-Voy a revisar tu herida- le hago saber después de horas de lo ocurrido con la guardia
-No te preocupes estoy bien- me hace saber, pero no le prestó atención y me siento a su lado, quito las vendas despacio y con cuidado de no dañar daño, después de retirar las hojas, la herida ya no sangra y se ve un poco mejor, me levanto y busco una crema que hice a base de hojas molidas y ungüentos que me a costado hacer, una vez que lo encuentro se lo a con cuidado en la herida para que cicatrice un poco más rápido, luego coloque otras hojas medicinales y lo vuelvo a envolver como antes, aprieto el nudo con cuidado
-Estarás mejor si sigues descansando, cuando estés más recuperado buscamos a ver que fue lo que paso con tu hermano- le hago saber para que se relajé aunque sea un poco
-No puedo perder el tiempo, además ya estoy mejor- me dice pero se que le duele y solo se quiere hacer el fuerte
-No vas a salir a menos que estés mejor, en ves de ganar tiempo estarás perdiendo lo porque así no puedes llegar muy lejos y la herida se va a abrir y será peor- le hago saber su situación en estos momentos
-No me puedo quedar sin hacer nada- me dice un poco frustrado y agotado por toda esta situación
-No te agobies por algo que no tiene solución, te recuperas y vamos a buscar una respuesta- le dijo lo más amable posible
-No tienes que acompañarme ya me has hecho suficiente con curarme, alimentarme y mentir por mí- me dice como si eso fuera más que suficiente
-Conozco el bosque mucho mejor que tu, y no tengo ningún problema en ayudarte, te sería muy útil- es la verdad conozco el bosque como mi propia palma, además se que cierto lobito también puede ser de ayuda
-Bueno supongo que si me quieres ayudar no me puedo negar, ahora cuando más la necesito- me dice en un suspiro
Le doy un abrazo, ahora mismo creo que es lo que necesita, se debe estar sintiendo como un inútil por no poder ni siquiera pararse y en la situación que este el tiempo es importante, pero le toca esperar y es un poco frustrante para él, lentamente me envuelve en sus brazos y me aprieta un poco fuerte pero no digo nada, se que el necesita esto para sentir se un poco mejor
----------------
Las horas pasan y ya estoy terminando la cena, carne con papas y yuca cocida, no suelo comer esto, solo en casos especiales pero ya que no estoy sola supongo que es especial, luego que esta listo con los tres platos me dirijo donde Leo, se lo entrego y comienza a comer rápidamente creo que sí tenía hambre, el otro plato se lo entrego a mi lobito, es mi amigo y único compañero después de todo.
-Esta delicioso- me dice Leo, le doy una sonrisa
Comenzo a comer y si tiene razón, para no cocinar siguió se me da bien, menos mal porque que oso darle comida quemada o salada
-Gracias preciosa- me dice dulcemente y con una pequeña sonrisa -después de todo creo que no te e agraciado como es debido, me salvaste-
-No tienes que agradecer nada, no e echo nada del otro mundo- le dijo con un poco de burla
-Puede que para ti no hayas hecho la gran cosa, pero para mí lo es todo-
Me deja sin palabras, no pensé que pará él significará tanto pero ya veo que sí, aunque a mi me parece que no
-Todavía no lo entiendes ¿verdad?- me dice al ver que no digo nada, solo niego con la cabeza, mirando esos ojos que me hipnotizan pero que ahora tienen una intensidad abrasadora.
-Tu me ayudaste a pesar de los peligros del bosque, sin saber nada de mí, me ayudaste con la herida, me diste comida, confiaste en mi ciegamente aún con todas tus dudas encima, te ofreces a ayudarme a buscar respuestas cuando no me debes nada y sobre todo no me ha dejado solo cuando esta claro que necesito a alguien y no solo por la herida- en estos momentos se que debo estar sonrojada aunque sea un poco.
Otra vez me deja sin palabras solo que esta vez siento algo raro y estoy muy confundida con lo que siento por Leo, sin darme cuenta me estoy acercando a su rostro, cuando por fin salgo del hechizo de sus ojos mi nariz esta rodando la suya y mi respiracion esta un poco errática.
un sonido de un plato chocando contra el suelo se escucha y rápidamente veo que fue lo que sucedió, mi lobo ya terminó su comida, me separó de Leo y recojo todo.
-¿Quieres jugo?- es lo único que digo para romper el ambiente incómodo que quedo
-si- no me dice nada más, cojo la jarra con el jugo de limonada y sirvo en dos vasos, se lo entrego y me tomo el mío rápidamente
-Te puedes quedar a dormir ahí, te traeré unas mantas- le digo huyo prácticamente, ni siquiera espero a que me responda y voy inmediatamente a una gaveta al lado de mi cama donde saco dos y literalmente se las tiro a la cara.
-Me dolió preciosa- me reclama pero solo me río y me sonrojo un poco por su apodo
-Descansa, que mañana tenemos mucho que hacer- le digo mientras bajo y busco a mi lobo.
Este lobo definitivamente le gusta dañar momentos y me gustaría decirle algo pero ahora mismo esta acostado en mis piernas, ya se que la próxima vez que vaya a intentar besar a Leo tengo apartada de éste lobo gruñón, "próxima vez que vaya a intentar besar a Leo" pero en que estoy pensando, debería estar más preocupada por lo que le paso a su hermano o en que tengo que volver al pueblo por unas cosas que en eso, Leo Leo Leo que estás haciendo conmigo.