Capitulo 5. Parte 1.

Un vasto campo de trigo se extiende hasta donde alcanza la vista, sus espigas doradas meciéndose suavemente con la brisa. Dos metros de pastizales verdes cubren casi todo el terreno, interrumpidos solo por un pequeño camino de tierra polvoso que serpentea a través del paisaje. En este camino, un elegante carruaje negro, adornado con intrincados grabados, avanza majestuosamente, tirado por un par de robustos caballos de pelaje espeso que relinchan suavemente. Dentro del carruaje, la hermosa joven de trece años, Kyara, observa el paisaje con curiosidad. Su cabello rojizo, ondulado y cuidadosamente peinado en una media cola de caballo, brilla bajo el sol. A su lado, Jessamine, una mujer de cabello marrón como el chocolate y lentes circulares, le susurra palabras de aliento, mientras que Ban, un hombre de baja estatura pero de grandes músculos y cabello verde puntiagudo, mantiene una postura vigilante, listo para protegerla ante cualquier peligro. Fuera del carruaje, Zephyro, un hombre alto y delgado con cabellera morada, sostiene con firmeza las riendas de los caballos, su mirada atenta escaneando el horizonte. Él es la mano derecha de la Princesa Kyara, y su lealtad le llevará a dónde sea que la Princesa vaya, a pesar de no estar de acuerdo de exponerla a tantos peligros.

Justo ahora han dejado de ser el grupo de viaje de la Princesa Kyara y se convierten en un grupo de escoltas de una joven Condesa que viaja para conocer el mundo. Aunque se suponía que debería de ser la hija de un Barón para no llamar mucho la atención, pero Zephyro se opuso a que la princesa siquiera tome el papel de un noble tan bajo. Apenas aceptó a regañadientes que fuera una condesa.

La propia Kyara despega su vista de la ventana y libera un suspiro al estar tan cansada de ver el mismo paisaje, comenzando a observar como niña curiosa sus alrededores. Por unos momentos nota que la mirada de Jessamine está fija en el suelo y decaída, mientras que sus ojos parecen reflejar preocupación. Por lo que con un leve movimiento se acerca un poco más a ella y le pregunta. —¿Sucede algo, Jessamine?

—No pasa nada Kyara, simplemente estoy pensando en Saskia y si fue buena idea que se quedara en el castillo. —Comenta Jessamine mientras que su mirada sigue postrada en el suelo.

Aunque normalmente no llamar a la Princesa por su título sería una ofensa para la corona, en este caso tienen el permiso expreso de Kyara de llamarle por su nombre y que no usen su título, para que así la gente no descubra su identidad. Claro que Zephyro es el único que se opone a eso del grupo, exigiendo que por lo menos la llamen Condesa.

—Te prometo que estará bien, está junto a mis criadas de confianza y debe de empezar a estudiar. —Lo comenta Kyara, mostrando una leve y refinada sonrisa real que debería de calmar a todos, o eso es lo que siempre le han dicho a ella para que sonría.

Hay varias razones por la que Saskia no vino en este viaje, ya sea que tiene que estudiar, pero la principal es el peligro de este viaje. Es tan peligroso que incluso Zephyro insistió que Kyara se quedara en el castillo, sin embargo Kyara no cambió de opinión y pidió ir a toda costa.

—Quizás tengas razón, muchas gracias por darle esa oportunidad a Saskia. —La comisura de los labios de Jessamine forman una sonrisa al decir dichas palabras, las cuales alegran a Kyara permitiéndole mostrar una sonrisa más genuina, con sus labios separándose y sus ojos iluminándose por haber sido útil.

—Me alegra que ya no sigas molesta conmigo por haberlos investigado. —Las mejillas de Kyara adquieren un leve tono rosado, mientras que se rasca la mejilla y desvía la mirada al decir eso.

—Entiendo a la perfección porque lo hicieron. No tienes que preocuparte, es parte de nuestro oficio. —Poniendo una mano en su pecho comenta eso Jessamine, quien ya olvidó que les habían investigado.

Solo que Kyara se acerca al oído de Jessamine para comentarle en un susurro que solo ellas dos pueden escuchar. —Solo te puedo decir que tienes todo mi apoyo.

Claro que esas palabras hacen que el rostro de Jessamine se ponga tan rojo como un tomate y comience a balbucear bastantes palabras, pudiendo apenas preguntar. —¿Leyeron eso?

Kyara tan solo puede asentir con la cabeza, provocando que Jessamine cubra su rostro con sus manos para que nadie observe su vergüenza.

—Yo pienso que si te esfuerzas mucho y le muestras tu encanto, de seguro puedas obtener su corazón. Yo me esforzaré para hacer que ambos pasen tiempo juntos. —Propone eso Kyara, sus manos sudando y su corazón latiendo más fuerte por la emoción de ver un romance tan cercano. No obstante, Jessamine niega con la cabeza. —Muchas gracias por tu ayuda, pero no será necesario. Simplemente no me hará caso, está tan enfocado en su objetivo que mejor me espero a que este viaje termine para atacar con todo.

Kyara no comprende mucho, pero decide mejor dejar a ambos avanzar al ritmo que desean. Mientras que Ban, quien pareciera tener los ojos puestos en el camino durante gran parte del viaje, decide preguntar. —Por cierto, ¿exactamente a dónde nos dirigimos Kyara? Ya llevamos tres días en caballo sin rumbo.

—Apenas se te ocurre preguntar algo importante, Ban. —Comenta Jessamine arrugando su frente e inflando sus mejillas en un rostro tierno, estando más molesta con ella porque también se le olvidó preguntar.

—Nos dirigimos a los hermanos nevados. —Responde con total tranquilidad Kyara, acomodándose mejor en su asiento.

Los hermanos nevados son las dos montañas más grandes que tiene este Reino, un lugar que parece estar cubierto la mayor parte de su tiempo por tormentas de nieve. Aunque ese lugar es más conocido por ser el lugar donde habitan los Snowstroms.

—Si vamos a ese lugar, entonces nos tomará un par de semanas más en llegar. —Comenta Ban mientras que se acomoda un poco, recargando su cabeza en el borde acolchonado de la pared para tomar una siesta.

—De hecho existe un atajo que nos permitirá llegar antes. Tomaremos el sendero del silencio. —La barbilla de Kyara sube levemente mientras que su pecho se infla al realizar tal comentario. Está orgullosa de tomar esa ruta, la cual es muy poco conocida.