El corazón de Amelia.

Capitulo 1. Parte 2.

Varios días han pasado desde ese terrible ataque de monstruos donde se perdieron vidas inocentes. Justo ahora, partes de la ciudad donde estaban algunos escombros de casas de madera destruidas fueron limpiados para poner un grupo de velas que conmemoran la memoria de aquellos que se fueron. Los escombros de las partes destruidas de la muralla fueron limpiados y levantaron la muralla de nuevo. Incluso se puede observar como están comenzando a construir de nuevo las casas, vigas de madera y ladrillos están reunidos en un terreno baldío, esperando a ser usados para levantar de nuevo una casa.

Justo ahora el cielo se ha puesto de un morado oscuro, siendo iluminado por la luz de la luna y pequeños puntos brillantes que sobresalen. Las calles de la ciudad son iluminadas por las cientos de lámparas en forma de flores que están a un lado de las casas. La música y voces de personas se escucha en un edificio de dos pisos de madera oscura, mientras el aroma a alcohol sale hasta la calle, atrayendo a todo transeúnte que pasa por ahí.

La gente dentro de este bar está brindando y festejando que pudieron continuar un día más con vida, escuchándose el golpeteo de cristales y los constantes brindis que incitan a beber más.

—¡Salud al guerrero más fuerte de este reino! —Un soldado vistiendo una camisa blanca y pantalones negros alza su tarro de cerveza y con las mejillas débilmente rojas por el alcohol lanza un brindis.

—¡Salud! —Todos los demás alzan sus cervezas y brindan, llevándose sus cervezas a sus labios dónde saborean el amargo licor con alegría.

En todas las mesas de este lugar no solo hay jarras enteras de alcohol, sino que deliciosos platillos están servidos. Hoy todos festejarán sin preocuparse por quedarse con las carteras vacías, puesto que el alcalde de esta ciudad está dispuesto a pagar por esta noche para celebrar que la ciudad sobrevivió. Muchos ríen y sonríen al saber que podrán beber y comer hasta caer desmayados.

Sentado en uno de los bancos de la barra, riendo mientras que sus labios muestran una gran sonrisa y sus mejillas se ponen cada vez más rojas por el alcohol, está ahí Ban, brindando con todos los demás.

—Eeeeres asoooombrooooso Ban, quemaaaasge a una bestia de eseeee tamaaaaño. —Recostado en una mesa, arrastrando las palabras se encuentra un hombre que acaba de ser derrotado por el primer tarro del alcohol, mientras que las risas de sus compañeros llenan el lugar con más diversión. —Si que eres asombroso, a la primera caíste. Debiste de pedir el jugó para brindar con nosotros.

—Pero lo que dice es cierto. —Un soldado vestido como un civil que está a su lado le da la razón. —Jamás había conocido a un guerrero tan poderoso como Ban. Sería un honor que tú fueras mi yerno y no ese inútil que no sabe usar una lanza —Replica el soldado apretando sus puños con furia, para después beber toda su cerveza de una sentada.

—Recuerde que vine con usted, suegro. —Responde un joven que se encuentra sentado en una mesa atrás del soldado, junto a una joven mujer que ha arrugado la frente y mira al soldado con irá contenida.

—Oye, ¿has pensado en casarte, Ban? —Un hombre corpulento que se encuentra sentado en la barra, al lado de Ban, hace esa pregunta. —Si quieres te presento a mi sobrina, es muy guapa y sabe cocinar.

—Mejor con mi hija, ella hace unos pasteles riquísimos. —Comenta una mujer sentada en una mesa cercana a la barra.

—O mejor quédate con mi mujer, ya me harté de ella. —Un hombre con las mejillas rojas y la camisa desordenada lanza ese comentario mientras lanza dardos a la pared, sin notar una intensa mirada de una mujer al lado suyo, la cual está siendo rodeada por una aura roja e intensa como el fuego. —Lo digo de broma, cariño. —Para después tratar de suavizar las cosas sonriéndole a esa mujer.

Al notar que cada vez hay más personas queriendo ofrecerle a sus hijas para que se comprometa, Ban se toma toda su cerveza de un solo trago y se levanta, desapareciendo ahora que todos están ocupados peleando verbalmente para ver quién será su futuro suegro. Él sube las escaleras de madera rechinantes del bar, sentándose en una de las tranquilas mesas del segundo piso.

—Ya te cansaste en recibir todos los elogios de Héroe. —Lo pregunta un hombre de piel morena, una estatura de casi dos metros, músculos tan inflados como las llantas de un camión y un cabello recortado casi al ras de su cabeza de un tono blanco como la leche. Su nombre es Lysander y por su sonrisa en su rostro y débiles risas se puede entender que es uno de los amigos de Ban.

—Si. —Ban libera un quejido de molestia, sin importarle la broma de Lysander. —Ya empezaron a querer buscarme esposa.

—Bueno, es que un hombre que ha salvado esta ciudad varias veces, no es solo popular entre las mujeres, también hay varios hombres que te quieren como un yerno. —Responde una mujer de pequeño tamaño, sus pies colgando de la silla por su metro cincuenta de estatura. Su cabello azul oscuro está adornado por broches de flores rosas, mientras un fleco cubre la mitad de su frente, casi rodando sus ojos violetas. Su nombre es Rosett.

—Pues pierden el tiempo. —Las manos de Ban se van a su nuca, mientras que su silla se inclina hacia atrás. —Yo no pienso casarme.

—Malas noticias para ella. —Murmura Rosett lo suficientemente alto para llamar la atención de Ban. —¿Eh? —Solo que Ban hace un simple sonido mientras la mira. —Nada, tú ignórame. —Y Rosett se libra fácilmente con eso, para así darle un sorbo a su bebida.

Los puños de Lysander se aprietan ligeramente, sus uñas rascan la madera de la mesa creando un débil chirrido. Su frente se llena de sudor frío, mientras que se lame sus labios secos y piensa si debería de decírselo a su amigo o esperar otro día. Al llenar sus pulmones con aire, inflando su pecho mientras siente el aroma de licor que llena el lugar, se llena de valor y habla.

—Oye Ban, perdónanos si te arruinamos el momento con esto, pero realmente queremos compartir esta noticia contigo. —Mientras Lysander habla con su voz llena de dudas, Rosett coloca su mano sobre la de él, pudiéndose verse en ambas manos un anillo de oro que parece brillar con la débiles luces del lugar. —Rosett y yo nos vamos a casar.



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En el texto hay: magia y aventura, fantasia épica, shounen

Editado: 12.05.2025

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