El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Fiesta

Los invitados ya han empezado a llegar, todos personas muy importantes e influyentes en el país, Lorena como la anfitriona ha estado recibiéndolos e indicándole sus lugares, pero en ese momento a ella solo le interesa la llegada de una persona en particular, bueno de dos, aunque tiene la esperanza de que no lleguen juntos, después de todo se deberían estar odiando. Gran equivocación pues minutos después los murmullos no se hacen esperar haciendo eco de la llegada del matrimonio Montenegro Villareal que se ven tan impecables como siempre.

La mirada de odio de Lorena inmediatamente se hace presente, pero no es la única pues desde una esquina del lugar, Saul observa con sorpresa a esos dos seres que sonríen tranquilamente mientras caminan del brazo en una acción totalmente coordinada que hace que los odie más, no entiende, ¿Qué paso?, lo único que se le ocurre es que son muy buenos fingiendo, aunque eso no lo convence tanto, pues puede ver como Maximiliano inconscientemente esta pendiente de cada movimiento por parte de Sofia.

  • Parece que el matrimonio Montenegro Villareal, no tiene problemas como se especulaba. – Comenta Helio Valdés quien ya se encontraba en salón saludando a algunos socios.
  • También escuche rumores. – Lo secunda otro hombre de allí que también observa a la pareja. – Pero todo parece indicar que solo eran eso, rumores.

Ante las palabras del hombre los demás asistentes, pues no ven ningún indicio de alejamiento entre ellos.

  • Bienvenidos, es un placer contar con su presencia. – Saluda Lorena recibiendo a Maximiliano y Sofia con una sonrisa, no puede dejar su papel por nada del mundo, no importa si justo en ese momento solo quiere morir de indignación, se convence a sí misma de que aún es temprano para eso, si no funciono lo anterior, ya tiene otras medidas en mente.
  • Buenas noches presidente Álvarez, felicidades de antemano por su nuevo cargo. – Saluda Sofia con educación, pero con un brillo de superioridad en sus ojos que solo Lorena logra ver, sabiendo que Sofia se burla de ella por no poder conseguir lo que ella quiere, que es justamente al hombre que la lleva de su brazo.
  • Muchas gracias, pero entre nosotros no son necesarios los títulos, ¿verdad Max? – Sonríe con clara coquetería Lorena.
  • Debemos mantener las formalidades correspondientes presidenta Álvarez, aun mas en su evento de posesión. – Responde Maximiliano con calma, haciendo que Lorena quiera morir de ira, mientras Sofia sonríe con satisfacción.
  • Claro, claro, pero adelante. – Dice Lorena con una sonrisa tensa.
  • Gracias. – Responden a la par e ingresan, para ser saludados por varias personas que se les acercan sabiendo el poder que ambos tienen, el cual es aun mayor desde que se unieron en matrimonio.

Los minutos siguen pasando y Maximiliano aun del brazo del Sofia sin separarse un segundo se encuentran allí hablando con varias personas sobre negocios, cuando Sofia se percata de algo que le parece bastante interesante y divertido, por lo que sin pensar mucho en la reacción de las personas se le acerca con toda confianza a su esposo para susurrarle algo al oído de forma intima haciendo que sin saberlo aún más rápido se descarten los rumores de separación.

Maximiliano escucha atentamente a su esposa para luego girarse disimuladamente hacia un lado una vez Sofia le ha hablado y sonríe divertido con lo que ve, pues justo en ese momento ingresaba Rafael en compañía de Valentina muy sonrientes.

¿Cómo sucedió? Se preguntaban pues para ninguno de los dos era desconocida la situación de odio, amor, odio que Vivian esos dos desde hace años, pero ahí estaban juntos y muy sonrientes.

Media hora antes…….

  • Hola, Rafael ya estoy lista, ven por mí. – Exige Valentina mirándose al espejo feliz por el resultado conseguido. Nada mas quiere escuchar las excusas de Rafael como, “Valentina ya es muy tarde, ya tengo pareja” o “Ya estoy en el lugar debiste avisarme antes” y así un sinfín más, pero la respuesta se salió de todas las posibilidades en su mente.
  • Estoy afuera. – Respondió con lo que Valentina puede interpretar como una gran sonrisa.
  • ¿De dónde? – Cuestiono para estar segura de que no estaba alucinando.
  • De tu casa claramente. – Anuncia Rafael con tono de que es lo obvio.

Valentina que no quería quedar como una tonta, ya no dijo nada más y se asomó para poder refutar con conocimiento de causa, pero grande fue su sorpresa al darse cuenta que ese tonto hombre no mentía ya que efectivamente el auto de Rafael estaba en la puerta de su edificio y allí estaba el recostado en este con su celular en mano obviamente hablando con ella. Quien no sabia que decirle por lo que solo salieron dos palabras de su boca.

  • Ya bajo.




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