Nuevamente, una épica batalla entre el bien y el mal se llevaba acabó y por primera vez, reina Sombra veía el miedo en los ojos del héroe.
-¿Así qué por fín entendiste lo aterrador y siniestro que puede ser un villano, no, una supervillana como yo?- preguntó la mujer, caminando lentamente mientras sonreía complacida.
¡Que una villana tenga tan asustado a un héroe se sentía bárbaro!
Guerrero Solar, que estaba tirado encima del techo de ése edificio, retrocediendo a rastras con pavor, no podía desprender su vista de ésa... ésa cosa horrorosa.
-P-por favor, reina Sombra, alejate.- pidió el héroe y la villana quedó en shock por unos segundos.
No le llamaba así hace tiempo, usualmente la llamaba "mi reina".
Bien, al parecer al fín entendió que un romance entre un superhéroe y una supervillana, dos enemigos jurados, era algo imposible, pero... ¿por qué se sentía algo rara por no ser llamada "mi reina"?
-¿Últimas palabras, insecto?- preguntó la pelimorado, levantando su mano derecha en dirección del héroe, listo para acabar con su enemigo.
Al fín se estaba vengando de todas las que le hizo; hacer que la gente dejé de tenerle miedo, hacer que su identidad sea expuesta en más de una ocasión, no haberla invitado a otra no cita que ella obviamente se iba a negar por su gran orgullo de villana, entre otras cosas.
-T-tiene una... una arañota en su hombro.- respondió el hombre, señalando el hombro izquierdo de la mujer.
Reina Sombra al oír ése engañó tan viejo, funcio el ceño.
Bien que ella era una joven de eternos 22 años, pero aún así sabía de ése viejo truco.
-¿En verdad crees que soy tan tonta para caer en algo como éso?- preguntó, con enojó.
¿Tan difícil le era a ése tonto héroe admitir su derrota que fingia tenerle miedo a una araña imaginaria?
Por favor, no hay manera de que un héroe casi invencible, le tenga miedo a una tonta araña.
Y la mujer quedó de piedra, sintiendo un gran escalofrío al sentir algo caminar por su cuello, subiéndose hacía su rostro.
-¡AAAAAAAHHHHHHH!
Y todos en la ciudad se asustaron al oír un fuerte gritó de algún lugar.
¿Será qué alguien andaba descalza y se golpeó el dedito chico del pié?
Suele pasar.
Mientras que de regresó en la cima del edificio.
Reina Sombra estaba sentada, con una sonrisa malvada mientras tenía a ésa araña en la palma de su mano derecha.
-No me asustes así, pequeño insecto, por que la próxima vez, te aplastare.- dijo la mujer, viendo como ése arácnido caminaba sobre las cintas negras que envolvian su mano.
Éso en verdad le tomó por sorpresa a pesar de que no le tenía miedo a ésos bichos.
-R-reina Sombra... tú, villana... ¿cómo puedes dejar que ésa cosa caminé por su bella mano?- preguntó el asustado y traumado héroe.
La mujer levantó la mirada y lo miró con el ceño fruncido.
¿En verdad ése tonto le tenía miedo a una araña?
¿Qué le habrá pasado para estar tan traumado por algo tan pequeño y frágil?
Muchos años en el pasado
Una pequeña niña de 7 años veía como su hermanito de 3 años estaba jugando con la arena, tranquilamente.
Su hermano era muy tranquilo, éso le aburría.
La pequeña niña sonrió al ver algo, teniendo una brillante idea para divertirse con su querido hermanito.
El niño que había hecho una pequeña casa de arena, sintió como alguien le cubrió la luz del sol, volteando para ver como su hermana le sonreía, con el cuerpo completamente cubierto de pequeñas arañas.
-Dame un abrazo.- dijo la niña mientras abría sus brazos.
-¡Noooooo! ¡Mami, ayuda!- gritó el niño, intentando huir, pero fue atrapado por su querida hermana que lo abrazo con fuerzas, mientras las arañas también subían al cuerpo de él.
Un trauma que lo seguiría de por vida.
Tiempo actual
Sip, definitivamente no era capaz de entender cómo es que un superhéroe le tenía miedo a una simple araña.
Ahora el punto débil del héroe estaba en sus manos, literalmente, y podía derrotarlo por fín, pudiendo cumplir su sueño de ser la gobernante suprema de ciudad Origen, pero...
Dejando la araña en el techo, se puso de pie y se acercó al sorprendido héroe, para cruzarse de brazos y voltear el rostro hacía otro lado.
-No... no me digas reina Sombra, desde ahora llámame "mi reina", por que lo soy, soy la reina del mundo y me debés mostrar respeto, ¿quedó claro?- preguntó la mujer, con sus mejillas sonrojadas.
¿Qué rayos estaba haciendo y diciendo?
-Como usted deseé, mi reina.- respondió el héroe, con una sonrisa de enamorado.
Ése día, volvió a ser flechado.
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En ciudad Real.
La temible villana, Yerba Siniestra, estaba sentada en un trono hecho de plantas, mirando con una sonrisa malvada al gran héroe, Poderoso, que acababa de llegar para detenerlo.
-Veo que nos volvemos a encontrar, Poderoso.
Está vez la victoria será mía y...
-Por favor, ya para con esto.- exclamó el héroe, con cansancio.
-¡No interrumpas mi monólogo! ¡Un verdadero superhéroe debe oír atentamente el monólogo del villano!- gritó la mujer, enojada por ser callada.
La falta de respeto hacía los villanos, abunda en ésos días.
El héroe, dio un suspiro profundo y apoyo su mano derecha sobre sus gafas.
-Yerba Siniestra, yo... voy a dejar de ser héroe, lo digo enserio.- dijo el hombre, quitándose sus gafas, revelando su identidad mientras la mujer quedaba en shock, no sabiendo que hacer ni que decir.
¿Su héroe, se acababa de retirar?
¡¿Qué rayos se supone que debía hacer ahora?!
Una supervillana sin un superhéroe que lo detenga, no es nada más que una villana común (sabías palabras de su querida amiga), así que perder a su némesis, la dejaban pérdida.
¿Sí él se retira de ser héroe, qué será de ella ahora?
¡Tontos héroes invencibles que no piensan en los sentimientos de los malos!