El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Mi esposa

  • Claro que lo sé, es mas estoy completamente seguro que es así. – Dice Maximiliano haciendo que Lorena sonríe, parece que se esta logrando el cometido. – Soy un vivo ejemplo de ello. – Agrega al segundo. – Mi relación con Sofia será eterna. – Finaliza sonriendo.
  • No debería ser de otra forma, se podría decir que ustedes son almas gemelas. – Comenta Rafael, guiando una mirada de burla hacia Lorena pues tanto el cómo Maximiliano saben perfectamente a que se refería ella en realidad.
  • Si me permites. – Dice Maximiliano. – Debo volver con mi esposa. – Amplia su sonrisa y se aleja para ir hacia la hermosa mujer que no tiene ni la más mínima idea de que su marido en ese momento hierve de ira contenida que obviamente no dejara salir.
  • Ríndete Lorena. – Aconseja Rafael que se quedo con ella donde estaban.
  • ¿Qué quieres decir? – Pregunta ella haciéndose la desentendida.
  • Se perfectamente lo que querías hacer y sabes que Maximiliano también lo sabe, pero no lograras nada. – Determina Rafael. – La ama. – Asegura sin una pizca de duda. – Siempre ha sido así y créeme eso nunca cambiara, Maximiliano ni en su peor momento dejo de amarla y te consta, aunque no lo quieras admitir. – Expone Rafael con calma, de verdad espera que esa mujer entienda, no quiere que su amigo sufra nuevamente como lo ha hecho todos estos años, pues el mas que nadie sabe lo difícil que ha sido para Maximiliano apartarse de Sofia, aunque ha sido un gran consuelo tenerla en su vida aun con toda la situación.
  • No lo creo Rafael, no se porque te pones de parte de ella, pero estoy segura que también has escuchado los rumores, ellos jamás se recuperaron, Maximiliano la odio y ella jamás lo perdonara del todo. – Asegura Lorena, si bien no esta segura quiere lograr sacar alguna información por parte de Rafael, sabe que el es el mejor amigo de Maximiliano por lo que esta segura que si hay alguien que este enterado de todo de primera mano es justo ese hombre.
  • Si quieres seguir engañándote, hazlo. – Declara Rafael. – Pero los hechos no mienten, mira. – Dice mirando hacia donde están Maximiliano tomando a Sofia por la cintura y sonriendo tranquilamente hacia Saul.

Esa imagen hace que Lorena quiera tirar la copa de que tiene en su mano, sin embargo, sabe que debe mantener el control, así que se sobrepone rápidamente.

  • No todo lo que brilla es oro. – Dice para marcharse de ahí, ya no quiere oír mas a Rafael en el fondo porque sabe que cada una de las palabras que dijo son completamente ciertas.

Por su parte Rafael se había acercado en búsqueda de su acompañante ya le había dejado suficiente espacio.

  • Querida Sofia me llevo a mi acompañante, tu ya tienes a tu marido. – Bromea Rafael para arrastrar a Valentina con él, primero porque quiere pasar la mayor parte del tiempo con ella y por otro lado se quería enterar del chisme de primera mano, pues por estar advirtiéndole a Lorena se perdió el pequeño intercambio de palabras que tuvo Maximiliano con Saul Ibáñez

Por lo que ni corta ni perezosa Valentina le conto todo con lujo de detalle.

  • Parece que nos seguimos encontrando director Ibáñez. – Dice Maximiliano tranquilo mientras llega al lugar y en una acción muy sutil pero que enviaba un claro mensaje, rodea con su brazo la cintura de su esposa, haciendo que en un gesto casi imperceptible Saul exprese su molestia.
  • Presidente Montenegro, así parece, espero que no le moleste que venga a saludar a Sofí, como usted sabe tenemos un vínculo muy cercano. – Dice mirando al Maximiliano con burla, pero añade. – De trabajo obviamente. – Sonríe Saul, no importa cuanto quiera Maximiliano ocultar sus sentimientos es obvio su fastidio por él, además de la ira por sus palabras, aunque no puede encontrar ni una pizca de molestia hacia Sofia y no entiende nada, pues así no debieron ser las cosas. Por su parte Sofia puede sentir que algo esta pasando y que esas palabras están diciendo mucho más, pero como ella no esta enterada de nada pues no logra captar la indirecta.
  • Para nada, no tendría por qué. – Responde Maximiliano manteniendo la sonrisa. – Mi esposa. – Recalca muy bien la palabra para no dejar lugar a dudas de su puesto. – Mantiene múltiples relaciones laborales, lo importante en realidad es que yo soy su único esposo. – Declara con absoluto orgullo mientras deja un beso en la mejilla de Sofia que logra detenerle por un segundo el corazón y su cerebro que hizo corto circuito por tal acción.
  • Claro. – Dice Saul intentado mantener la expresión tranquila. – Bien los dejo debo saludar a algunas personas. – Sofí no olvides nuestro compromiso. – Finaliza esperando al menos molestar un poco a Maximiliano, aunque en realidad el mas molesto en ese momento es el.

Toda esta escena no paso desapercibida para un hombre que observaba todo desde una distancia segura desde la cual nadie se pudiera percatar de su observación, esta intentando tener una figura mas clara de el estado de la situación, dejándole claro que ese matrimonio no esta para nada en problemas así que tendrá que intervenir, aunque parece que ya se han empezado a mover las fichas, sin ningún resultado por lo visto.




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