El corazón manda

Capitulo 10: Kaden

Ding Ding


Escucho ese sonido de fondo y casi me hace despertar, pero lo ignoro y me acomodo mejor y coloco la almohada encima de mi cabeza. Estoy cayendo profundamente dormido de nuevo cuando vuelve a sonar.


Ding Ding


Suelto un gruñido y me levanto a fuerza de voluntad, miro la hora y faltan dos minutos para las seis de la mañana ¿Quién anda en las calles a estas horas?. Me coloco un pantalón deportivo para no abrir la puerta en bóxer y dar un espectáculo.


Bajo las escaleras al primer piso y abro la puerta, sorprendo a la señorita Evans con la mano levantada para volver a tocar el timbre.


Cuando me ve su boca se abre un poco y su mirada me recorre de arriba abajo deteniéndose en mi pecho y abdomen los cuales están al descubierto pues no me puse una camisa. Aprovechando que ella me está “evaluando” hago lo mismo. Su cabello está sujetado en una cola, su rostro luce fresco como si no llevara ni una gota de maquillaje, viste una blusa verde botella sencilla cuello v, unos jeans negros ajustados con los que se le ven unas piernas increíbles y unas tennis blancas. Tiene colgado un bolso gris, me imagino que con sus cosas personales.


Vuelvo mi vista a su rostro y observo cómo se lame los labios y traga fuerte cuando me repasa de nuevo con su mirada, me mira como si quisiera comerme, me pongo tenso y pienso que después de todo tendría que haber abierto la puerta en bóxer.


–Señorita Evans, pase por favor. _Me hago a un lado y la dejo entrar primero. Observa todo con detalle y la dirijo a la sala. –Tome asiento por favor, disculpe que la recibiera asi, pero como se imaginará todavía estaba durmiendo, tenía la alarma para las 6:10 de la mañana. _Me siento en uno de los sillones individuales y ella en el grande. Puedo notar que está nerviosa, pues pone su bolso en el sillón a la par de ella, luego lo pone en sus piernas, cruza y descruza sus piernas dos veces y al final se sienta recta con las piernas descruzadas y el bolso en ellas. Suspira y dice:


–No se preocupe señor. _Dice con voz tímida. –En realidad es mi culpa ¿No?


–De hecho me sorprendió que viniera con más de media hora de antelación, pensé que estaría aquí casi a la hora fijada. _Le digo. A penas y el cielo está aclarandose y ella está aquí luciendo hermosa.


–Mmm, lo que pasa es que no sabía a qué hora pasaba un autobús para acá así que tuve que levantarme a las cinco para tener tiempo por si el autobús duraba en pasar. _La señorita Evans me sorprende cada vez más. Es guapa, inteligente y responsable. A otra persona no le hubiera importado llegar tarde, simplemente se habría excusado con lo del horario de autobuses o alguna otra cosa.


–Vaya, ¿Tuvo tiempo para desayunar? _Le pregunto. No creo que haya tenido tiempo considerando la hora y lo que me acaba de decir. Junta las manos, las presiona fuerte y no me mira a los ojos.


–Si, por supuesto, ya desayuné señor. _Sonrío brevemente, miente, lo sé.


–Ven conmigo y creo que deberíamos tutearnos, después de todo vas a trabajar aquí varios días ¿Qué dices? _La llevo a las cocina y comienzo a preparar unos emparedados.


–Me parece bien señ… Kaden. _Sonrie cuando se corrige.


–De acuerdo ¿Allison verdad? _Sé que ese es su nombre, pero por alguna razón quiero que parezca que no estoy seguro. Ella asiente y me observa preparar la comida mientras se sienta en una de las sillas de la isla. –¿Jamón y queso? _Pregunto.


–Si por favor, sin tomate, no me gusta.


Termino de preparar todo y tomo unos refrescos, le doy uno, me siento a la par de ella y empezamos a comer.


–Supongo que tienes preguntas respecto al trabajo, así que soy todo oídos. _Le digo después de tragar el primer bocado.


–Bueno, quisiera saber exactamente lo que tengo que hacer, si s…su mmm hijo tiene horarios para las cosas, qué le gusta hacer, en fin, todo lo que tenga que ver con el cuido del niño. _No me sorprende que titubeara cuando se refiere a Cam, debe ser extraño saber qué tengo un hijo del que casi nadie sabe.

 


–Allison, primero que todo déjame decirte que agradezco que hayas aceptado el trabajo y que seas discreta. Mi hijo se llama Cameron Stone Allen y tiene cuatro años como ya te había dicho. Es un niño bien portado, no lo digo porque sea mi hijo, si no porque de verdad no da problemas para nada. Es risueño, siempre anda riendo o jugando por todos lados aunque es un poco tímido al principio. No te preocupes si te pregunta por todo ya que es muy curioso. Tiene un horario, debe levantarse a las siete de la mañana porque a las ocho entra a la escuela, es un materno, queda a dos cuadras de aquí, luego te doy la dirección exacta. Sale al mediodía, hay que recogerlo. Los días que yo pueda lo llevaré y lo recogeré, cuando no pueda lo harás tú. Debe desayunar antes de irse y cuando llegue de la escuela debe almorzar ¿Supongo que sabes cocinar verdad? Se me olvidó preguntarte ayer. Yo no sé cocinar, solo puedo hacer cosas sencillas como emparedados _Nos sonreimos.




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