El contrato expiró, pero el amor ¿nació?

Vicepresidenta

  • Algo me dice que la opinión de Sofia puede ser aún más importante que la de Maximiliano y no lo digo solo por su cargo como vicepresidenta, aunque también pude notar la confianza que tiene en ella con sus funciones. – Sugiere Julián y es que de lo que ha podido investigar este jamás se inmiscuye en las decisiones de Sofia además en la fiesta de la constructora se pudo dar cuenta de la mirada que tenía Maximiliano hacia su esposa, por lo que una gran sonrisa se asoma en su rostro.
  • ¿Y eso te alegra? – Pregunta Emilia curiosa por la rara expresión del hombre frente a ella.
  • Claro que sí. – Responde inmediatamente Julián. – Porque eso significa que mi plan será un éxito. – Sonríe aún más.

Emilia lo mira con duda, solo espera que no termine todo en un gran desastre, siente que Julián ya ha sufrido lo suficiente y aunque no está del todo de acuerdo con lo quiere hacer lo apoyara hasta el final.

Así mismo con planes en mente, acciones con fines determinados y reacciones por igual ha pasado el día, con lo que la noche está empezando a caer, en su oficina Maximiliano ha intentado concentrarse en su trabajo y mantenerse tranquilo pero le está costando demasiado, no ha sabido nada de su Sofia desde la mañana cuando ella salió en compañía de Natalia y Pérez, lo único fue lo que Erick le informo que se había dirigido hacia la sede de la filial, donde aún debe estar pues para determinar y resolver la situación debe revisar todo desde allí, lo que lo tiene un tanto preocupado, no porque no confié en ella sino porque sabe que cuando Sofia se concentra en algo se olvida del mundo incluyendo cosas tan básicas como comer, así que después de meditarlo un rato, viendo que ya eran casi las 7 de la noche, decide correr el riesgo de llamarla esperando que por un milagro del cielo le responda lo cual para su gran sorpresa y alivio sucedió.

  • Presidente. – Dice Sofia al otro lado de la línea, con lo Maximiliano entiende la razón por la que contesto la llamada, pensando que era por temas laborales y aunque él se mentalizo para seguirle la corriente al final las palabras que salieron de su boca fueron a todo lo contrario.
  • ¿Ya comiste? – Pregunta sin ningún preámbulo.

Sofia que sigue en la sala de reuniones con varias personas haciendo llamadas, pidiendo informes y coordinando algunos cambios se quedó muda, en cuanto ella respondió la llamada, todo la sala se había quedado en silencio ya que el que llamaba no era nadie más que el presidente que seguramente debía estar muy enojado por lo que estaba sucediendo y lo más probable es que quería un reporte de la situación actual, pero los que estaban cerca de Sofia pudieron escuchar las palabras de Maximiliano quedando igual de sorprendidos que la vicepresidenta que intenta mantener la calma, aunque por el impacto respondo sinceramente antes de meditar un poco sus palabras.

  • No. – Dijo y se regañó mentalmente por no pensar antes de responder, ella quería decir que sí, pero por un momento no pensó, solo respondió sinceramente, ese era un poder que Maximiliano siempre había tenido sobre ella, uno que había olvidado por todo lo que habían estado viviendo pero que ahora parecía regresar con más fuerza, espero una reacción al otro lado, pero igual a lo que ha estado sucediendo los últimos días todo lo que hacía Maximiliano era una cosa nueva para ella pues este solo dijo.
  • Lo sabía, siempre es lo mismo contigo. – Dijo Maximiliano y colgó, la sala seguía en silencio, pues Sofia no entendió nada y los demás menos, los que estaban más alejados que no sabían que había pasado solo pensaron que su presidente debía estar tan furioso que hasta le colgó la llamada a la vicepresidenta después de solo hacer una pregunta, pensaron que la situación debía ser muy mala pues Sofia se había quedado en silencio, eso hasta que escucho como a su lado Natalia hacia un leve carraspeo para llamar su atención, con lo que inmediatamente volvió a sus labores.
  • Bien, sigamos, ¿Dónde está la información de ruta que les pedí? – Reacciona Sofia, con lo que pronto ya todos estaban nuevamente en acción olvidando por completo la llamada del presidente, al cual varios de allí no lo conocen y existe algunos que tampoco saben que Sofia además de ser la vicepresidenta es la esposa del presidente, la señora Montenegro.

Media hora después las puertas de la sala de juntas se abren dejando pasar a un joven, elegante y guapo hombre que despierta todos los murmullos, ya que para llegar allí debía ser alguien importante puesto que entro sin ni siquiera tocar, pero para Sofia todo se paraliza al levantar la vista y que sus ojos se crucen con los de este hombre que sigue haciendo que sus acciones le aceleren el corazón en gran medida, justo como en ese momento donde no sabe que es lo que hace allí.

  • Buenas noches presidente. – Saluda Natalia ya que parece que su jefa está paralizada y los demás allí no reconocen a Maximiliano así que es ella quien debe reaccionar.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.