Una mujer que vestía un vestido negro hasta las rodillas, llevaba sombrero negro y gafas para el sol, estaba afuera de una cafetería, de brazos cruzados y con cara de pocos amigos.
En verdad, no podía creer que estaba haciendo éso, hasta seguía creyendo que era un raro sueño... o pesadilla mejor dicho.
¡Pero que quedé claro que lo hacía por que tenía un plan infalible y éso no era una cita!
Sólo era... una salida casual entre enemigos que se odian mucho.
-¿Mi reina?
La mujer volteó su rostro a un costado y vio a un hombre con ropa de detective.
¿Así que así lucía ése tipo de civil?
-No me digas así, sólo... sólo llámame "V" por ahora, ¿y quién te ayudo a elegir ésa ropa? ¿Tu mamá?- exclamó mientras volteaba su rostro hacía otro lado, aguantando su enojó.
¡¿Por qué estaba vestido de manera tan ridícula y llamativa?!
-¿Usaremos nuestras iniciales?
Magnífica hasta para pensar mi rei... señorita V.
A mi llámeme "M" y no, no fue mi madre, fue mi hermana quien me ayudó a lucir guapo para usted.- dijo el hombre mientras se inclinaba levemente, ponía un brazo detrás de él y el otro adelante, saludando como caballero mientras ella lo volteaba a ver, curiosa.
¿M de masoquista?
No, como es un super héroe y uno enamorado de su super villana, era M de super masoquista.
Un momento... ¡¿dijo qué su hermana le ayudó a elegir la ropa y le dijo así se veía guapo?!
Se nota que se burlan del pobre y no se da cuenta.
-Sí me permite, planee todo un maravilloso día con us...
-Ya basta, me puedes tutear, es incómodo que me hables así.- ordenó la mujer con fastidio.
Cuando luchaban, lo que mas le desesperaba es que le hablé de ésa manera.
-Como diga, sus deseos los cumpliré.- dijo el hombre mientras se paraba firme y sonreía.
Todavía no podía creer que en verdad estaban teniendo una cita (diga lo que diga o amenaze como ella quiera, para él éso era una cita y nada lo haría cambiar de parecer)
Pero por suerte, al ser un hombre maduro, no le afectaba haber pasado una noche entera sin dormir por la emoción.
-¡Argh! ¡¿Estás seguro de esto?!- preguntó V con enojó.
Tenía un plan infalible pero aun así, éso se le hacía muy raro.
-¿Por qué no lo estaría?- preguntó el hombre con confusión.
Llevaba practicando con su reflejo hace dos años para pedirle una cita así que no se arrepentia de nada.
-Eres el héroe y yo la villana, las personas dependen de ti y esperan que me derrotes.- exclamó ella, señalando lo obvio.
Entre ellos había una enorme brecha por ser opuestos completos.
Ella era odiada y temida mientras que él, amado y admirado.
Un super héroe y una super villana no pueden ser mas que enemigos.
-Lo sé, ellos me aman y admiran por ser tan increíble.- dijo el ojiazul, acariciando su cabello y sonriendo de manera heroica mientras su cita fruncia el ceño y gruñia levemente.
¡Tontos héroes presumiendos!
Pero por suerte, ahora los villanos están mas a la moda que los héroes.
La mujer salió de sus pensamientos al sentir como el hombre la agarraba de las manos y las levantaba a la medida de su pecho, acercando bastante su rostro a ella.
-Pero no me importa lo que ellos piensen de mi, sólo me interesas tu.- susurro el héroe con una sonrisa sincera.
Las mejillas de la mujer se pusieron algo rojas y separó sus manos de las de él mientras retrocedía un poco y cerraba sus ojos, intentando mantener la compostura.
-¡Muy bien! Manos lejos que hace calor.
¿Dónde iremos primero, señor M?- preguntó, dándose media vuelta y cruzandose de brazos.
Tenía que recordar su plan infalible, no caer en los intentos de seducción de un héroe fastidioso.
-Como veo que dijiste que hace calor, ¿te gustaría un helado primero?- preguntó el hombre, poniéndose a un costado de ella.
La de cabello morado abrió sus ojos y sonrió levemente.
-¿Por qué no? Le robé uno a un niño cuando venía pero no me puedo negar a un helado.
Y tras oír éso, el hombre rió nervioso y fue con su cita por helados.
Y por sí se preguntan, ella se olvidó de su plan infalible cuando empezó a divertirse en su cita... en su no cita.