El corazón de Rubí

¿TE CONOZCO?

Lo que menos pensé que encontraría al darme vuelta fue a ese estúpido duque y su sonrisa arrogante, me estudio descaradamente y eso me ha hecho enfurecer mucho más.

GIDEON

Al entrar al salón lo primero que veo es a Rubí en su hermoso vestido, se ve realmente hermosa y eso es quedarse corto, ese vestido se ajusta en sus curvas de manera despampanante como me gustaría en este minuto llevarla al jardín y hacerla mía sentirla gemir mi nombre, mientras tengo esos pensamientos siento que algo va creciendo en mi trato de disimular mi erección ya que no sería para nada bien visto, me abro camino entre la multitud para poder llegar a ella pero un grupo de llenas perdón quiero decir madres casaderas y sus hijas se cruza en mi camino , sus palabras son tan banales y molestosas que logran bajar mi erección rápidamente , tienen voces enloquecedoras no entiendo como no han roto mis tímpanos aun, todas me coquetean ¡sus madres! Me miran como si pudieran desnudarme con sus ojos, ya no lo soporto más.

- Bellas damas si me disculpan iré por algo de beber.

Todas suspiran ante mis palabras y al fin quedo libre para ir a ver a esa condenada mujer que no deja de estar en mis pensamientos día y noche, cuando me dirijo a la mesa donde ella estaba, me doy cuenta que no se ve por ningún lado hasta que la veo caminando al jardín, sigo su mirada y me doy cuenta que se dirige tras un hombre, pero no logro ver quién puede ser ese odioso, no doy más con esta furia que me invade por dentro, ¡porque mi mujer va tras otro!, un momento dije mi mujer, creo que estoy algo enfermo, sacando esos pensamientos de mi mente me dirijo donde se encuentra ella a paso rápido y decidido cuanto me encuentro casi detrás de ella la tomo del brazo y la hago girar.

- Lord Hamilton, me podría soltar por favor.

- Lady Rubí me podría decir ¿a dónde se dirige?

- Mi lord creo que no somos tan íntimos, para que me pueda llamar por mi nombre de pila la verdad es muy poco apropiado de su parte.

- Disculpe mi osadía lady  no era mi intención hacerla sentir incomoda.

- Lamento decirle mi lord que su sola presencia ya es incomoda ya que no es de mi agrado mi lord.

- Valla mi lady veo que hoy no anda con rodeos, me doy cuenta que una máscara la hace ser más desinhibida con sus palabras me puedo imaginar que en otras cosas puede ser igual.

- Es usted un descarado mi lord como se atreve a hablarme de esa manera.

- Mi lady no tiene para que aparentar delante de mí.

En ese momento Rubí estaba a punto de darle una bofetada pero es interrumpida por alguien aclarándose la garganta

- Me parece mi lord que esas no son maneras de hablarle a una dama.

- Y usted mi lord quien se cree que es para venir a irrumpir en una conversación en la cual no está invitado y además sin saber con quién habla.

- No es necesario ser muy conocedor para darse cuenta que es el Duque  de York mi lord, y que ella es hija del Márquez.

- Pero su rango aunque esté por encima del de la dama no le da derecho y  ni autoridad para tratarla de esa manera a la  dama en cuestión.

- Si me permite le pido que no se meta en esta conversación mi lord y debo decir que me encuentro en desventaja ya que no lo reconozco o es que nunca nos han presentado.

- Creo mi lord que las presentaciones están de más en este minuto sabrá mi nombre a su debido tiempo.

Dicho esto el misterioso hombre se despidió con un beso en la mano de Rubí y con una promesa de que se volverían a encontrar, sin más dio un asentimiento en dirección al duque a modo de despedida y se marchó.

 




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