Los días fueron pasando y Rubí no cambiaba su ánimo, se sentía traicionada vendida desde antes de su nacimiento, dentro de esa misma semana recibieron la invitación de la baronesa de York para asistir a un baile de máscaras que se realizaría en honor al nacimiento de su primer nieto, pero a eso Rubí bien poco le interesaba pero como siempre su dichosa madre veía en cada fiesta una nueva oportunidad de asechar a los hombres para casarlos con su persona, lo que no tenía idea era que ella ya tenía pretendiente.
- ¿querida me estas escuchando?
- Perdón madre, que decía estaba algo distraída
- Decía hija mía que falta muy poco para la mascarada de la baronesa y que hay que ir a por unas bellas mascaras.
- Madre, si gusta puede ir Uds. al pueblo y elegir la mía no tengo ninguna complicación en ellos
- Rubí como eres tan despreocupada, tienes que probarte las cosas y ver cuál es la que mejor te queda y cual llama más la atención de los hombres recuerda que tienes que conseguir marido o te quedaras para vestir santos niña.
Esta vieja me va a volver loca, tengo unas ganas horribles de decirle que ya tengo marido y que deje de molestar pero no, aaaah me desespera.
- Perdón madre, la acompañare al pueblo solo deje que me cambie y vamos
- Así se habla querida vez que no es tan difícil poner de tu parte.
Rubí sube a su cuarto y con ayuda de su doncella cambia su ropa cómoda por una más adecuada para ir al centro de York.
algo sencillo pero sabía que tenía que andar cómoda para salir con su madre ya que le esperaban largas horas recorriendo las tiendas, lo primero que fueron a buscar fue el vestido que usarían para la mascarada y dependiendo de cuál comprar elegirían su máscara, rubí ya tenía algo en mente quería enfurecer a su madre y a las demás madres, a esas arpías que lo único que sabían era hablar a sus espaldas, solo esperaba que asistiera al baile su amiga lady Benet ya que después de su debut se habían convertido en muy buenas amigas, hasta el momento solo se comunicaban a través de cartas ya que no se podían visitar porque lady Benet estaba con una gripe bastante fuerte y no quería contagiarla, tenía la esperanza de que pudiera asistir así no sería tan terrible estar con toda esa jungla.
Al llegar a la tienda de la modista su madre se volvió loca la obligo a probarse tantos vestidos que perdió la cuenta hasta que uno llamo su atención, pero por su puesto su madre no lo aprobaría, pero cambiaría un poco las cosas, hablo con la modista para que la ayudara y después de tener todo planificado se puso a ver su máscara, no usaría una de rostro entero ya que todos los demás lo harían así y serían muy pocas las que llevaran el rostro tapado solo hasta la mitad.
Luego de dejar todo listo con respecto a la mascarada Rubí y su madre volvieron a casa para poder descansar y estar frescas para poder asistir al otro día al dichoso evento tan esperado por todos, y cuando digo por todos es por todos ya que la mayoría usa mascaras de rostro completo para poder ocultar sus fechorías y de este modo casi todos engañarían a su respectiva pareja o los solteros se irían a esconder a los lugares más apartados y oscuros de dicha mansión para poder dar rienda suelta a sus deseos más ocultos y bajos instintos, tato hombres como mujeres nadie se quedaba afuera en ese sentido.