Por las calles de ciudad Origen, caminaban dos policías, una con mirada algo intimidante de tan seria que era y la otra, de cabello castaño hasta los hombro y ojos marrones claro, con mirada de preocupada hacía su amiga.
Su compañera, Victoria, siempre era seria, cortante y muy recta.
En verdad le gustaría encontrar una manera para que se abra mas con los demás.
-Disculpe oficial.
La mujer de cabello corto volteó a ver a un hombre bien parecido, bien ejercitado y con mirada carismática que le habló.
-¿Sí?- preguntó mientras su compañera seguía caminando, sin dar importancia.
-Su compañera cometió un terrible crimen, ella se robó mi corazón.
¿Cuántos años le espera en prisión?- preguntó el hombre con una gran sonrisa en su rostro.
Y en ése momento, la otra policía se detuvo y volteó para ver al hombre.
-¡¿Qué rayos haces aquí?!
¡Ve a molestar a alguien mas o te arrestó por acoso!- gritó Victoria, acercándose a su enemigo.
¡¿A ése tipo le faltaba un tornillo?!
El hombre, sin borrar su sonrisa, extendió sus manos, juntas.
-Arresteme oficial, soy un chico muy malo.- exclamó de manera coqueta, haciendo que la de cabello morado se sonroje de la vergüenza y enojó.
¡¿Cómo podía decir ése tipo de cosas en público, sin vergüenza?!
-¡¿Crees qué estoy bromeando?!- preguntó, sacando un par de esposas.
Desde el accidente con su hermana, Guerrero Solar no volvió a ver a reina Sombra así que no le quedó de otra mas que buscarla, después de todo, como el héroe que es, tenía que mantener bajo vigilancia a la villana, ¿no?
-¿Qué te hace creer que yo bromeó?- preguntó él mientras guiñeaba un ojo.
Tenía un don innato para seducir, quizás sea un nuevo poder que nadie en su familia tuvo antes.
-¡Ahhhh! ¡Sólo muerete!- gritó ella, con enojó mientras se daba media vuelta, no estando dispuesta a seguir con éso.
¡Ése tipo era un asco a la hora de conquistar!
Tiene 30 años y diciendo ése tipo de tonterías.
La otra policía que veía la escena con la boca abierta, sonrió levemente.
-Veo que se llevan bien.- exclamó, siendo la primera vez que veía a su compañera comportarse así.
¿Será ése hombre su novio?
-¡¿Qué?! ¡Claro que no, este tipo sólo es un triste acosador!- gritó Victoria, volteando a ver a su compañera con enojó.
¡Ella jamás de los jamases se llevaría bien con el héroe, su enemigo!
-Triste por no ser tu novio y acosador en busca de tu corazón.- exclamó el hombre, de manera seductora mientras posaba una mano sobre su cabeza.
Seducción al %100.
-¡Pudrete!
Vamos Camila.
Y Victoria agarró a su compañera de la mano y se alejó de ése fenómeno del cual se tendría que vengar luego.
-¡Hasta luego, mi cielo!- gritó el hombre mientras movía su mano, sin vergüenza alguna por las demás personas que pasaban.
-¡El cielo hoy esta nublado así que deja de fastidiar!- gritó la mujer, sintiendo la humillación.
Por éso era que no quería que Guerrero Solar sepa de que trabajaba, ahora la molestaría cada vez que tenga la oportunidad.
-¿Y tú por qué sonríes?- preguntó Victoria, viendo con enojó a su sonriente amiga.
-Por nada.
¿Te gustaría ir a algún lugar después del trabajo?- preguntó Camila, con tranquilidad.
-No, gracias pero hoy tengo que darle una lección a alguien.
Otro día quizás.- respondió la ojiverde, pensando en como torturar al héroe.
Quizás le aplique la ley del hielo para hacerlo sufrir de una manera distinta ya que físicamente casi no le podía hacer dañó.
Mientras ella pensaba en venganza, su compañera iba aliviada al saber que su colega tiene a alguien interesante en su vida.
Gracias a ése hombre, descubrió que hasta Victoria puede ser expresiva.