El corazón manda

Capítulo 11: Allison

Me volteo para darle vuelta a un panqueque cuando de repente escucho muy cerca de mi oído:


–¿Para mí también hay panqueques? _Pego un salto del susto por lo que golpeo con la mano el sartén donde estaba cocinando y me quemo, el sartén cae al suelo y el aceite pringa por todos lados incluyendo mis brazos, suelto un grito de dolor y con mis manos trato de sobarme los brazos para aliviar el dolor.


–¡Santo Dios! Allison lo siento. _Dice un sorprendido y asustado Kaden. Me toma los brazos y los observa en busca de las quemaduras. Sale de la cocina y vuelve con un paño pequeño, lo moja y me lo pasa en los brazos. –Lo siento, ¿Te duele mucho? Creo que en el baño de este piso hay un botiquín de emergencias, ahí debe de haber algo para las quemaduras. _Su ceño está fruncido y sus ojos un poco dilatados haciendo que se vean de un verde pálido y que sus pupilas se vuelvan absolutamente negras.


–No, tranquilo, creo que no es necesario, en realidad fue más que todo el susto y el dolor inicial. _Trato de tranquilizarlo sonando calmada.


–¿Estás segura? _Asiento y él sigue frotándome con el paño.


–Voy a limpiar el desastre antes de que venga Cameron, por dicha ese era el penúltimo panqueque. _Digo unos segundos después sin mirarlo a la cara. La verdad siento vergüenza por el desastre que provoqué y por su actitud, es decir, no sé porqué me hizo esa pregunta tan inocente así, como si fuera otra cosa, algo atrevido.


Cuando la posibilidad de que a lo mejor estaba coqueteando conmigo pasa por mi cabeza me doy un par de cachetadas mentales. Es imposible que alguien como él haga eso con alguien como yo. Sé que soy “bonita”, pero claramente hombres como Kaden no se fijan en alguien “bonita”, si no en alguien sexy, sensual, exuberante y hasta exótica, así que elimino eso de mi mente y me enfoco en lo que de verdad está sucediendo.


–De ninguna manera. Siéntate, yo limpiaré, es lo menos que puedo hacer después de provocar que te asustaras. _Responde él. Me atrevo a mirarlo a la cara y sus mejillas están débilmente sonrojadas.


Qué extraño, ver eso me hace pensar que a lo mejor Kaden es alguien tímido en algunas ocasiones. Como él es la gran estrella del momento y trae locas a media humanidad femenina sin importar la edad, siempre que lo veo en revistas, en la televisión, incluso en el hotel con sus conquistas, he pensado que era alguien superficial y extrovertido, viviendo “la vida loca” como siempre por ahí, pero ahora sé que tiene un hijo del que nadie sabe y se ve que lo adora y, en general su trato hacia mí ha sido excelente, ha sido amable. Luego ver su pequeño sonrojo y cómo se preocupó cuando me quemé me hace pensar que tal vez el Kaden real es algo más que la típica estrella de Hollywood.


Veo como limpia todo rápidamente, preparo los tres platos, el de Kaden y el mío con dos panqueques cada uno y el de Cameron con un paqueque, pico fresas y bananos y los agrego a los platos y baño todo con miel. Preparo café para Kaden y para mi, y a Cameron le sirvo un vaso de leche.


Cuando nos sentamos en el comedor Cameron baja ya listo. Está vestido con una camisa blanca manga larga, una corbata azul oscuro, un pantalón negro de vestir y unas zapatillas negras que se ven muy formales. Se ve precioso, como un muñeco.


–Siéntate cariño. Espero que te guste el desayuno. _Le digo con una sonrisa.


La mesa del comedor es pequeña, para cuatro personas. Kaden se sienta frente a mi y Cameron al lado de nosotros.


–Provecho Allison, provecho papi. _Murmura Cameron. Está un poco serio y me preocupo, a lo mejor no le caí bien. Me sorprendió cuando me dijo que era bonita, no esperaba ese saludo y luego ver a Kaden tragándose la risa, no me ayudó en nada, pero como Cameron me dijo eso pensé que iba a caerle bien, incluso sonrió antes de irse a alistar. No importa, haré que yo le caiga bien. Se ve que es un niño dulce y educado, además Kaden me dijo que es tímido cuando no conoce a las personas.


–Igualmente enano, provecho Allison. _Responde Kaden a pesar de que ya empezó a comer.


–Gracias, igualmente a los dos. _Ambos me sonríen y me relajo.


Comemos en silencio, nadie dice nada, pero a pesar de eso el ambiente no se siente incómodo, si no tranquilo.


Terminamos y voy a recoger los platos, pero Kaden me dice que no me preocupe, que cada uno es responsable de llevar su plato.


–Enano, ve a cepillarte los dientes y bajas con tu mochila que ya tengo que llevarte a la escuela. _Apresura Kaden a Cameron quien se va rápido a hacer lo que su padre le manda. –Allison voy a ir a dejar a Cameron y vengo para alistarme para irme al hotel. En lo que nosotros no estamos puedes hacer lo que quieras, ir a la piscina, ver televisión o salir si necesitas hacer algún mandado, pero debes hacer el almuerzo. Si no puedo recoger a Cam te llamo para que lo recojas tú ¿De acuerdo?


–Si Kaden y no voy a salir. Tendré el almuerzo listo, no te preocupes.


Cameron baja con su bolso, me imagino que ahí lleva lápices de colores y cosas similares. Él tiene cuatro años por lo que no creo que necesite cuadernos todavía, solo libros para pintar y cuentos.




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