Consecuencias en Tokio.
Una semana después, Kira y Vance estaban de regreso en la casa de seguridad en Tokio. El Santuario del Crisantemo había sido sellado por un terremoto inducido por el colapso, y el Corazón de la Atlántida permanecía enterrado e inaccesible.
El Protocolo de Cronos estaba asegurado, aunque su uso en la cámara final había dejado a Vance con fuertes jaquecas y lapsos de memoria temporal.
Ariadne y Nido monitoreaban la situación.
—Seraphina escapó del colapso. Detectamos la firma de Atlas a 50 kilómetros de la zona del desastre —informó Ariadne—. Ella está herida, pero viva. Y no se detendrá.
—Tuvimos que arriesgar todo, pero al menos el conocimiento de la Quinta Pieza está a salvo —dijo Vance, frotándose las sienes.
La Verdad y la Cura.
Kira se acercó a Vance. La verdad revelada por el holograma de Teseo seguía siendo un muro entre ellos.
—Vance —dijo Kira, con la voz apenas un susurro—. Necesito la verdad completa, ahora que sé que tu intención no era traicionarme.
Vance tomó la mano de Kira. —Mi amor, sí, tu madre fue asesinada por el Cónclave de Teseo. Te oculté los archivos porque el Coronel Rourke, tu padre, temía que si sabías la verdad de tu linaje y la traición de la Orden, te convertirías en el blanco principal. Él quería que tu vida fuera tuya, no una misión de venganza.
—¿Y mi linaje como la hija de Teseo?
—Es real. Teseo no era el tirano que se creía. Era el protector del conocimiento final. Y tu sangre es la clave. Es por eso que Seraphina te quería viva.
Kira asimiló la dolorosa verdad. La confianza se restauró, pero el peligro se magnificó.
El Nuevo Amanecer de Seraphina.
Mientras Kira y Vance se reconciliaban, Seraphina se recuperaba en un hospital privado. Atlas estaba a su lado.
—Comandante, hemos perdido la batalla por la Quinta Pieza —dijo Atlas, su voz más tensa que nunca.
Seraphina sonrió, una sonrisa macabra. —No hemos perdido, Atlas. Hemos ganado tiempo. Hemos asegurado el Protocolo de Cronos, aunque inactivo. Y Atlas, durante el ataque cibernético a La Vigilancia, ¿encontraste la Sexta Pieza?
Atlas activó un monitor encriptado. En la pantalla, un mapa mostraba un punto aislado y oscuro en el Océano Atlántico profundo.
—Sí, Comandante. Es el último fragmento de conocimiento de la Atlántida. No está en la superficie. Está en la Grieta de Cabo Verde, a 7.000 metros de profundidad. Es la ubicación de Arcadia.
Seraphina se puso de pie, su dolor ignorado.
—La Sexta Pieza es el Fragmento de Arcadia. Con él, puedo reactivar el Protocolo de Cronos, y reescribir la historia desde la propia ciudad sumergida. ¡Kira y Vance pensaron que se habían deshecho de mí! Pero ahora, la guerra se hunde.
Vance recibió una comunicación urgente de Ariadne.
—¡Elías, tenemos un problema! Seraphina ha activado una baliza de rastreo a 7.000 metros bajo el Atlántico. Es la Grieta de Cabo Verde.
—¿Qué hay allí, Ariadne?
—El último vestigio de la ciudad. El Fragmento de Arcadia. Si Seraphina lo obtiene, la saga termina. ¡Ella tendrá el poder de controlar el tiempo desde el fondo del mar!
Kira miró a Vance. La Sexta Parte no sería en las alturas, sino en las profundidades.n
—Prepara los trajes de inmersión profunda, Elías. Es hora de volver al océano. ¡La guerra se hunde!
FIN