El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Nuevos Rumores

  • Señor, tenemos nueva información, la señorita Lorena Álvarez estuvo esta tarde en Corporación Montenegro. – Informa el hombre rápidamente, mientras su jefe asiente escuchando las nuevas noticias.
  • ¿Fue a ver a Maximiliano? – Pregunta con seriedad.
  • No podríamos saberlo con certeza, pero en la entrada se encontró con la señora Sofia. – Dice mientras le pasa unas fotografías donde se les puede ver a ambas mujeres hablando como si de las mejores amigas se tratara en la puerta de Corporación Montenegro.
  • Interesante. – Comenta el hombre observando detalladamente las fotografías. - ¿Qué hemos podido averiguar sobre su situación? – Pregunta, hablando de la relación entre Maximiliano y Sofia.
  • Nada nuevo señor, no ha sido posible saber nada más acerca de su relación, pues todo lo que tiene que ver con ellos es supremamente confidencial, se dice que en la empresa prefieren mantener distancia y la cortesía básica para evitar malos entendidos o complicaciones, pero en los eventos públicos y celebraciones donde asisten juntos se les muy bien, la gente habla sobre la pareja ideal cuando se trata de ellos. – Reporta el hombre avergonzado pues de verdad no han podido conseguir nada nuevo.
  • Está bien, sabíamos que no sería tan sencillo, mantenlos vigilados, averigüemos si ese matrimonio es tan ideal como se comenta. – Sonríe con ironía el hombre. – ¿Lo otro ya está listo? – Inquiere.
  • Así es señor, cuando quiera puede proceder.
  • Excelente. – Por fin una gran sonrisa se apodera de sus labios, este es el primer paso, ya con eso es feliz. Maximiliano se arrepentirá toda su vida por sus acciones y él se encargará de eso, es la promesa que se hizo, a la cual no faltara.

Mientras tanto Sofia regresaba a su oficina sin poder creer que por culpa de Lorena haya perdido tanto tiempo, pero lo peor es que ni siquiera había almorzado y la verdad ya tenía mucha hambre, no obstante Natalia llego como caída del cielo con comida para ella, pues le daba pesar su jefa.

Sofia al verla solo pudo agradecer desde lo más profundo de su corazón con una gran sonrisa.

  • ¿Te he dicho que eres la mejor? – Dice al recibir la comida de Natalia quien solo le devuelve la sonrisa.
  • Lo se jefa, pero adelante coma ya es muy tarde, debe tener hambre. – Menciona Natalia sabiendo que tiene razón, asume que la visita ya se fue, pues no está allí y no cree que su jefa la haya dejado sola en presidencia. Aunque le encantaría preguntar no cree que sea prudente, pues por lo que alcanzo a escuchar existe toda una historia detrás.
  • Gracias por tu consideración. – Agradece Sofia mientras come, de verdad moría de hambre.

En lo que Sofia come tranquilamente en su oficina, por toda la empresa los rumores empezaron a circular, la semana anterior hablaban sobre la ausencia de Sofia en la empresa, además de un posible divorcio que aunque no era fuerte había estado sonando por un tiempo, claro siempre hubo quienes lo pronosticaron desde el mismo momento del matrimonio, los celos y la envidia sus principales motivaciones, pero ahora en un abrir y cerrar de ojos el tema del día cambio repentinamente todos se centraban en la visita de una extraña mujer que nadie reconoció pues Lorena estuvo varios años en el extranjero y hasta hace muy poco volvió para tomar el mando de la constructora de su familia, sin embargo, lo más impactante de todo fue el cómo la vicepresidenta ingreso a la oficina del presidente sin anuncio, lo cual no debería ser raro pues todos saben que ella es la esposa, la señora Montenegro, aun así nunca antes lo había hecho y eso era lo increíble de la situación.

Erick estaba en la misma posición que todos los demás, pero lo ocultaba bien, para que no pareciera aún más extraño de lo que ya era, sin embargo, no quería entrar a la oficina de presidencia temiendo que su jefe estuviera muy enojado por haber dejado pasar a la señora Sofia sin aviso, pero, ¿Qué podía hacer? Se consuela así mismo ella también es su jefa después de todo. Por lo que se armó de valor y se dirigió allí para entregar los documentos que necesitaban la firma del presidente.

Toco suavemente recibiendo el paso, en primera instancia parecía ir todo bien, pues la voz de Maximiliano no denotaba mal humor u otra cosa, por lo que entro como si nada hubiera pasado.

  • Presidente, debe revisar y firmar estos planes para los próximos meses, solo falta su aprobación. – Comunica Erick lentamente pendiente de cada acción de Maximiliano, sin embargo, no parece haber ninguna reacción negativa.
  • Está bien déjalo aquí. – Dice Maximiliano simplemente señalando su escritorio. – Por lo que Erick feliz lo hace y se gira para salir ya pudiendo respirar tranquilo, pues no paso nada, pero antes de llegar a la puerta Maximiliano lo llama haciendo que nuevamente su reparación se detenga. – Por cierto, Erick. – Dice.
  • Señor. – Dice volteando lentamente temiendo que se haya acordado de lo sucedido.
  • Avísale a la señora que hoy me iré con ella.




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