Sin culpa, sin dolor,
sin arrepentimiento,
me alejo de tu lado,
porque nuestro tiempo ha muerto.
Tantas noches rotas,
tantas lágrimas perdidas,
tantos testigos silencioso
de mi lucha sin medida.
Espero que, en mi ausencia,
descubras mi batalla,
todo lo que resistí
por quedarme en tu mirada.
Pero ahora me marcho,
sin peso en el alma,
porque el amor no es guerra,
y mi guerra fue en vano.
Editado: 02.11.2022