El Reino Gélido
La nieve no caía en copos, sino en fragmentos de cristal afilados, silenciosos ejecutores de la muerte. Hace cien años, el Reino de Aethelgard era la joya del continente, un vergel de ríos y cosechas doradas. Ahora, era una prisión de hielo eterno, una corte silenciosa y congelada bajo la tiranía del Rey Liche Kyrin.
En la cúspide de la ciudadela, donde el aire era un aliento que te quemaba los pulmones, se alzaba el Trono de Hueso. Un trono tallado con la costilla del dragón de hielo que Kyrin había despojado de su corazón para prolongar su vida no-muerta.
Ante él, arrodillada sobre el pavimento de hielo, no había una prisionera, sino una maga. Eira, la Hechicera del Solsticio, era la última de su orden, la única cuyo corazón aún latía con calor suficiente para concebir un plan, por desesperado que fuera. Sus ropas estaban rasgadas, no por el Rey Liche, sino por la propia magia que había forzado en su cuerpo.
El Rey Liche Kyrin era una figura imponente de escarcha y armadura oscura. Su voz era el crujir de glaciares: —Llora, maga. Tu ritual ha fracasado. El frío es la verdad del mundo. Tú y tu patético 'Verano Olvidado' sois mentiras que se derriten.
El Ritual Prohibido
Eira no lloró. Levantó la cabeza, y sus ojos, pese al frío, ardían con la tenacidad de una brasa. En sus manos tenía una esfera de cristal puro, el último receptáculo arcano de la corte, y en su pecho, un dolor insoportable.
—No imploro, mi Rey. Sello —su voz, un susurro que desafió el viento gélido, comenzó a modular la lengua olvidada de la Primera Magia—. El ritual de la Vinculación Gélida no busca destruirte, sino detenerte.
Eira comenzó a cantar. La esfera de cristal se elevó, y una luz cálida, de un color naranja-rojizo que el reino no había visto en décadas, comenzó a emanar de ella. Pero el calor no provenía del cristal, sino de Eira.
El Rey Liche se puso de pie, su expresión finalmente perturbada. —¡Detente! ¿Qué estás haciendo? ¡Esa magia está prohibida! ¡Te consumirá!
Eira sonrió, una mueca dolorosa y triunfante. Con una mano temblorosa, se clavó un puñal de obsidiana en el pecho. No gritó. El dolor fue eclipsado por el torrente de energía pura que liberó: el calor latente y el alma misma de su corazón.
El Corazón de Cristal
La magia de Eira, un fuego concentrado de amor y sacrificio, se precipitó en la esfera de cristal.
—¡Por el sol que volverá! —rugió, mientras la sangre caliente se congelaba al tocar la esfera, fusionando el fuego y el hielo en un único y brutal estallido de energía.
El poder fue tan violento que el Rey Liche gritó un juramento que resonó por millas: "¡Juro por el Hielo Eterno que despertaré, y la sangre de quien lo encuentre será mi ofrenda!"
Cuando la luz se disipó, la esfera, ahora el Corazón de Cristal, se había hundido en el suelo de la ciudadela, llevándose consigo la última chispa de calor de Aethelgard y sellando el cuerpo no-muerto de Kyrin en un sarcófago de hielo irrompible.
Eira cayó. Su cuerpo se convirtió en escarcha.
El viento sopló sobre la ciudadela. El Rey Liche estaba sellado. El reino estaba salvo, pero el Invierno había ganado su victoria final. El Corazón de Cristal quedó sepultado bajo el pico más alto de Aethelgard, esperando el despertar de la "Sangre de Fuego".
✨ La Profecía del Despertar
El conocimiento de esta profecía se conserva en fragmentos, grabado en un antiguo pergamino encontrado en las ruinas de la orden de Eira, la maga del Prólogo.
El Canto del Vidente Escarcha
I. La Promesa del Verano Perdido
"Cien inviernos la tierra beberá la escarcha, Y el corazón que selló al Liche no verá su marcha. Mas de la Ceniza Caliente, una hija ascenderá, Que la magia de la llama, sin conocer, portará. La Sangre de Fuego en la línea del Sello se posará, Y la dormida prisión de cristal se agrietará."
II. El Encuentro de los Opuestos
"Del Norte Helado vendrá el heraldo de la noche, El de la mirada glacial, hijo del eterno reproche. Cuando el Hielo Eterno se encuentre con la flama que arde, El viaje por la verdad, aunque prohibido, no es tarde. Tres Pruebas de Honor, de Fe, y de Sangre deberá enfrentar, Mientras un amor condenado comienza a florecer."
III. La Elección y el Dolor
"El Cristal, guardián del alma, demandará una vida, Y la elegida descubrirá una verdad prohibida. Una Traición en la cumbre el Sello romperá, Y el llanto del Rey Liche a la tierra regresará. La Dama de Invierno deberá enfrentar su dolor, Y elegir entre un trono de escarcha o la muerte del amor."
IV. El Destino Final
"Solo al abrazar la Sombra en lugar de la Corona, La Hiel-Prisión terminará, y se salvará la persona. Si ella falla, el reino será una lágrima de hielo sin fin, Si triunfa, será el alba de la Saga Corazones de Cristal en el confín."
✨ La Profecía del Despertar
El conocimiento de esta profecía se conserva en fragmentos, grabado en un antiguo pergamino encontrado en las ruinas de la orden de Eira, la maga del Prólogo.
El Canto del Vidente Escarcha
I. La Promesa del Verano Perdido
"Cien inviernos la tierra beberá la escarcha, Y el corazón que selló al Liche no verá su marcha. Mas de la Ceniza Caliente, una hija ascenderá, Que la magia de la llama, sin conocer, portará. La Sangre de Fuego en la línea del Sello se posará, Y la dormida prisión de cristal se agrietará."
II. El Encuentro de los Opuestos
"Del Norte Helado vendrá el heraldo de la noche, El de la mirada glacial, hijo del eterno reproche. Cuando el Hielo Eterno se encuentre con la flama que arde, El viaje por la verdad, aunque prohibido, no es tarde. Tres Pruebas de Honor, de Fe, y de Sangre deberá enfrentar, Mientras un amor condenado comienza a florecer."
III. La Elección y el Dolor
"El Cristal, guardián del alma, demandará una vida, Y la elegida descubrirá una verdad prohibida. Una Traición en la cumbre el Sello romperá, Y el llanto del Rey Liche a la tierra regresará. La Dama de Invierno deberá enfrentar su dolor, Y elegir entre un trono de escarcha o la muerte del amor."