio. Haciendo que Maximiliano quiera reírse más, pero decide no arriesgar su vida y se controla.
  • Estás loca, pero supongo que eso ya lo sabias, en fin, ¿ya tienes tus cosas listas cariño? – Pregunta Maximiliano acentuando la última palabra en clara burla, dejando helada a Sofia. Primero, ¿acaba de llamarla loca? Se pregunta, pero eso paso a segundo plano cuando le dijo “cariño” obviamente haciendo referencia a como ella lo llamo cuando entro a su oficina como un torbellino haciendo uso de sus derechos de esposa. Sin embargo, no se iba a amilanar, así que tranquilamente explica
  • Te recuerdo que para los demás somos un matrimonio feliz, así que utilizar apelativos cariñosos en público está bien, pero ahora estamos solos no hay necesidad de eso. – Dice Sofia desviando la mirada. – Me voy aún tengo cosas que hacer. – Se despide, pues ya no puede quedarse un minuto más allí, Maximiliano se está comportando de una forma demasiado extraña a su parecer y aun así tiene el descaro de llamarla loca a ella, loco el con esos cambios tan repentinos piensa.
  • Está bien, te vere más tarde esposa. – Dice Maximiliano ganándose una mirada de consternación por parte de Sofia, sin embargo, decide no preguntar ni decir nada al respecto y solo sale huyendo de allí, la forma de hablar, de comportarse hasta de expresarse de Maximiliano de ese día solo le recuerda al joven que era hace más de ocho años y eso la confunde demasiado algo que no debería pasar, mucho menos ahora que esta apunto de divorciarse, así que decide no darle más importancia al tema e irse a trabajar.

Por su parte en Ciudad Luz la situación se ha tornado extraña, ¿te ha pasado que justamente a la última persona que deseas ver en el mundo es a la primera que te encuentras?, pues bien, justamente eso es lo que le está pasando a Valentina que no puede creer su mala suerte, irse justamente a encontrar a ese hombre en otra ciudad a miles de kilómetros de casa.

  • ¿Qué haces tu aquí? – Pregunta con absoluto fastidio Valentina mientras observa al ser más molesto sobre la faz de la tierra a su parecer. A lo que el aludido solo muestra una sonrisa.
  • ¿Por qué?, ¿acaso este lugar es tuyo y nadie más puede venir? – Pregunta divertido Rafael.
  • Muy gracioso, si este hermoso hotel fuera mío, ¿para que trabajaría? – Cuestiona Valentina fastidiada.
  • Pero podría serlo, ¿olvidas que este hotel es de mi familia? – Le recuerda con diversión Rafael, haciendo que Valentina caiga en cuenta que él tiene razón la cadena de hoteles Alcázar son de la familia de Rafael y es el quien los administra, pero es increíble que justamente ese día este en ese, cuando podía estar en cualquier otra de sus sedes.
  • Lo había olvidado, en realidad solo lo escogí porque es el que más cerca que queda al tribunal. – Expone Valentina sin darle mucha importancia.
  • Entonces, estas aquí por trabajo. – Afirma Rafael, sin necesidad de preguntar.
  • Así es y ya me voy, se me hará tarde además tampoco es que como que quiera mantener una conversación contigo. – Dice Valentina para dejar la llave de su habitación en recepción y marcharse rápidamente, pensando que el universo parece conspirar en su contra ese día, solo espera que eso sea lo único.
  • Adiós. – Se despide Rafel con una sonrisa mientras agita su mano en gesto de despedida.

Una vez se ha ido se gira hacia la recepcionista para indicar.

  • Todos los cargos de la habitación de la señorita que acaba de salir ponlos a mi nombre.
  • De acuerdo señor. – Responde la chica para sorprendida, sobre todo porque por lo que pudo presenciar su jefe y esa señorita no parecía llevarse para nada bien, pero ella no es quien para cuestionar así que solo cumple la orden.

Muchas gracias, no olviden dejar sus comentarios son super valiosos para mi.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.