El corazón manda

Capítulo 8: Kaden

Veo irse a la señorita Evans totalmente asombrado. Definitivamente es guapa, eso ya lo había notado, pero hoy demostró ser sumamente inteligente. A pesar que no entendí ni la mitad de lo que dijo cuando nos explicó lo del problema de la computadora pude percibir que sabía de lo que hablaba, que tiene conocimientos de informática, lo que hace preguntarme por qué está trabajando de mucama, es cierto que el sueldo de este hotel es un poco más elevado en comparación con otros hoteles, pero lógicamente el sueldo de mucama no se compara con el de alguien que trabaja en algo referente a la informática.


–¿Te dejó impresionado verdad? _Esa pregunta de parte de Zachary me hace volver en mi. Frunzo el ceño al comprender su pregunta y él suelta una carcajada. –Ni te hagas el loco como si no supieras porqué lo digo, hasta a mí me impresionó un poco. Se nota que es inteligente.


–Si, no lo voy a negar, me impresionó. _Acepto con una pequeña sonrisa.


–¿Solo su ingenio o su físico también? _Pregunta con una mirada “seductora”.


–Estúpido. _Se ríe a carcajadas porque sabe que tiene razón. La inteligencia de la señorita Evans es un extra a su belleza, su cabello castaño claro es un poco ondulado en las puntas, las veces que la he visto lo anda sujeto en una cola, sus ojos son impresionantes, de un azul turquesa que solo ves en las playas afrodisíacas, sus labios son sensuales, gruesos y rosa oscuro y su cuerpo, está para morirse, curvas perfectas por todos lados. Ella es pequeña, cuando me le acerqué me llegaba un poco por encima del pecho, pero eso solo la hace más sexy para mí.


–Si, definitivamente no solo su inteligencia te cautivó si tu cara es un indicio, te quedaste como embobado. _Ruedo los ojos. Le encanta molestarme.


–De cualquier manera no es para tanto, sabes que no me meto con mis empleadas. _Le digo. Eso sólo serviría para problemas.


–Si, pero con ella te gustaría. _Responde con una sonrisa malvada. Le doy un golpe en el brazo y lo callo.


Casi una hora después he conseguido el contrato para la compra de un terreno en Las Vegas y con una sonrisa de oreja a oreja me voy del hotel hacia Manhattanville para pasar unas horas con Cam.


Cuando entro a la casa soy consciente del hambre que tengo al percibir el olor a panqueques. Voy directo a la cocina y me encuentro con una batalla épica de harina entre Carlee y Cam, ambos están totalmente embarrados de harina. Me causa tanta gracias que me río y hago que noten mi presencia.


–¡Papiii! _Exclama Cam y me viene a abrazar.


–Buenos días enano ¿Qué tal dormiste? _Anoche dormí aquí como hago casi siempre que estoy en Manhattan, pero salí muy temprano hacia el hotel así que no lo vi despertarse.


–Bien papi, cuando estás aquí no tengo sueños feos. _Cam es un niño con una mente muy activa y suele tener muchas pesadillas por eso.


–Me alegro mi niño. Sabes que esos sueños no son ciertos y no pueden hacerte daño. _Le digo al ver su carita triste por pensar en esas pesadillas, él asiente y me regala una sonrisa.


–Ven a comer papi, Nana Carlee hizo panqueques mmmm. _Sice frotándose la pancita.


Cuando terminamos de desayunar mando a Cam a alistarse para llevarlo a la escuela y le ayudo a Carlee a limpiar la cocina que sigue llena de harina.


–Mi niño, tengo que decirte algo. _Dice ella cuando terminamos de limpiar y me sorprende cuando arruga su cara y le brillan lágrimas en los ojos.


–¿Qué pasa Carlee? _Me acerco a ella y la abrazo. Un minuto después se separa de mi y busca en unos de los cajones un papel y me lo entrega, lo leo y quedo con la boca abierta. Es un citatorio para que Carlee se presente en el departamento judicial de Texas porque su marido la acusa de robarle dinero y joyas que “heredó” de su madre y exige que ella se lo pague o no le firmará el divorcio.


–Pero Carlee, ¿Cómo ese tipo va a decir que tú le robaste si yo soy testigo de cómo llegaste aquí? ¡Es un mentiroso! _Exclamo furioso.


Carlee es de Texas, vivía con su marido, pero el tipo la maltrataba, hasta que un día él le pegó tan fuerte que Carlee pensó que la mataría, así que en la primera oportunidad tomó el dinero que tenía guardado para cosas de la casa y sin nada más huyó, se escapó de esa vida antes de que no le quedara una para vivir.


Hace poco me dijo que ya se sentía lista para denunciarlo y pedirle el divorcio, la apoyé y lo hizo, al parecer el tipo se enojó y quiere perjudicarla con eso del “robo”.


–Lo sé mi niño, pero ya me imaginaba que no iba a ser fácil deshacerme de ese hombre. Pero tengo que irme mañana para Texas porque la cita es el miércoles a las ocho de la mañana. _Me mira con apuro y vergüenza. –No sé que podemos hacer con Cameron, tu no puedes estar todo el día cuidandolo por el trabajo y obvio él no puede quedarse solo. _Es cierto, eso es un problema. No confío en nadie más para que cuide a Cam y todo mundo sabe quién soy, dejarlo en otras manos puede ser peligroso porque puede ir con el chisme de que tengo un hijo, pero ahorita lo importante es Carlee.




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