El corazón de Rubí

MASCARADA PARTE DOS

Ya había amanecido y Rubí aún no se levantaba su madre la había dejado descansar para que estuviera en perfectas condiciones.

Cuando Rubí despertó llamo a su doncella para que le sirvieran algo de comer ya que se había saltado el desayuno por segunda o tercera vez ya no recordaba, y pronto seria el almuerzo, así que solo sería un bocadillo para engañar su estómago.

No entiendo que es lo que me está sucediendo, me encuentro intranquila y a la vez ansiosa es como si supiera que algo pasara hoy, no me gustan los bailes de máscaras nunca me han gustado ya que la gente saca lo peor de ellos, pero algo me dice que hoy pasara algo excitante, espero y pronto arriben mis cosas ya que no quiero que mi madre vea que e decidido cambiar el vestido y antifaz que ella eligió, mientas ella comía algo su doncella preparaba su baño con esencia de jazmín y verbena  una mezcla extraña para esa época pero para Rubí era algo muy relajante, luego del baño bajo a saludar a su familia para poder ir un momento a los establos hace mucho que no podía pasar tiempo con su pura sangre y le hacía falta.

Cuando estaba por llegar al establo se dio cuenta que su caballo no estaba hay sino que andaba corriendo suelto por una parte del campo que estaba cercada, el cuidador debió haberlo sacado un rato a estirar las patas, el animal cuando vio a su dueña se volvió loco comenzó a saltar y relinchar hasta que comenzó a galopar para llegar al lado de su dueña, pero al ver que los separaba una cerca el caballo salto y llego al lado de Rubí la cual reía por las locuras de su más fiel amigo.

El cuidador miraba asombrado la manera de actuar del animal  ya que este jugaba con la señorita como si fuera una más de ellos .y la niña se notaba bastante acostumbrada con la actitud del pura sangre, todos los criados conocían el amor que ella le tenía a su potro y que cuando lo montaban desaparecían por gran parte del día.

Rubí al ver que su querido ignis la recibía con esa bienvenida se alegró de sobre manera ya que temía que su amigo se hubiera ofendido por dejarlo tanto tiempo solo, era bien conocido que los pura sangre tenían un temperamento terrible y por eso no era bien visto que una mujer siendo tan frágil y delicada montara uno, pero su padre no le importó eso, solo quería que su hija tuviera lo que ella quería, y ese era su caballo pura sangre. Luego de estar un rato con ignis Rubí fue a almorzar con sus padres para después prepararse para la noche

Rubí

 Subo a mi habitación para comenzar a prepararme para la noche, y al entrar a mi cuarto encuentro las cajas con el vestido y la máscara que ocupare, me pongo a mirar en el espejo y pensar como quiero llevar el cabello, no sé por qué pero esta noche quiero lucir esplendida. Todo apunta a que algo bueno me pasara y quiero seguir esa corazonada, me decido por un recogido que abarque solo un lado de mi me tomare el lado izquierdo de mi cabello y are que caiga como cascada la lado contrario con ondas, en eso que tengo decidido como quiero verme entra mi doncella para ayudarme con el peinado y a colocarme mi vestido, cuando termina de arreglarme veo mi reflejo en el espejo y me encuentro más que satisfecha con lo que elegí y por ultimo me coloco las joyas que mi padre me regalo los pendientes y el collar de rubí.

Cuando fue el momento bajo por la escalera encontrando a sus padres discutiendo en el vestidos, pero al sentir que bajaba las escaleras se callaron y se dieron la vuelta para verla su padre estampo un sonrisa y su pecho se hincho de orgullo su pequeña hija era toda una mujer, pero la cara de su madre era todo un poema,

Bajo las escaleras con cuidado de no caer, al llegar casi al vestíbulo mis padres se dan vuelta a verme mi padre está feliz y sé que le encanta como me veo, pero la cara de mi madre fue épica solo quería ponerme a reír en ese minuto pero no quería discutir con ella sabía que esto no le gustaría pero la verdad me importa un pepino, su vestido de pavo real nunca me gusto.

- Hija te ves realmente hermosa, veo que te has convertido en toda una mujer hermosa y con carácter.

- Gracias padre, le dije un poco sonrosada

- ¿Rubí me puedes decir que es esto?, no es el vestido que escogí para ti, como osas ponerte algo tan descarado y de un color tan impropio de una joven casadera

- Madre, con todo el respeto no pensaba ponerme un vestido en el cual parecía un pavo real, con todos esos colores horrendos

Ante tal comentario su madre la miro con cara de horror, pero en cambio su padre no pudo aguantar más ante el comentario de su hija y soltó una carcajada.

- Bueno ya basta las cosas están hechas y no podemos hacer que nuestra hija se cambie, así que vayámonos de una buena ves sentencio el duque a su mujer, Rubí solo sonrió un poco ya que su padre la había ayudado, luego de eso subieron al carruaje y se pusieron en marcha.

 

 

 

 

 




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